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 sábado, 18 de junio de 2005  
Encuentro con docentes en el Colegio Santísimo Rosario
"Hay una infantilización del rol de los adultos"
La educadora Silvia Disegni de Obiols habló sobre la crisis en la convivencia con los adolescentes actuales

La crisis en el rol adulto y su implicancia en la convivencia con los adolescentes en los comienzos del siglo XXI fue el tema de la charla que dio la educadora Silvia Disegni de Obiols en el salón de actos del Colegio Santísimo Rosario a los docentes. "Se le sigue planteando a la escuela que siga sabiendo lo que tiene que hacer, cuando está formada por los mismos adultos que están en crisis adentro y afuera", apuntó.

Disegni de Obiols comenzó el encuentro planteando los diferentes cambios que se dieron en los adolescentes, tomando como referencia la década del 50 y los tiempos actuales.

Así señaló que a principios de esa década los adolescentes tenían muchas obligaciones, pocos derechos y había una influencia educativa muy fuerte de la familia, la escuela y las religiones. "Se planteaba una estructura jerárquica y los chicos estaban en deuda con los padres", acotó.

En los tiempos actuales, su planteo es que los adolescentes adquirieron más derechos y menos obligaciones, disminuyó la influencia de la escuela, la familia y las religiones, aumentando el lugar de la cultura mediática. "Se impuso un modelo adolescente", indicó.

También señaló las transformaciones que se dieron en la escuela donde en la década del 50 se basaba en la homogeneidad, la disciplina, el esfuerzo y la formalidad (esto último con gran importancia) en tanto que la institución educativa actual se dio un cambio donde prevalece la heterogeneidad, las tribus adolescentes, se le da mayor importancia a "la creatividad en tanto que el esfuerzo fue perdiendo valor". Y es en estos tiempos donde los adolescentes se han convertido en modelos de sí mismos, apareciendo así distintos tipos de adultos, provocando en consecuencia la falta de límites claros.

-¿Cuál es el rol de los adultos en esta sociedad actual y qué lugar le cabe a la escuela en esta crisis?

-Creo que los adultos conservamos la visión de nuestra infancia de la institución educativa que era la que sabía qué tenía que hacer. Hoy le seguimos pidiendo a la escuela que siga sabiendo lo que tiene que hacer, cuando está formada por los mismos adultos en crisis que están adentro y afuera. Muchos de los conflictos que se presentan derivan de esto. Se espera que la institución escolar dé una respuesta, que en la actualidad o bien es variada o sino confusa.

-¿Qué es lo que el adulto no hace en esta crisis?

-Hay una infantilización en su rol y lo que no se hace es capitalizar experiencias y prevenir situaciones. Por ejemplo, me llama la atención que cuando se presenta un caso de violencia escolar pareciera siempre que es la primera vez. Con una única situación que hubiera ocurrido, tendríamos que haber instalado dispositivos para saber qué es lo que cada uno tiene que hacer. Lo que no significa que no ocurra ningún desastre sino que sería menor si hubiésemos previsto un plan de emergencia. Hay personas que han estudiado el tema y pueden asesorar.

-¿La escuela no está sobreexigida o demasiado sola para hacerlo?

-Sí, claro. Por eso propongo la idea de una escuela en red, en relación con otras instituciones. Hay espacios como los bomberos, defensa civil, que tienen saberes que pueden aprovechar. Por ejemplo, si los alumnos aprenden a evacuar un establecimiento escolar, les sirve para hacerlo en un estadio, un lugar para ir a bailar, o en otras situaciones. Les sirve para aprender que hay cosas que haciéndolas despacio se hacen mejor que rápido. Pero esto no se hace.

-Entonces, ¿cuál es el desafío que tienen los adultos frente a esta crisis?

-El desafío es sostener el rol del adulto como diferente. Porque crecimos en otra época, con otras influencias y también porque tenemos responsabilidad sobre ellos. Los adolescentes no tienen responsabilidad sobre nuestras conductas, sí sobre las propias y eso crea diferencias. Hoy está la posibilidad de que los mayores eviten esa responsabilidad ya que la sociedad no lo ve tan mal.

-Usted habló de la influencia de los medios de comunicación en esta crisis, ¿de qué manera se involucran?

-La cultura de los medios impone al joven como modelo. Lo bueno que es ser joven y no adulto. Esto provoca una crisis dentro del adulto porque perdemos valor como tales. Pero no estoy desautorizando totalmente a la cultura mediática porque ha hecho productos excelentes. El tema es que si estamos poniendo a los jóvenes como modelo, les estamos creando un problema de identificación, porque no tienen mayores con quien hacerlo para salir adelante.

-¿Esta crisis supone una vuelta a valores tradicionales?

-No. Hay una tendencia a creer que eso sería mejor, pero no creo que la historia vaya para atrás, ni es bueno que lo haga. Lo que sucede es que cuando se quiebra ese modelo tradicional de adulto, se producen otros tres como los tradicionales actuales, los adultos adolescentes y los adultos inseguros. Y es bueno que existan esos distintos tipos y que cada uno haga en su modo de ser lo que le parezca, siempre que no se reduzca su rol y que no evite mejorar su relación con los jóvenes.

F.M.
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