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 miércoles, 10 de agosto de 2005  
Nagasaki recuerda el horror con una crítica a las potencias nucleares
A 60 años de la explosión de la segunda bomba atómica, el alcalde de la ciudad reclamó abandonar este tipo de armas

Nagasaki.- Tres días después que Hiroshima, la ciudad de Nagasaki, al suroeste de Japón, recordó ayer con distintos actos a las víctimas de la segunda bomba atómica estadounidense arrojada contra una población civil hace 60 años, al final de la Segunda Guerra Mundial. El alcalde de la ciudad, Itcho Ito, hizo un un llamamiento a las potencias nucleares a deshacerse finalmente de estas armas, y lanzó fuertes críticas contra Estados Unidos.

Una campanada se escuchó a la hora exacta en la que cayó la bomba -las 11.02 hora local-, en el Parque Memorial de la Paz de Nagasaki, a cientos de metros del centro de la explosión, por la que murieron en forma directa unas 74.000 personas y otras 75.000 resultaron heridas.

Este año, la lista de fallecidos en Nagasaki como consecuencia de la bomba cuenta con 2.784 nombres nuevos. Tras estas últimas cifras, el número de las víctimas mortales asciende a 137.339, frente a los 242.437 de Hiroshima.

Unas 6.000 personas, muchos de ellos sobrevivientes, acudieron al lugar y realizaron un minuto de silencio. Luego repicaron las campanas de iglesias y templos. El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, depositó una ofrenda floral frente al monumento de los muertos y dijo que "esta es una ocasión para recordar a las víctimas y rezar por la paz del mundo".

El alcalde de la ciudad, por su parte, fue mucho más punzante. Itcho Ito realizó un llamamiento a las potencias nucleares a deshacerse de estas armas. En particular, acusó a Estados Unidos de haber "ignorado" sus obligaciones internacionales y de no haber modificado su posición de disuasión nuclear.

Ito criticó a Washington por poseer 10.000 armas atómicas, por realizar reiteradamente pruebas nucleares y por intentar desarrollar armamento nuclear pequeño. Además, apeló a la población estadounidense a pronunciarse por la eliminación de las armas atómicas. "A los ciudadanos de Estados Unidos les decimos que entendemos su indignación por los atentados del 11 de septiembre, pero les recordamos que la posesión de armas nucleares no es garantía de mayor seguridad", dijo el alcalde.

El 60º aniversario de la tragedia reflota la controversia acerca de los motivos por los cuales Nagasaki, ubicada a 300 kilómetros de Hiroshima, fue destruida tan sólo tres días después de ésta última.

Si bien algunos analistas sostienen que el ataque fue necesario porque Japón no aceptó su derrota tras la destrucción de Hiroshima, otros opinan que el ataque permitió que Estados Unidos experimentara con plutonio como material bélico, ya que la bomba que lanzó en Hiroshima fue elaborada con uranio.

El alcalde de Nagasaki opinó que fueron víctimas de lo que en efecto se trataba de una prueba nuclear mortal. El plutonio tiene mucho más poder destructivo en comparación con el uranio usado contra Hiroshima. La mayoría de los fallecidos en este segundo ataque atómico murieron incinerados o se derritieron con el calor. "¿Nos utilizaron como a cobayas humanas?", se cuestionó Ito.

El alcalde de la ciudad también llamó al gobierno del primer ministro Koizumi a atenerse a los ideales pacifistas de la Constitución. Los tres principios japoneses de no construir armas atómicas, no poseerlas y tampoco permitir su estacionamiento en el propio territorio deberán traducirse en leyes concretas sin dilaciones, reclamó.
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Rezos en el Parque de la Paz de Nagasaki.

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