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 domingo, 05 de junio de 2005  
El excedente agrícola y la civilización
Desde la Mesopotamia al imperio romano, cuál fue el impacto social de la domesticación de plantas

Otto Solbrig

La especie humana tiene un millón de años de evolución, dependiendo de qué consideremos humanos. Por lo pronto, individuos que se parecen a nosotros hay en la tierra desde hace 250 mil años.

Durante miles de años se trató de grupos de cazadores-recolectores, que se movían en grupos familiares de 30 a 40 personas y se desplazaban según los recursos de cada zona. Esos grupos probaron cada una de las especies vegetales que hay en el mundo y descubrieron lo que tenían, de bueno y de malo.

A medida que la población crecía, se expandieron desde Africa hacia el resto del mundo. Recientes estudios con grupos de cazadores-recolectores muestran que el trabajo de dos a cuatro días alcanzaba para obtener el alimento. La agricultura no se descubrió. Hace 10 mil años, en ciertas partes del mundo se empezaron a cultivar plantas y domesticar animales. Todos sabían que si se tira una semilla a la tierra, germina. Pero si con unos días de caza alcanza para toda la semana, ¿para qué iban a trabajar más? En la Biblia, el jardín del edén es un mundo de cazadores-recolectores, y cuando Dios se enoja los manda al mundo a trabajar.

Hasta hace poco no se sabía nada del origen de la agricultura. Los estudios históricos pusieron énfasis en la historia política, la historia económica y la historia de las artes, pero poco en la agricultura. Fue Nikolai Vavilov, un genetista ruso, quien en la década del 20 creó el Instituto sobre el Origen de la Agricultura, en Leningrado.

Vavilov desarrolló una hipótesis, según la cual aquellos lugares en los cuales las especies son genéticamente muy diversas, debe ser donde se originaron. E hizo un mapa con los "lugares de origen de la agricultura". El primero lo ubicó en Medio Oriente, en la llamada media luna fértil que incluye parte de Israel, Siria, Turquía e Irak, en la confluencia del Tigris y Eufrates. Luego mencionó Egipto y, con signos de pregunta, puso el centro oeste de Africa y Tailandia. También mencionó a la India y, en América, a Perú y México.

Los antropólogos y arqueólogos, hasta 1950, tampoco estudiaron mucho sobre la agricultura. Después de la segunda guerra mundial, con el tamizado de tierra, la cosa cambió y empiezan a aparecer fragmentos de semillas y plantas, fragmentos de madera utilizados para hacer útiles. Aparece una nueva dimensión. Se han descubierto hoces de madera de hueso en medio oriente, que datan de 10 mil años atrás.

La botánica misma nos da muchas ideas, a partir de ciertos patrones en las plantas. La semillas se vuelven más grandes con el correr del tiempo. Otro aspecto es que las especies salvajes diseminan semillas pero los primeros agricultores empezaron a seleccionar plantas para que eso no ocurra.

Recorriendo las distintas líneas de investigación se llega a los lugares donde se origina la agricultura: Africa, los países andinos, Medio Oriente (que es el lugar más estudiado, allí se originó el trigo). En China, en el norte, sobre el río Amarillo, y, más al sur, en la cuenca del Yang Tsé, donde nació el arroz. En América nos remontamos a los incas, los mayas, los aztecas y, merced a las nuevas investigaciones, hacia la cuenca del Misissipi en Estados Unidos, como lugares donde se empezó a hacer agricultura. Es importante señalar que estas prácticas se originaron en estos lugares de forma independiente entre sí.

Todos los centros de agricultura están relacionados con un cereal. Es porque las gramíneas tienen la capacidad de que su semilla se mantenga en el tiempo. El trigo puede guardarse por dos o tres años. Y esa propiedad es esencial para el origen de la agricultura. En el Yang-Tsé se domesticó el arroz y en el norte de China, el mijo. En América, en la costa del Perú los cultivos originales fueron el amaranto y la quinoa, pseudocereales que tienen las mismas características de poder guardarse. En México, el maíz.

La civilización

Es importante ver el impacto que tuvo la agricultura sobre la estructura social. En medio oriente, el cazador-recolector vivía en una sociedad muy igualitaria en la que los alimentos se consumían inmediatamente. Con la agricultura eso cambia. El agricultor tiene que cultivar para su familia y además ese producto debe durar hasta la próxima cosecha. Se distribuye en forma diferente la tierra. Hay además que saber cultivar, y conocer el clima.

