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 miércoles, 12 de enero de 2005  
La nefrología de Harvard según un médico rosarino
Un especialista local compartió conocimientoscon los mejores profesionales de Estados Unidos

María Laura Favarel / La Capital

"En el campo de la nefrología se han dado sorprendentes avances que benefician la calidad de vida de los pacientes y prolongan la sobrevida. Todo apunta a la prevención", aseguró Víctor Artolazábal, único nefrólogo argentino en cursar estudios de la especialidad en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

El especialista rosarino participó de clases intensivas con los mejores profesionales del país del norte. Allí tomó contacto con las últimas investigaciones sobre tratamientos, trasplantes y medicamentos. "Uno de los adelantos más importantes de la especialidad tiene que ver con la terapia sustitutiva de la función renal (diálisis), que se aplica en personas con insuficiencia renal crónica. Los últimos avances desterraron el concepto de que la diálisis es un tratamiento cruento y hoy encontramos pacientes que hace más de 20 años que se dializan y están muy bien", dijo Artolazábal a La Capital. Este cambio se vincula con el surgimiento de nuevos materiales, tales como mejores equipos y membranas para la depuración sanguínea de las toxinas urémicas, hasta medicamentos para tratar las complicaciones, a los que se suman la diálisis peritoneal contínua ambulatoria y el trasplante renal.


Menos complicaciones
"En general los últimos avances apuntan a disminuir las consecuencias de la enfermedad", dijo Artolazábal, y en tal sentido reafirmó la importancia del control de la presión arterial y de los lípidos para reducir el riesgo cardiovascular.

"La enfermedad renal crónica tomada a tiempo puede postergar el ingreso a la diálisis, enlentecer la enfermedad y en algunos casos detenerla. Muchos se resisten a ingresar a diálisis -reconoció Artolazábal- pero esto no es bueno porque pueden surgir complicaciones tales como falta de apetito, disminución de peso, decaimiento, hipertensión arterial y edemas. "Generalmente los pacientes que no consultaron a tiempo ingresan a diálisis con diabetes o hipertensión y ambos trastornos son más difíciles de tratar".

"La diabetes avanza a pasos agigantados en los países del norte y seguramente esta tendencia se repetirá en el hemisferio sur. Esto se debe a un estilo de vida sedentario y la mala nutrición", afirmó el nefrólogo, quien aconsejó estrictos controles de la diabetes para evitar la enfermedad renal.

"Aproximadamente el 40% de las personas que llegan a los servicios de diálisis en EE UU la padecen, por esto es conveniente que las personas con diabetes efectúen el control periódico de la presión arterial y de los niveles de albúmina en orina", dijo.

Finalmente el nefrólogo aconsejó a las personas con diabetes evitar las drogas que puedan dañar al riñón, y tomar recaudos en la utilización de material de contraste, ya que puede agravar una enfermedad renal preexistente. Si son imprescindibles, se pueden utilizar tratamientos preventivos para disminuir los riesgos del uso de material de contraste.
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Para Artolazábal, lo que más necesitan los pacientes es "afecto, apoyo y contención".

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