El jefe de Gobierno porteño pierde aval

Kirchner criticó a Ibarra y crecen las especulaciones sobre su partida anticipada

El presidente se quejó del abandono de las escuelas

A cinco meses de Cromañón y en una crítica que se interpretó dirigida hacia el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, jaqueado en los últimos días por el estado de las escuelas, el presidente Néstor Kirchner cuestionó ayer la falta de atención de esos edificios.

"A esta altura ya no tendría que ser motivo de discusión pública que los edificios escolares funcionen como corresponde, no sólo aquí en la Capital Federal, sino en todo el país", señaló el presidente durante un acto en la Casa de Gobierno donde se entregaron 500.000 becas estudiantiles.

Aunque sin nombrar a Ibarra, Kirchner fue enfático a la hora de cuestionar la falta de gestión y hasta se quejó porque "son cuestiones tan lógicas, tan prácticas que uno dice: tanta vocación que tienen por llegar a determinados cargos y después no pueden hacer cuestión es que son mínimas y deben ser absolutamente prácticas".

"No lo digo con un sentido crítico", aclaró el primer mandatario, "lo digo con un sentido de eficiencia".

Con estas frases, el presidente avanzó aún más en el camino de tomar distancia de Ibarra, una estrategia que, según versiones, apuntaría a lograr el debilitamiento del jefe de la ciudad autónoma -cuya imagen quedó afectada desde la tragedia de Cromañón- para convocar a elecciones en el distrito junto con las legislativas de octubre.

De esta forma, el kirchnerismo podría jugar en la capital con una figura capaz de traccionar votos hacia el oficialismo.


Peronista impuro
En otro orden, Kirchner se autodefinió anoche como "un peronista impuro", en lo que se interpretó como una irónica réplica al jefe del PJ bonaerense, José Díaz Bancalari, quien en el congreso partidario del domingo pasado, dominado por el duhaldismo, definió a los allí presentes como "peronistas puros".

Filmus y el presidente durante un acto ayer.