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 domingo, 29 de mayo de 2005  
Producción. El último relevamiento del Observatorio Pyme destaca que se mantiene el optimismo de las empresas, aunque con algunas inquietudes
Inflación de costos, el talón de Aquiles de las pymes industriales
El aumento de los insumos y la paulatina liberación de tarifas achica los márgenes de rentabilidad

Patricia Martino / La Capital

La fuerte presión de los costos directos de producción sobre el margen de utilidad por unidad de producto sigue siendo, como el año pasado, el problema más difundido entre las pymes industriales, advierte el economista de la Fundación Pyme, Vicente Donato. En ese marco, los empresarios sostienen que la suba de los costos no sólo tiene que ver con el constante aumento de las materias primas, en su mayoría dolarizadas, sino también con la incidencia de otros factores como ser los gastos por servicios como gas y electricidad.

Se estima que las tarifas de servicios privatizados, una vez que se liberen los precios, pegarán el gran salto.

A pesar de este escenario, las empresas tienen muy buenas expectativas sobre el futuro inmediato. Donato señala que las pymis confían en que la caída del margen unitario, que fue muy alto durante el 2002 y 2003, será compensada por una continua expansión de la producción, como ocurrió durante en 2004. Con esta presunción optimista, las empresas durante el primer trimestre de 2005 siguieron invirtiendo e incorporando personal a ritmos similares a los del primer trimestre de 2004.

Bajo este telón de fondo la formación de las expectativas empresarias son comprensibles si se observa que, entre marzo de 2004 y marzo de 2005, mientras que los costos directos de producción aumentaron a un ritmo del 30% y los precios de las empresas lo hicieron al 8%, las ventas de las pymes industriales aumentaron el 9% anual y el empleo el 10% anual. Ambas tasas son similares a las registradas durante el mismo período entre las empresas de mayor envergadura, en las cuales la caída de la utilidad por unidad de producto no es tan evidente, sañala Donato.

Sin embargo, este modelo virtuoso de comportamiento empresarial puede ser amenazado si comienza a generarse incertidumbre sobre la verdadera capacidad de la política económica para sostener el alto ritmo del nivel de actividad. La disminución del margen por unidad de producto es sostenible solamente si el nivel general de actividad ofrece oportunidades para aumentar el volumen de producción, precisa.

"En la situación actual, una brusca desaceleración del nivel de actividad económica podría revertir los comportamientos virtuosos e incentivar fuertes y desordenados intentos por trasladar a precios la presión de los costos de producción con el objetivo de mantener algo de la rentabilidad total de la empresa", advierte.

Para el economista, esta situación "sería el comienzo de una nueva frustración en materia económica". Por eso -asegura- el desafío actual de la política económica reside exactamente en mantener la rentabilidad de las empresas y de acuerdo a la experiencia histórica argentina, el camino elegido actualmente parece el correcto: tipo de cambio alto para reflejar la verdadera productividad de la economía, virtuosismo fiscal y moderado aumento de la tasa de interés.


Peligro inminente
Los empresarios de la región también analizaron la situación. Reno Arcagdini, titular de la fábrica de amoblamientos para cocinas Reno, repasó la realidad de las pymes. "El mercado interno es una cosa pero las pymes para crecer se jugaron por el mercado externo con un dólar a tres pesos. Lo cierto es que ahora la moneda estadounidense se fijó a 2,70 y los costos aumentaron. Esto llevó a que en la exportación tengamos un dólar a 1,20 pesos y la situación no es sostenible", precisó.

Arcagdini explicó que "la mano de obra subió casi un 100%, la electricidad en Santa Fe más del 80% y las materias primas como aluminio, acero o aglomerado también un 100%".

En este escenario, una de las preocupaciones del empresario pasa porque "amortizar una maquinaria que se compra en dólares o euros lleva 15 años", cuando lo normal sería entre 3 y 4 años, y eso hace que no se renueve el parque existente. Así, el envejecimiento tecnológico llevaría a una "pérdida de competitividad a nivel internacional".

"Uno factura más pero no se puede reponer la maquinaria como corresponde. El sistema es engañoso, tira abajo la posibilidad futura de que una pyme pueda exportar, si la empresa se queda en tecnología no puede competir", puntualizó y agregó que "si el empresario no invierte para producir más se verá obligado a aumentar el precio de sus productos y eso llevará a la inflación".

En suma, Arcagdini tiene dos visiones. "Si la miro como argentino en relación al 2001 la situación de mi empresa mejoró, pero si miro a largo plazo veo que no puedo competir en el mundo porque no puedo reequiparme", indicó.

Ante este escenario, el empresario reclama una política de Estado "bien definida, que sea discutida entre todos los sectores productivos del país, que permita crecer a la Argentina".

Antonio Benatti, secretario de la cooperativa Herramientas Unión, brindó cifras puntuales sobre el aumento de costo. En materias primas, precisó que el incremento más notable se dio durante la mitad del año pasado, en comparación con los valores predevaluación, y señaló que en algunos casos hasta llegaron al 100% aunque en su mayoría rondaron el 50%.

