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 sábado, 04 de junio de 2005  
Sátiro del baldío. Apresan a un hombre de 29 años por delitos sexuales cometidos en barrio de la Carne
Detienen a un fletero y lo acusan por violar a seis mujeres en cinco meses
La mayoría de las víctimas eran adolescentes, atacadas por un hombre en bicicleta. Las descripciones hacían prever un mismo agresor. En la pesquisa usaron de anzuelo a oficiales mujeres. Lo ubicaron jefes de la sub 20ª

Un hombre de 29 años, fletero y padre de familia, fue detenido acusado de ser un violador que sometió al menos a seis mujeres en la zona sur de la ciudad. El sospechoso fue arrestado ayer a la mañana tras una paciente pesquisa realizada por efectivos de la subcomisaría 20ª y personal de la Comisaría de la Mujer, cuya titular, la oficial Mariel Arévalo, llegó a actuar como señuelo. Lo capturaron cuando andaba por la calle y portaba un arma de juguete.

Con esta novedad, los investigadores policiales creen estar cerca de cerrar el círculo sobre un violador que, según las denuncias radicadas en ambas dependencias, habría cometido en lo que va del año media docena de ultrajes a mujeres a las que abordaba en calles del barrio del Sindicato de la Carne para luego someterlas en una zona de terrenos baldíos entre Circunvalación y el arroyo Saladillo.

Sólo en la sub 20ª, de San Martín y Muñoz, se radicaron en lo que va del año seis denuncias por violaciones. Las fuentes consultadas ayer no descartaban que hubiera más casos radicados en la seccional 11ª, que comparte límites con la anterior.

En la mayoría de los episodios, las víctimas fueron adolescentes de entre 13 y 15 años, pero también figuraban mujeres adultas como blanco de los ataques. Las autoridades comprobaron que había cierto patrón de conducta en todos esos casos, lo que les permitió trazar un perfil del sospechoso. De acuerdo a fuentes de la investigación, el agresor se movía solo y siempre en bicicleta.

Lo describían como un hombre de pelo largo, más bien gordito y no muy alto. Para desorientar a sus víctimas usaba cuelleras tipo polar hasta la nariz y gorro de lana oscuro en la cabeza. Los atracos se produjeron principalmente en el barrio Fonavi conocido como De la Carne. "Los asaltos ocurrían en inmediaciones de Alzugaray y Bermúdez y el tipo siempre actuó entre las 6.30 y las 7.30 de la mañana. Esto quiere decir que aprovechaba la hora en que la gente va a trabajar o a la escuela", sostuvo una fuente policial.

El último de los hechos se produjo el lunes pasado, aunque tuvo un final distinto al de los anteriores porque la menor se resistió y alcanzó a escaparse. La investigación realizada por la sub 20ª y la Comisaría de la Mujer, dependencia creada especialmente para atender este tipo de delitos, comenzó a detectar puntos de conexión en los testimonios de las víctimas. "Las descripciones del físico, la vestimenta y forma de actuar coincidían. Hasta hubo elementos como para elaborar dos fotofit", comentó un allegado a la pesquisa.


Nada que disimular
El sujeto no se valía de sutilezas para sorprender a sus víctimas. Las esperaba en la calle y cuando las tenía cerca directamente las encañonaba. Los voceros consultados admitieron que en varias oportunidades eligió a adolescentes que iban a la escuela. Una vez que las tenía dominadas, las obligaba a subir a la bicicleta y las conducía hasta un baldío cercano, generalmente entre Circunvalación y el Saladillo, y allí las sometía.

Con esa información extraída al "estudiar varios casos", personal de las dos dependencias comenzó "a peinar" la zona donde se sospechaba que actuaba el sátiro. Policías de civil, con sus autos particulares y a pie, vigilaron permanentemente en los últimos diez días la zona aledaña al barrio Fonavi donde se produjeron la mayoría de los asaltos. Incluso, la oficial Mariel Arévalo, titular de la comisaría de la Mujer, actuó como carnada durante una parte de la búsqueda.

"Al principio no podíamos dar con él. Nos volvió locos porque no actuaba regularmente. Luego de cometer una violación, el tipo desaparecía por varios meses", se sinceró un oficial de la sub 20ª. El rastreo tuvo novedades ayer a la mañana. Sucedió cuando el jefe y el subjefe de la repartición, Horacio Valenzuela y Mario Peyronel, se cruzaron con el sospechoso.

"Su fisonomía coincidía con las de los fotofit. Además circulaba en una bicicleta como la que describieron las víctimas", contó Peyronel. El arresto se produjo en Boquerón y Blaque cuando el sospechoso, al advertir que lo seguían, se acercó hacia una mujer mayor que limpiaba la vereda y comenzó a darle charla como para disimular. "Por la cara que puso la mujer, nos pareció muy extraño y por eso decidimos identificarlo. Así nos enteramos de que la señora no lo conocía. Ella misma nos contó que, al acercarse y mientras le hablaba, el tipo había tirado algo dentro de la casa. Le pedimos permiso a la mujer y así encontramos una pistola de plástico", completó Peyronel.

El sospechoso quedó detenido a disposición de varios juzgados de instrucción en donde quedaron radicadas las distintas denuncias. Según trascendió trabaja como fletero, vive en la zona sur y tiene un hijo en edad escolar.
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LA oficial Mariel Arévalo actuó como señuelo para atrapar al violador.

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