La 13ª fecha de las eliminatorias sudamericanas

Argentina recibe a Colombia en el Monumental

Tras el triunfo en La Paz y con otras caras, el equipo de José buscará tres puntos que lo afirme en la punta

A estadio lleno, las selecciones de Argentina y Colombia protagonizarán esta noche, desde las 20, en River Plate, en el marco de la 13ª fecha de la eliminatoria sudamericana para el Mundial 2006, una nueva edición de este nuevo clásico continental.

Llegan en circunstancias muy disímiles. Argentina (25 puntos) mira la tabla desde arriba y está ya casi clasificada para viajar a la vieja Teutonia, cuando todavía quedan siete fechas por jugarse, en tanto que Colombia (14), en el sexto puesto, se juega la vida -metafóricamente, claro- en cada punto.

Los cuatro primeros irán al Mundial y el quinto jugará un repechaje, así que el equipo caribeño, por el momento, no entra.

La historia de los enfrentamientos entre argentinos y colombianos se divide en un antes y un después de aquel clamoroso 5-0 que Carlos Valderrama, el Tren Valencia, el Tino Asprilla, Oscar Córdoba y compañía le propinaron a la selección de Alfio Basile en el mismo escenario de esta noche, en octubre de 1993, mandándola a jugar una reclasificación ante Australia para poder ir después a Estados Unidos 1994.

"Ni vos sos la misma ni yo soy el mismo", dice el tango.

Hoy, Argentina puede darse el lujo de ir a jugar a la altura de Bolivia con una especie de reserva calificada y, además, ganar.

Los colombianos, pese a contar con un grupo de jugadores de muy buen nivel (varios de ellos con pasos por el fútbol argentino), todavía no lograron hacer olvidar a sus próceres del pasado cercano y están en zona de riesgo, con posibilidades de repetir el faltazo a Corea del Sur-Japón 2002.

José Pekerman aún no confirmó la alineación de su equipo, pero todo indica que, de los que vencieron el pasado sábado a Bolivia en el Hernando Siles (resultado inédito desde aquella palomita del sanjuanino Oscar Fornari hace 32 años), sólo volverá a cantar presente el afirmado arquero Roberto Abbondanzieri.

Los nombres que se presumen son toda una promesa: la sensibilidad y el buen gusto de Juan Román Riquelme, la reciclada voracidad de Hernán Crespo, el desequilibrante desenfado de Javier Saviola, la solvencia mayúscula de Javier Mascherano, el compromiso vital de Juan Pablo Sorín, la trayectoria indiscutible de Javier Zanetti, la seguridad absoluta de Roberto Ayala, la joven categoría de Luis González, el oficio jerarquizado de Gabriel Heinze, la personalidad desbordante de Fabricio Coloccini...

Reinaldo Rueda, el hombre elegido por los colombianos para comandar este vuelo, tampoco hizo público quiénes serán sus elegidos, pero pareciera que va a jugar con un solo punta y dos enganches, fórmula que anticipa la intención de cuidar la pelota, más que de atacar abiertamente.

Un par de párrafos especiales se ganó el vigésimo tercer hombre del campo, el engominado árbitro paraguayo Carlos Amarilla, quien viene de lucirse el domingo último en Goiania.

Primero, no sólo dejó sin sanción un clarísimo penal de Walter Vílchez a Ronaldinho, sino que además, amonestó al crack gaúcho, simulando (Amarilla) que simulaba (Ronaldinho). Después, se contentó con marcar la infracción, sin siquiera mostrar la tarjeta del color de su apellido, ante un criminal planchazo del zaguero Juan que milagrosamente no le seccionó una pierna a su tocayo Cominges. (DyN)

Mascherano y Riquelme estarán presentes.