Este sistema requiere de las personas ciertas dotes que antes no tenían. Tiene que calcular cuanta semilla por unidad de tierra tiene que sembrar, y cuántas semillas le va a dar, cuánto necesita para la familia y cuánta superficie cultivar para que eso sea viable. Hay que pensar ya en términos matemáticos.

Hay que pensar, además, como mantener ese producto. Tiene que haber algún recipiente y un alfarero que lo fabrique. Pero ese alfarero no tiene tiempo para hacer agricultura. Entonces empiezan a trocar excedentes. Y así empieza la civilización.

El primer lugar donde aparece la civilización, unos 5 mil años antes de Cristo, es la zona del Tigris y el Eufrates. El sistema de civilización de Babilonia, Sumeria y todos los imperios que se sucedieron en esa zona tuvieron su base en el labrador, que es el produce el excedente. Sin excedente agrícola no hay civilización, pero en Babilonia la persona con menos derechos era el labrador, que era casi un esclavo. Empieza a aparecer un tema que todavía se trata de resolver: cómo distribuir la riqueza.

Todas las civilizaciones funcionan hoy porque hay un excedente agrícola. Es verdad que hay otras fuentes de riqueza pero sin el excedente agrícola la sociedad no funciona.

Siempre que hay un sistema alimentario que funciona, el resultado es el crecimiento demográfico. El hombre es una especie como cualquier otra y, si hay recursos, su población crece. El crecimiento demográfico también afecta el medio ambiente. Esto lleva a la intensificación y eventualmente el sistema hace crisis, lo que lleva a un cambio de paradigma.

Para los cazadores-recolectores de Medio Oriente, después de la glaciación el clima era benigno y la población creció. Hacia el año 10 mil antes de Cristo, se seca la zona y crea una crisis. Y no hay escape para migrar a otras zonas, que ya están ocupadas. Con esa crisis nace la agricultura.

La primera agricultura se realiza con azadas de piedra. Generalmente las hacían las mujeres, y los hombres se dedicaban a la caza y a domesticar animales. Pronto se descubrió el arado. Primero se trató de una azada tirada por un animal que, en lugar de hacer un agujero, hacía un surquito.

Estas dos formas de agricultura son muy importantes. Durante dos mil años, en Asia y el norte de Africa la agricultura se basó en el uso del arado. Simplemente, porque había bueyes, de fácil domesticación. En América y el sur de Africa, donde no había animales para utilizar, se desarrolló una agricultura de azada.

La agricultura de arado lleva al monocultivo. La agricultura de azada tiene más diversidad. Los mayas cultivaban maíz, calabaza y porotos todos juntos. Cuando el maíz salía, se plantaban porotos al pie, que se enredaban en la planta de maíz, y al lado se plantaban las calabazas. No era más trabajo tener tres especies que una.

Se puede decir que Aapresid es descendiente intelectual de la azada. El arado no es la mejor forma de mantener el suelo. Pero la agricultura de Medio Oriente se difunde en Europa, que luego se impone en América con la conquista. Y con ella, el arado.

El arado primitivo no era muy distinto al arado medieval. Los tiros del arado se ataban al cuerno de los bueyes, lo cual hacía el trabajo más ineficiente. Cosas sencillas, como el yugo, la pechera y la herradura, siglos más tarde se convertirían en inventos muy importantes para la agricultura. Hay que recordar que hasta hace 100 años, la hoz era el principal elemento con el que se cosechaban los cultivos.

Es la expansión militar de los estos pueblos de Egipto y la Mesopotamia la que lleva la agricultura a otras zonas. En el año 5 mil antes de Cristo la agricultura comenzó a desplazarse hacia el Cáucaso (Turquía y Grecia), hacia el 4.000 llegó a Europa. Este movimiento tuvo un impacto muy fuerte sobre la organización social, creando un importante cambio de paradigma, que se vería claramente en el imperio romano.

Hacia el año 500 antes de cristo y hasta el 300 después de Cristo, se crea una cultura con prevalescencia de la agricultura en Europa, Asia, India y China. Rodeada al norte y al sur por grupos de cazadores-recolectores a los que los romanos llamaron bárbaros.
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