Año CXXXVII Nº 48700
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Salud 23/03
Autos 23/03
Turismo 20/03
Mujer 20/03
Economía 20/03
Señales 20/03
Educación 19/03

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 27 de marzo de 2005  
[Perfiles] Julio Verne
De la tierra a la luna, en el aire y bajo el agua
Francia homenajea a uno de sus grandes escritores en el centesimo aniversario de su muerte

Sabine Glaubitz

Para muchos, primero está la Biblia, luego Shakespeare y justo después Julio Verne. Las obras del autor francés, que enviaba a sus héroes al centro de la Tierra o a 20.000 leguas bajo el mar, siguen formando parte en la actualidad de la lista de las más leídas y más traducidas en todo el mundo. Julio Verne, que murió el 24 de marzo de 1905 a los 77 años en Amiens, norte de Francia, no perdió nada de su poder de fascinación.

Con motivo del centésimo aniversario de su muerte, Francia dedica al escritor numerosos eventos. Entre ellos, la exposición "Julio Verne, la novela del mar" estará abierta hasta el 31 de agosto en el Museo de la Marina de París. El título de la muestra no podía ser mejor, porque el mar no sólo tenía un papel importante en sus novelas, sino también en su vida.

Julio Verne nació el 8 de febrero de 1823 en Nantes. En esa ciudad portuaria junto al Loira el escritor vivió hasta los veinte años. Delante de la ventana de su casa paterna, que estaba en la calle Cours 50-Otages, número dos, podía observar los gigantescos barcos de vela que entraban y salían del puerto. Estaba tan entusiasmado con la navegación que incluso intentó a los 11 años realizar un viaje al mar. A último minuto, sin embargo, lo descubrieron y lo bajaron del barco.

"Un capitán de quince años", "Norte contra sur", "Una ciudad flotante" son sólo algunos de los títulos en los que manifestó su fascinación con la navegación y los viajes. "Veo el Loira otra vez (...) Los barcos están unos junto a otros en las orillas, en dos y tres filas. Otros suben el río, otros bajan (...) Despiertan tantos recuerdos en mí", escribió en sus memorias.

Su entusiasmo incansable y su rica fantasía lo convirtieron en uno de los escritores de novelas de aventuras y de futurología más importantes. En historias como "Cinco semanas en globo", "La vuelta al mundo en 80 días" y "De la Tierra a la Luna" no inventó nada, sino que se basaba en las investigaciones científicas de la época. Porque cuando el más bien tranquilo y reservado escritor no salía a navegar con su hermano Paul en uno de sus barcos hacia Escocia o Nueva York, leía libros científicos y diarios.

Verne era una persona extremadamente disciplinada. Trabajaba de cinco de la mañana a diez de la noche. Su esposa Honorine, con la que se casó el 10 de enero de 1857 y con la que se trasladó a Amiens en 1871, se quejaba muchas veces de la ausencia de su marido. "Cuando no está en la biblioteca, está sentado en la sala de espera de una estación", dijo alguna vez. De esta manera, se refería a las estancias regulares de su marido en París. Una vez por semana viajaba en tren a la capital francesa para visitar a su editor Hetzel.

La mayoría de sus más de 60 novelas nacieron en Amiens y Crotoy, un pequeño pueblo en la costa norte de Francia, en la Picardía, donde vivió entre 1865 y 1870. En ese pequeño puerto de pescadores, en el que estuvo durante mucho tiempo su velero "Michel II", también encontró la inspiración para su obra maestra, "20.000 leguas de viaje submarino".

Verne sólo vivió en París al principio de su carrera. En 1848, se mudó a la capital para estudiar Derecho, por deseo de su padre, que era abogado. Pero pronto conoció a Alejandro Dumas, escribió sus primeras obras de teatro y se mantuvo con dificultades como corredor de bolsa.

Su primer gran éxito lo consiguió en 1863 con "Cinco semanas en globo". Poco tiempo después, se trasladó a Crotoy y luego a Amiens, donde podía escribir con total tranquilidad: "Estamos en las cercanías de París, lo suficiente como para tener su esplendor, pero sin el ruido insoportable y la vida estéril", dijo.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados