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 domingo, 09 de enero de 2005  
Kirchner sigue descansando en El Calafate y pensando en las elecciones de octubre
Retomó sus vacaciones en la Patagonia, acompañado por sus allegados más cercanos. Nula exposición pública

El presidente Néstor Kirchner retomó su descanso en la villa turística de El Calafate, que matiza reuniéndose con colaboradores cercanos, entre ellos el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para analizar aspectos vinculados con la gestión de gobierno y a las próximas elecciones legislativas, entre otros asuntos de Estado.

Kirchner, desde que arribó ayer a El Calafate junto a su jefe de Gabinete, no salió de su casa, ubicada a cien metros de la costa del lago Argentino, donde lo esperaba su esposa, la senadora Cristina Fernández. A ese grupo se sumó el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zanini, hombre de mayor confianza del mandatario.

El presidente tenía previsto analizar con ellos temas vinculados a las elecciones parlamentarias de octubre próximo, la estrategia a seguir por el gobierno durante 2005, así como el escenario posible a partir de la presentación del canje de la deuda externa y, también, hacer un balance sobre la repercusión que tuvo para su administración la tragedia del boliche de Once.


Sin actividad
Aunque el presidente no tiene previsto desarrollar ninguna actividad oficial, la cooperativa telefónica de El Calafate hizo gestiones para que el jefe del Estado asistiera a la firma de un convenio para la instalación de la red que comunicará el centro de esa villa turística con el glaciar Perito Moreno, el más importante sitio turístico de la provincia.

Kirchner tuvo que adelantar el regreso de sus minivacaciones en El Calafate el martes pasado, tras las fuertes críticas que recibió por mantenerse lejos y no emitir opinión sobre la tragedia del boliche del barrio porteño de Once.

Ante los cuestionamientos recibidos incluso en su provincia, el primer mandatario esgrimió su primera defensa: "La tragedia es demasiado grande y demasiado terrible como para agregarle declaraciones o gestos de exhibicionismo".

Luego, ya en Buenos Aires, embistió contra un sector de la prensa al que acusó de creer "que Argentina termina en la General Paz" y aclaró que sólo "un día hábil" estuvo sin actividad oficial.

Incluso, el jueves último estuvo a punto de retornar a El Calafate, pero sorpresivamente decidió postergar el viaje un día tras recibir un llamado telefónico cuando estaba a bordo del avión.

La enigmática comunicación, de la que no hubo información, llevó a Kirchner a regresar a la Casa Rosada y seguir desde su despacho las alternativas de la marcha en Plaza de Mayo. Se estima que la decisión de no volar a la Patagonia estuvo relacionado con el tema del incendio en la discoteca ya que cuando retornó a su despacho en la Casa Rosada recibió a un grupo de damnificados, tal como lo había hecho con otros por la mañana.

Kirchner compartió anoche una cena en el restorán Casimiro junto a su esposa, la senadora Cristina Fernández, Alberto Fernández y empresarios locales.
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El presidente disfruta de las bondades climáticas.

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