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 sábado, 04 de junio de 2005  
Un disparo en la cabeza mientras festejaba su cumpleaños en la vereda
Lo recibió un joven de 22 años. Según testigos, un hombre le disparó a un grupo de pibes desde 70 metros

Era ritmo de cumbia lo que sonaba en el ambiente. Un grupo de pibes del barrio se habían juntado en la vereda de la modesta esquina de Alzugaray y Magnano. Algunos estaban sentados en el piso y otros parados animando la charla. Era el cumpleaños número 22 de Miguelito. A las 19.30, con las sombras de la noche en pleno avance, sonaron varios disparos que cambiaron el clima. Un muchacho "robusto y de remera blanca", según los vecinos, dejó su bicicleta tirada a la altura de Salva, se arrodilló y disparó varias veces contra el grupo de jovenes. Una de las balas impactó en la cabeza del cumpleañero, quien fue sacado de allí en el auto de un vecino. Anoche estaba en estado reservado en el Clemente Alvarez.

"Era el cumpleaños de Miguel y lo estaba festejando con unos amigos. No estaban tomando cerveza, sólo escuchan música. Ahí oimos varios tiros. Fueron entre cinco o siete". Así sintetizó el ataque en el que fue herido Miguel Angel Chávez, de 22 años, una de sus hermanas.

Chávez fue herido en la puerta de su casa de barrio Magnano. En la cuadra conviven casas humildes de material con las de chapa y madera. Alzugaray corre paralela a Battle y Ordoñez, pero cuatro cuadras más arriba, hacia el arroyo Saladillo. Unos metros más allá de la casa de Chávez, Alzugaray se transforma en una entramado de pasillos que desemboca en Ayacucho. Todo a 200 metros del Saladillo en lo que fuera la zona de Molino Blanco en jurisdicción de la seccional 11ª.

Miguel es el mayor de seis hermanos, dos varones y cuatro mujeres. Hincha de Boca a morir. Su padre es ladrillero y ayer su madre hacía la guardia en el Heca. El jueves cumplió los 22 años. "Estábamos con los muchachos y en un momento vi a un tipo grandote, robusto, de remera blanca que tiró la bicicleta en la que venía al piso. Se arrodilló, apuntó y escuché los disparos", explicó uno de los integrantes de la reunión que se convirtió en el blanco de los disparos, quien pidió no dar su nombre.

"Cuando volví la mirada, vi el fogonazo para arriba. Los tiros cortaron los cables de la luz de la casa de al lado. El tipo apuntó arrodillado. Y desde donde tiró hay más de 70 metros", comentó. Según los dichos de este muchacho, el agresor actuó en solitario, llegó en una bicicleta, la arrojó a la altura de Salva, se arrodilló y disparó hacia el grupo. "Un vecino me dijo que era una 9 milímetros porque cuando vació el cargador el caño quedó al descubierto", dijo explicando con la mano que la corredera de la pistola quedaba desmontada.

"Por acá los tiros son normales", continúo el muchacho, "pero parece que el que tiró le tenía bronca a otro de los muchachos que estaba ahí y la ligó Miguelito. Decí que no pudo sostener el arma porque sino nos mata a todos", concluyó. Con Miguel sentado con un balazo en la cabeza todos se precipitaron para llamar a una ambulancia y poder socorrerlo. "Crucé la calle para llamar por teléfono a la ambulancia y justo el vecino estaba con el auto y lo cargamos. Primero lo llevamos al Roque Saénz Peña y después terminó en el Heca".
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Miguel Chávez cayó herido en la vereda de su casa.

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