Año CXXXVIII Nº 48741
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Turismo
Señales
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 07/05
Salud 04/05
Autos 04/05

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 08 de mayo de 2005  
Beijing, ciudad prohibida
El Palacio Imperial fue el corazón del reino. Un laberinto de 800 edificios y 9.999 habitaciones

En la entrada, un cartel advierte que los 60 yuanes que hay que pagar para acceder no son para nada caro, comparado con lo que costaba en el pasado, cuando ingresar significaba dejar la vida. Durante sus cinco siglos de funcionamiento, a través del reinado de 24 emperadores de las dinastías Ming y Qing, la población común china tenía prohibido incluso acercarse a sus murallas de diez metros de altura que recorren un perímetro de seis kilómetros y resguardan sus 70 mil metros cuadrados, su laberinto de 800 edificios y sus 9.999 habitaciones.

El Gugong o Palacio Imperial es mucho más conocido por su nombre no oficial, la Ciudad Prohibida. El complejo fue el corazón de la capital china y también del imperio. Desde su interior, los emperadores, los Hijos del Cielo, emitían órdenes con autoridad absoluta a millones de súbditos. Se dejaban ver muy extrañamente y sus vidas, hasta el ocaso de las manchúes a principios del siglo XX, estaban gobernadas por un gusto por el lujo y el exceso.

Aunque las estructuras más primitivas del emplazamiento de la Ciudad Prohibida datan de la época de la dinastía mongol, la planificación de los edificios del palacio imperial es esencialmente Ming. La mayoría del siglo XV y de las ambiciones del emperador Yongle, el monarca responsable de devolver la capitalidad a Beijing en 1403. Su programa de construcción se concentró entre 1407 y 1420 e implicó hasta a un centenar de artistas y quizás a un millón de trabajadores.

Las salas se proyectaron siguiendo teorías geométricas -de acuerdo al yin y el yang, el equilibrio entre lo negativo y lo positivo- y como se encontraban en el centro exacto de Beijing, y Beijing era considerada el centro del universo, la armonía era suprema. El complejo del palacio reitera constantemente tales referencias, junto a símbolos personales de poder imperial, como el dragón y el ave fénix (emperador y emperatriz) y la grulla y la tortuga (longevidad del reino).

La estructura principal de la Ciudad Prohibida consta de dos grupos de tres palacios cada uno, situados uno detrás del otro sobre un eje central denominado la Línea Meridiana. Detrás de ellos, se encuentran los jardines imperiales y junto a los palacios están los antiguos aposentos de las concubinas. Hoy buena parte de las habitaciones están en proceso de reconstrucción.

El primer grupo de tres palacios estaba destinado a las funciones oficiales; el segundo, la corte interior, era de uso privado. Antes de llegar a ellos hay que pasar por la puerta meridiana, que estaba reservada para el emperador. Todas las mañanas, los principales funcionarios aguardaban en lo alto de la puerta la llegada del emperador, que era anunciada con tambores y campanas desde los pabellones situados a ambos lados de la puerta.

Más allá se abre un magnífico patio por el que corre el río de las aguas de oro, cruzado por cinco puentes interiores.


Armonía suprema
Elevándose sobre una terraza de mármol de tres pisos está la primera y más espectacular de las tres salas ceremoniales, la de la armonía suprema, que contiene 55 habitaciones. A ninguna persona común se le permitía pasar de esta sala. Se utilizaba para las más importantes ocasiones de estado, como la coronación o el cumpleaños del emperador o el nombramiento de generales al principio de una campaña. La última ceremonia que presenció fue la firma de un armisticio en 1918 y su imagen está grabada en la película "El último emperador".

Una rampa con pavimento de mármol, intrincadamente tallada con dragones y flanqueada por quemadores de incienso en bronce, marca el camino por el que el emperador era llevado en su silla. Su trono del dragón dorado se encuentra en el interior.

