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 sábado, 18 de junio de 2005  
El año pasado se inauguró en Jujuy la escuela donada por Belgrano. Hoy esperan que las obras se concluyan en los tiempos prometidos
La escuela de los dos siglos
Se trata de la Nº 452 Legado Belgraniano, que esperó 191 años para que se concreten sus aulas. Actualmente recibe a 662 chicos que van hasta el séptimo año de la EGB y pertenecen al barrio CampoVerde de la capital jujeña

Macela Isaías / La Capital

El año pasado Jujuy festejó la construcción de la escuela para la que, hacía 191 años, Manuel Belgrano había destinado una importante suma de dinero. El anuncio llegó de la mano del ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, y otras autoridades de la provincia del norte. Pero, como la alegría en educación nunca es completa, la escuelita "Legado Belgraniano" aún espera que se concluya el total de la obra prometida, por ahora demorada.

La historia de esta escuela empezó cuando en 1813 la Asamblea Constituyente decidió premiar a Manuel Belgrano por su triunfo en la batalla de Salta con 40 mil pesos -según dicen los historiadores, una cifra que equivalía por entonces al cuatro por ciento de las exportaciones del país y a unos 80 kilos de oro-.

Y, como es de imaginar en el creador de la bandera, su respuesta a ese reconocimiento no se hizo esperar: enseguida decidió donarlo para "la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras en las que se enseñe a leer y a escribir, la doctrina cristiana y los primeros rudimentos y obligaciones del hombre en la sociedad", según sus propias palabras.

Belgrano también pidió que las escuelas se levantaran en Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y en Tarija (Bolivia). Justamente esta última fue la primera en concretarse, aunque recién en 1974. Más tarde, en 1998, se inauguraron las de Tucumán y Santiago del Estero; en tanto que la de Jujuy debió esperar hasta el año pasado.


Fondos de la Nación
El establecimiento educativo lleva el número 452 y se denomina "Legado Belgraniano". Está ubicado en el barrio Campo Verde de la capital jujeña y para su construcción (el total de la obra) se destinaron desde la Nación 1.780.000 pesos.

La primera etapa fue para diez aulas de EGB 1 y 2, una sala de informática (que todavía no se puede inaugurar por falta de rejas que garanticen su seguridad), dos grupos sanitarios, un sector administrativo, un salón de usos múltiples, un depósito y un acceso al edificio.

A su vez, para la segunda etapa -anunciada para empezar en marzo de este año, pero todavía demorada- se previó la realización de un jardín de infantes y 8 aulas para la EGB 3, otro sector de baños, un área administrativa, dos aulas especiales, la biblioteca, el patio central y el cercado perimetral.

Y, por si fuera poco, la escuela también guarda un espacio para que "a diario se forme a nivel corazón ese sentimiento patrio de amor a la bandera", tal como dice con pocas pero precisas palabras la directora Selva Celia Rodríguez Córdoba.


Esperanza
La directora de la Escuela Nº 452 recuerda a La Capital que la escuela soñada por Belgrano comenzó su historia como anexo de otro establecimiento educativo. Según advierte, los vecinos mucho tuvieron que ver para que la escuela sea una realidad, ya que no ahorraron pedidos y trámites para contar con estas aulas para el barrio.

Actualmente, la escuela recibe a 662 chicos desde el 1º al 7º años de la EGB en dos turnos; aunque en los planes iniciales anunciados el año pasado se la piensa para albergar a 900 alumnos.

Y muy cerquita de ella, en un centro comunitario, funciona el jardín con salas para nenes y nenas de cinco años. Espacios que esperan sumarse al predio del nuevo edificio escolarcuando esté terminado.

"El barrio donde funciona nuestra escuela es muy populoso, con carencias y necesidades. Los chicos que llegan reciben una merienda (fruta, chocolatada o sándwich, por ejemplo)", cuenta Selva Rodríguez Córdoba sobre la vida que todos los días rodea a la enseñanza.

Selva conserva el sabio don de la espera que caracteriza a muchos docentes. Por eso, de manera cuidadosa y paciente, deja entrever su preocupación por "las demoras en terminar con las obras", de lo que se proyecta como una moderna escuela. Es que, según cuenta, la segunda etapa ya debería haber empezado, pero por cuestiones que ella define "pueden ser burocráticas" aún no se han iniciado.

-Ojalá que no haya que esperar 191 años más...

-Ojalá que no. Nosotros seguimos esperanzados.
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Frente de la escuela inaugurada el año pasado para cumplir con el pedido de Belgrano.

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