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 miércoles, 23 de febrero de 2005  
El shiíta Ibrahim Al Jaafari será el nuevo primer ministro iraquí
El líder del partido Dawa representará la figura política más fuerte del país. Tiene un perfil conciliador y prudente

Bagdad. - El presidente del partido Dawa, Ibrahim Al Jaafari, será el próximo primer ministro interino de Irak, anunció ayer un portavoz del segundo mayor partido shiíta del país, el Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak (Scrii) en Bagdad.

La noticia se conoció tras un encuentro de la Alianza Iraquí Unida (AIU), el nombre bajo el cual concurrieron los principales partidos shiítas a las elecciones del 30 de enero, en las que lograron 140 de los 275 escaños del Parlamento.

El portavoz agregó que el presidente del Congreso Nacional Iraquí (CNI), Ahmed Chalabi, retiró su candidatura para el cargo, dejando así vía libre para la postulación de Al Jaafari.

Según la cadena árabe Al Arabiya, el gran ayatolá Ali Al Sistani, quien apoyó a la alianza shiíta antes de las elecciones, se habría negado a inmiscuirse en la disputa desatada en torno a quién debía ocupar el puesto de primer ministro.

Como presidente interino se baraja el nombre del político kurdo Yalal Talabani. Los kurdos, que también acudieron en alianza, se convirtieron tras los comicios en la segunda fuerza del país.


Superó el exilio
Ibrahim al Jaafari pasó décadas en el exilio, pese a lo cual nunca perdió el contacto con su patria, Irak, un país plagado de guerras y de opresión. Compañeros de su carrera política califican a este shiíta de hombre activo pero también prudente.

Con su barba corta y trajes oscuros, el jefe del partido Dawa, de 58 años, asusta menos a los miembros de otras orientaciones religiosas y a los shiítas más seculares que por ejemplo el clérigo radical Muqtada Al Sadr.

Sus críticos dicen que el partido shiíta Dawa tiene una relación demasiado estrecha con el régimen de Teherán. Pero Al Jaafari siempre ha afirmado que rechaza la participación de los eruditos religiosos en el poder, tal como lo hace el modelo iraní. Y, aunque los miembros de su partido fueron perseguidos durante el régimen de Saddam Hussein con la misma saña que los comunistas y los kurdos, hoy en día Al Jaafari apuesta sobre todo por el diálogo y la reconciliación.

Asimismo, insiste en que la base para la Constitución que deberá ser redactada por la nueva cúpula iraquí durante los próximos seis meses no se regirá exclusivamente por el islam.

Ibrahim Al Jaafari nació en 1947 en el seno de una familia muy religiosa en la ciudad de peregrinaje de Karbala. Comenzó su carrera política durante su época de estudiante de medicina en la universidad de Mosul.

Después de que el régimen de Saddam Hussein prohibiera el partido Dawa y asesinara a miles de sus miembros, Al Jaafari huyó en 1980 a Irán. Nueve años después desembarcó en Londres, donde vivió hasta su regreso a Irak tras la entrada de los estadounidenses en Bagdad en abril de 2003. Sin embargo, también durante su exilio permaneció políticamente activo.

Para sus opositores, lo que daña la imagen de Al Jaafari es el hecho de que perteneció al Consejo de Gobierno provisional creado por los estadounidenses tras la guerra. Luego se convirtió en uno de los dos vicepresidentes del gobierno de transición nombrado en junio de 2004 con auspicio de Naciones Unidas y bajo la atenta mirada de EEUU.

Tiene cinco hijos y junto a medicina también cursó estudios religiosos. Logró ganar puntos tras su regreso a Irak sobre todo gracias a sus modestos modos. Incluso durante el debate en el seno de la alianza shiíta sobre quién debía ocupar el puesto de primer ministro se mostró muy reservado. (DPA)
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Al Jaafari fue perseguido por Saddam y huyó a Irán.

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