De cementistas a operadores turIsticos

Ex obreros de Corcemar y Minetti formaron una cooperativa y explotan un complejo

Ante un hecho que transforma la rutina se pueden adoptar distintas posturas. Una de ellas es aceptar el desafío y adaptarse al cambio. Eso es lo que hicieron varios trabajadores que perdieron sus empleos en una cementera mendocina. La necesidad y el ingenio los llevaron a organizar una cooperativa y a transformarse en operadores turísticos. Los ahora ex empleados reciben a los visitantes en complejos cercanos a las plantas de procesamiento y yacimientos de piedra caliza, que fueron reacondicionadas para su nuevo destino. La iniciativa corresponde a 30 ex operarios de las cementeras Corcemar y Minetti, desempleados desde 1998, quienes debieron modificar su tradición laboral y, con apoyo del gobierno mendocino y de la comuna de Las Heras, fueron capacitados en cooperativismo.

Para concretar el proyecto los emprendedores cementistas reacondicionaron 21 viviendas y otras instalaciones del barrio que otrora ocupaban directivos y personal jerárquico de la empresa Corcemar. Las casas se levantan en un predio ubicado en el distrito de Capdeville, 12 kilómetros al norte de la capital provincial, en Las Heras.

El terreno fue donado por la empresa a la municipalidad y los ex cementistas, agrupados en una cooperativa de trabajo, accedieron a un comodato para explotar turísticamente las instalaciones del ex country privado.


Los servicios
El predio tiene 6 hectáreas que contiene canchas de básquetbol, fútbol y una piscina que se habilitará el próximo verano. Camino a Villavicencio y San Juan, el centro ofrece unas cien plazas en casas de uno a tres dormitorios, con muebles y cortinas, cocina, dos baños y estufa hogar en cada living, vista a la precordillera mendocina, churrasquera y garage.

El debut de los ex desocupados como operadores turísticos fue en Semana Santa, cuando recibieron a los primeros huéspedes. "Llegó gente de Chile, Francia, Río Negro, Buenos Aires y Córdoba, y para nosotros fue toda una experiencia. Todos fueron muy amables y se fueron muy conformes", relataron.

Mientras hacen sus primeras armas en su nueva actividad esperan que los ayuden a difundir este proyecto, "que no sólo nos dará sustento a nosotros sino que también puede generar trabajo a otra gente como a los puesteros de la zona que venderán sus chivitos o alquilarán caballos para realizar cabalgatas por los alrededores".

Los paisajes mendocinos, marco perfecto para el proyecto.