"Un acero que pagábamos 5 dólares ahora está a 8, otro que costaba 12 está a 18 dólares y así con todos los casos. En nuestro caso se trasladó algo del costo a los productos pero no en su totalidad, preferimos quitarnos márgenes de ganancias para continuar siendo competitivos", subrayó.

La pyme local sale a darle batalla a la reducción de los márgenes de ganancias con la incorporación de nuevos clientes y la fabricación de nuevos productos mediante la futura adquisición de nueva maquinaria, además del constante mejoramiento de la calidad. "En un primer momento podemos achicar los costos pero si no invertimos nos vamos a terminar muriendo", redondeó Benatti.

Para José Luis Castellarín, titular del Movimiento por la Defensa de la Maquinaria Agrícola (Modemaq), también señaló el notable incremento de los costos siderúrgicos y de la energía, y marcó como una encrucijada saber de qué forma se trasladará el precio del gas y la luz cuando se liberen las tarifas. "Tal vez las grandes acerías que obtienen grandes ganancias gracias al comercio internacional absorban parte de los costos y no los trasladen al mercado interno", precisó.

El representante del Modemaq instó a que "de una vez por todas" se tomen medidas estructurales porque "no basta con no dejar caer el dólar a menos de 3 pesos". El sector de sembradoras está bastante quieto, a pesar de que es época de siembra de granos finos. Castellarín espera que llegue algo de financiamiento para reactivar las ventas. En cuanto a las inversiones recordó la demora en la devolución del saldo de IVA técnico que el gobierno nacional mantiene con las fábricas porque "es mucha plata que está parada".

El gobierno adeuda a los fabricantes de maquinaria agrícola alrededor de 100 millones de pesos, teniendo en cuenta que la facturación de 2004 fue de 512 millones de pesos, el saldo detenido frena algunas inversiones, precisó Castellarín.


Análisis
Las conclusiones de la primera encuesta coyuntural 2005 de la Fundación Observatorio Pyme clarifican el escenario en el que se encuentran las pymes argentinas y deja entrever hacia dónde van. El universo de estudio de esta encuesta son las empresas industriales que cuentan con una cantidad total de ocupados que oscila entre 10 y 200. Los sectores industriales analizados son alimentos y bebidas, textiles, confecciones, cuero y calzado, edición e impresión, químicos, caucho y plástico, productos elaborados de metal, maquinaria y equipo, aparatos eléctricos y autopartes.

La muestra, conformada por 360 empresas de todo el país, se extrajo de un directorio de mil empresas industriales pyme seleccionado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), como representativo del total de las pymes manufactureras argentinas que el Observatorio Pyme utiliza para la realización de sus encuestas estructural anuales.

El estudio arrojó que, en cuanto al desempeño productivo, en las pymes industriales durante el primer trimestre de 2005 las ventas se incrementaron un 9% y la ocupación un 10% en relación con el primer trimestre de 2004.

No obstante, las ventas de las pymes industriales se incrementaron un 0,4% durante el primer trimestre en relación con el trimestre anterior y el índice de difusión de ventas se encuentra en su menor valor. Así, la expansión de la economía y de la producción industrial en particular se estaría produciendo a un ritmo más moderado durante este año.

Por otra parte, el importante crecimiento de la cantidad de ocupados en las pymes refleja los buenos resultados obtenidos por el sector y las expectativas positivas para el futuro inmediato. A pesar del fuerte crecimiento interanual, por el momento no se perciben entre las pymes restricciones agudas de oferta. Entre estas empresas, la utilización de la capacidad instalada se mantiene a un nivel similar al de igual período del año anterior, precisa el estudio.

Sobre la inversión y el financiamiento bancario, el informe concluye que la inversión de las pymes industriales durante el primer trimestre de 2005 se encuentra en niveles comparables a los del mismo período del año anterior, aunque con significativas diferencias a nivel sectorial. Por otro lado, se destaca la suba del nivel de endeudamiento bancario.

En tanto, para las pequeñas y medianas industrias el principal problema pasa por la presión de costos sobre la rentabilidad. Durante 2004 y principios de 2005, la rentabilidad por unidad de producto de las pymes industriales se vio afectada negativamente debido al reacomodamiento de precios relativos entre los componentes del costo y los productos finales.

Así, la evolución de los costos llevó a que los márgenes se vieran reducidos. Esto se observa especialmente en algunos sectores que contaron con mayores dificultades para trasladarlos.

De todos modos, el estudio sugiere un clima optimista entre los industriales pyme. Las expectativas recogidas en abril se mantienen positivas. Las percepciones sobre la variación para el próximo trimestre de ventas al mercado interno y de horas trabajadas presentan en abril de 2005 valores similares a los de abril de 2004.

Además, los empresarios que hoy consideran la situación de su empresa mejor que hace un año, también creen que dentro de un año la situación será mejor o igual. A su vez, la mayoría de los que se perciben peor respecto al último año creen que dentro de un año estarán mejor o igual. Un trabalenguas optimista.
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