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 domingo, 08 de mayo de 2005  
Martiniano Molina, un seductor en la cocina

Con un fuerte vínculo y una fluida comunicación con el público, las clases de cocina de Martiniano Molina transcurren con humor, soltura y algunos secretos culinarios. Al finalizar, sus admiradoras -mujeres adultas entendidas en el tema y sus seguidoras, chicas jóvenes atraídas por su encanto- se acercan para obtener un autógrafo o intentar un contacto directo. El cocinero y deportista no dejará con las ganas a sus fans y se prestará a las fotografías disfrutando del encuentro como si se tratara del último.

Martiniano estuvo en Rosario ofreciendo una clase abierta en el Portal Rosario Shopping y en diálogo con La Capital destacó que la dedicación y el amor "son condimentos que no deben faltar a la hora de preparar un buen plato".

Molina visita con frecuencia nuestra ciudad, ya sea para dar clases en el Colegio de Cocineros Gato Dumas o para ofrecer alguna clase magistral. "Siempre es un placer estar aquí", dice sonriendo.

Durante la charla no oculta su pasión por la cocina aunque también habla del deporte y en especial del handball, disciplina que le posibilitó alguna vez integrar el seleccionado nacional y que actualmente sigue practicando con soltura.

El joven cocinero (32) irrumpió en la pantalla chica hace cinco años y desde entonces no paró. Simpático y desenvuelto llevó la cocina a todos los espacios posibles. La radio, los libros y las demostraciones públicas lo convirtieron en uno de los cocineros más preparados, reconocidos y mediáticos del país.

Con novedosas recetas, su cuarto libro "Cocina al aire libre" ofrece preparaciones con diversos tipos de carnes y también variedad de platos a base de verduras.

Aunque el cocinero asegure que su estilo es siempre el mismo, su propuesta de trasladar el asado del campo a la ciudad ya se "hizo carne" entre las preferencias de los argentinos ya que con creatividad y perspicacia supo generar una alternativa para aquellos que no tienen parrilla en casa o viven en un departamento.

-Más allá de tu talento en la cocina, ¿qué sentís cuando tantas mujeres y sobre todo las más jóvenes, se acercan a vos?

-Ojalá que sirva para que empiecen a cocinar porque esto suma a la alimentación de todos los días y evita que la gente compre comida hecha. Tanto en el país como en el mundo parece existir un auge por la cocina y más sentido común a la hora de crear una receta.

- Con tanta actividad, ¿qué lugar ocupan ahora los deportes, seguís jugando handball?

- Juego en mi club, el Alemán de Quilmes. Me encanta seguir practicando pero por una cuestión de tiempo, ahora no estoy jugando ni entrenando en la selección.

- ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Trabajar en los medios, dictar clases o volcar tus recetas en un libro?

- Disfruto haciendo cualquiera de estas cosas. Me gusta todo lo que hago y la verdad es que soy un agradecido. Más allá de las exigencias que implica este tipo de actividad, mi trabajo es muy placentero.

- Siempre estás muy cerca de los chicos ¿Cómo es tu relación con ellos?

- Hay muy buena onda porque regalan espontaneidad y sinceridad. Estoy trabajando en un libro para ellos que todavía no se terminó de editar.

- ¿Con qué plato se puede agasajar a un invitado?

- Cada uno tiene sus preferencias. Puede ser cualquiera siempre que sea elaborado con tiempo, amor y dedicación. En mi caso elijo milanesas con arroz amarillo y limón.

- Algún consejo especial...

- Tiempo y amor. Como en cualquier cosa que elijamos es preciso dedicarle ambas. En estos tiempos es necesario encarar las actividades de manera consciente, con paciencia y presencia. Es la única forma de proyectar y crecer.

Paulina Schmidt
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