En los extremos del techo hay unas gigantescas cabezas de dragón, que era el símbolo imperial. La rampa de mármol que conduce a la terraza, decorada con nubes y un dragón, era de uso exclusivo del emperador. En la terraza hay un reloj de sol y una medida de grano, testigo de la preocupación imperial por las cosechas, cuatro quemadores de incienso en forma de tortugas y grullas, símbolos de longevidad y calderos de bronce para el agua, en previsión de un incendio.

Después viene la sala de la armonía mediana, lugar donde el emperador efectuaba las ceremonias de salutación a extranjeros y se dirigía a la descendencia imperial. Esta sala se usaba también para que el monarca examinara las semillas para la cosecha anual y como vestidor para los acontecimientos más importantes.

A continuación, la sala de la armonía conservadora era donde el emperador ofrecía banquetes a los príncipes de estados vasallos en la víspera del Año Nuevo lunar. También se utilizaba para los exámenes imperiales: aquellos que los superaban eran elevados a posiciones de poder. Sus galerías muestran varios hallazgos del lugar, aunque el más espectacular es un gran bloque con dragones y nubes tallados, que se halla en la parte de atrás de la sala. Es una creación Ming, reelaborada y una de las más excelentes tallas del palacio. Está realizada en una gran piedra de mármol de 250 toneladas que transportaron hasta allí desde lejos, mediante un procedimiento increíble: inundaban las calles en invierno para que se formaran láminas de hielo y así poder deslizarlo.

Paralelo a las estructuras de las salas ceremoniales se encuentran los tres principales palacios de la zona de alojamiento imperial. El primero de ellos es el palacio de la pureza celestial, la puerta de acceso a la corte interior o aposentos residenciales, en muchos sentidos la verdadera sede del poder. Es el más extravagante. Fue originariamente el dormitorio imperial, su terraza está coronada con quemadores de incienso en forma de grullas y tortugas. Después se convirtió en una convencional sala de estado.

Más allá se encuentra la pequeña sala de la unión del cielo y la tierra, que se empleaba para ceremonias menores. En ella, la emperatriz crió gusanos de seda para demostrar su industria, y el edificio se utilizó para alojar los sellos imperiales.

A continuación se llega al palacio de la tranquilidad celeste, símbolo de la tierra, que era el dormitorio de la emperatriz y en tiempos de los Ping, la cámara nupcial del emperador. Siguiendo la tradición, allí pasaban su noche de bodas los consortes imperiales. Por ley, el emperador debía dormir con su esposa las tres primeras noches de su matrimonio y el primer día del año nuevo chino. Este lugar es un edificio extraño, partido en dos. A la izquierda se encuentra un amplio espacio de sacrificio, con sus cubas dispuestas para recibir ofrendas (1300 cerdos al año durante los Ming). Más alejada, la cámara nupcial es una pequeña habitación, pintada enteramente de rojo, y cubierta con emblemas decorativos que simbolizan la fertilidad y la alegría. La última vez que fue preparado para su función fue en 1922 para la boda del niño Pu Yi, el último emperador manchú, quien al aparecerle una vela roja fundida decidió que prefería el Palacio de la Alimentación de la Mente y se volvió a ese lugar.

Al otro lado del complejo se encuentra un extraordinario museo de relojes que muestra el resultado de la pasión coleccionista de un emperador Ping. Junto a la entrada hay un reloj de agua chino del tamañazo de un rinoceronte.

Saliendo de las cámaras palaciegas están los jardines imperiales y la puerta de la arrogancia divina, que ofrecen un descanso después de tanto exceso ornamental.

Cada día, miles de turistas recorren la Ciudad Prohibida. Sorprende que en su mayoría sean chinos. Es que después de muchos siglos, un lugar vedado se ofrece a sus modernas cámaras digitales y ellos no pueden resistir la excitación de capturar en vivo imágenes que dieron lugar a las más fantásticas historias de misterio imperial.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados