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 miércoles, 17 de agosto de 2005  
De lujo
Daimler vuelve al mercado con cara de Jaguar

Las viejas marcas adquiridas por los grandes grupos automotrices pueden llevar a confusiones como ocurre con Daimler. Mientras existe el grupo DaimlerChrysler fruto de la fusión de Daimler-Benz y Chrysler hace algunos años, la marca Daimler le pertenece a Ford Motor Company. Esto explica por qué un auto Daimler a secas vuelve a las concesionarias, pero en este caso de la red de Jaguar, que debe recordarse también es de Ford. También da la razón por la cual un vehículo que a simple vista es un Jaguar tenga otra insignia y se llame Daimler.

La novedad es el Daimler Super Eight, el primero después de siete años de ausencia del mercado.

La marca Daimler es propiedad de Jaguar desde 1960, y entró en el paquete que compró Ford. Ahora, Daimler comienza un nuevo capítulo de su realmente distinguida historia, con la presentación de un modelo completamente nuevo, que reafirma el posicionamiento de la marca en el mercado, apuntando a clientes del segmento de los autos de lujo.

"Máxima excelencia" es la filosofía detrás del nuevo Super Eight. "Desde su refinado confort y diseño, el nuevo Daimler brinda a los clientes la posibilidad de experimentar lo último en tecnología aplicada a la industria automotriz", enfatizan desde la terminal.

"Sabemos que los clientes que compran Daimler son inmensamente leales a la marca. Cuando vengan a nuestros salones de venta a comprar el nuevo Daimler Super Eight, no sólo disfrutarán el manejar y ser llevados en el mejor Daimler, sino también recibirán una atención que hará que la experiencia de tener un Daimler sea especial desde el primer momento", dice Bibiana Boerio, directora General de Jaguar Cars.

El Daimler Super Eight se presenta con un motor 4.2 litros V8 supercharged, montado sobre una carrocería de aluminio liviana. En cuanto a la transmisión, posee caja automática de 6 velocidades, potencia máxima de 400 CV a 6.100 rpm y un torque máximo de 553 Nm a 3.500 rpm.

Una más de los particulares cruzamientos que generaron las olas de fusiones y absorciones de empresas automotrices durante la década del •90 en todo el mundo. Una marca de origen alemán, fue comprada por la británica, y luego ambas fueron devoradas por otra norteamericana. El pez grande siempre se come al chico.


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