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 sábado, 26 de febrero de 2005  
Decenas de animales aparecieron muertos en los últimos meses
Vecinos de Pueblo Esther denuncian un envenenamiento masivo de perros
Presumen que se utiliza un producto organofosforado, también letal para la salud de los seres humanos

Silvia Carafa / La Capital

Pueblo Esther. — Una nueva matanza de perros alertó a los vecinos que reclaman la urgente intervención de las autoridades ambientales y de la Justicia. De acuerdo a los síntomas que presentan los animales al morir se trataría de envenenamiento por organofosforados, situación que potencia el riesgo para las personas y en forma especial para los niños que juegan con las mascotas. Por el hecho ya hay radicada una denuncia en los Tribunales por lo que esperan que también haya citaciones, ya que circulan los nombres de tres presuntos responsables.

  Según los vecinos, el hecho no es nuevo y se registra en distintos puntos de la localidad. Meses atrás hubo decenas de perros muertos con las mismas características. Se trata de animales con dueños que no representan ningún riesgo para los demás y que mueren dentro de los domicilios. “Me envenenaron dos perros y pude salvar a una perra, mi vecino lleva cuatro perros envenenados”, explicó Alberto Facttor y agregó que el lugar donde se descompuso uno de los animales quedó “como si se hubiera quemado el pasto”. En su opinión se trata de “un veneno muy potente que cualquier chico puede tocar y terminar intoxicado, esto es muy grave”, aseguró.

  Según Facttor, la persona que arroja el veneno y que pone en riesgo la vida de los demás “es un demente, alguien que no está bien de la cabeza”. Y reiteró que las autoridades comunales deben tomar medidas urgentes porque el hecho va más allá de la muerte de los animales. “Tienen que pensar que puede ser un chico, nosotros damos un alerta urgente”, enfatizó y agregó que la primera matanza ocurrió en los meses de mayo y junio del año pasado.

  Para Verónica López Nordio, técnica en control bromatológico y miembro activa de la Asociación Protectora de Animales de Pueblo Esther, la situación es muy grave. “Los perros presentan un cuadro neurológico que hace presumir que fueron envenenados con organofosforado, tienen convulsiones, espuma en la boca y defecan”, describió. Y agregó que si el caso es tomado a tiempo, y de acuerdo a la dosis de veneno ingerida, los animales pueden sobrevivir aunque sin evitar un sufrimiento atroz para superar la crisis que le produce el tóxico.

  López Nordio también alertó sobre el peligro que representa ese tipo de veneno, que está presente en los pesticidas que se utilizan para el control de plagas. Además relató que dos años atrás, una señora sufrió una intoxicación que por los síntomas fue relacionada con la muerte por envenenamiento de su perro. “La mujer consumió un pollo de su granja que de alguna manera había estado en contacto con el perro afectado”, explicó.

  En los últimos meses ya suman treinta los perros envenenados. La situación intranquilizó de tal modo a los vecinos que radicaron la denuncia en la comisaría de la localidad, desde donde se remitió a los Tribunales de Rosario. “Es un delito más allá de la llamada Ley Sarmiento sobre los animales, esto es un delito de contaminación ambiental porque pone en riesgo a la vida de las personas”, enfatizó. Además, dijo que en el marco de dichas investigaciones, en el Instituto Médico Legal se está realizando la autopsia de uno de los animales muertos y de los menudos de pollo que habría vehiculizado al veneno.

  Para la portavoz de la Protectora de Animales, es urgente que la Justicia actúe de oficio, “que por favor venga alguien para analizar el pasto y el suelo donde aparecieron muertos los perros”, clamó. Además, explicó que desde su asociación no cuentan con los medios suficientes como para sostener ese tipo de investigaciones, y pidió a las áreas de Medio Ambiente de la provincia y de la comuna, que tomen cartas en el asunto.

  “Hay tres personas firmemente sospechadas”, aseguró y pidió que un letrado realice una investigación a fondo para lo cual descontaron brindarle toda la colaboración. Según López Nordio, los vecinos están temerosos porque piensan que están frente a alguien que no tiene conciencia del daño potencial que puede ocasionar. Y dijo que los productos con organofosforados se consiguen en los comercios del ramo y se aplican, por ejemplo, en las quintas para controlar las plagas.

  “Para qué querés un vecino que nos ponga en ese riesgo”, alertó López Nordio y dijo que ante la sospecha de que un animal haya sido envenenado con este tipo de productos hay que utilizar guantes y lavar con abundante cantidad de agua a fin de neutralizarlo. En su opinión la comunidad debe asumir el compromiso de denunciar y de comprometerse, “así se cambiarían las cosas en el país”, comentó. También dijo que las autoridades comunales del lugar están preocupadas y dispuestas a colaborar para esclarecer la situación.



Intoxicaciones



  “Esta es otra ola de intoxicación, hace tres meses hubo otros casos, donde yo solo atendí más de veinte casos”, explicó el veterinario Pablo Genoud. Y dijo que los síntomas comienzan por alteraciones gastrointestinales, continúan con vómitos y cuadros neurológicos, hasta pueden terminar en insuficiencias renales. El profesional resaltó el peligro que representa la diseminación de los sebos envenenados.
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