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 domingo, 09 de enero de 2005  
Mercados: Terminó el ciclo de tasas bajas
El 2005 arranca con previsiones de ajustes en los tipos de interés y en el país, un superávit mucho menor

Salvador Di Stefano

Parecía que 2004 terminaba a toda orquesta pero no siempre el mercado hace lo que una persona quiere, sino que es la consecuencia de la oferta y la demanda de miles y miles de actores económicos.

La compra de dólares contra emisión monetaria no generaría presión inflacionaria si se respeta la relación de equilibrio entre dólares y pesos. Durante la convertibilidad el país vivió años con inflación baja y el Banco Central (BCRA) acumuló más de 20.000 millones de dólares bajo esta formula. Pero, en esta oportunidad, se compran dólares contra reservas y parte de esos dólares se utilizan para realizarle pagos a los organismos financieros internacionales, por ende, se lleva adelante una emisión sin respaldo que a la larga generara presiones inflacionarias.

Esto, que figura en cualquier libro de texto de economía, era desconocido por las autoridades que llegaron a amenazar con el control de precios si los aumentos persisten.

Otro tema económico de manual era que tarde o temprano la época de bonanza de la economía mundial iba a finalizar y los bancos centrales del mundo no iban a sostener in eternum tasas de interés reales negativas que en algunos casos no llegaban al 1% anual. El ciclo de tasas bajas terminó.

El año 2004 fue el de mayor crecimiento mundial en los últimos 30 años y 2005 asoma con un moderado crecimiento, pero se ajustarán los tipos de interés a niveles neutrales respecto a la inflación, con lo cual la suba de tasas está cantada (al margen de la anécdota del viernes último en donde histéricamente los operadores esperaban la cifra de creación de empleos de Estados Unidos como el mana que vendría a salvarlo de la baja de mercado).

Otro tema a seguir de cerca es la balanza comercial Argentina. En los años 2002 y 2003 se obtuvo un superávit comercial cercano a los 16.000 millones de dólares anuales y en 2004 se estarían rondando los 12.000 millones de dólares. Esto, en la jerga de mercado, indica que al país le salían dólares por las orejas. Con un BCRA que imponía un duro control de cambio la fuga de dólares al exterior era funcional a la política económica que deseaba un tipo de cambio elevado y si sobraban, los compraba el BCRA contra emisión monetaria. En 2005, con precios internacionales de los productos que el país exporta en baja, desmejora en los términos de intercambio y suba de las importaciones vía mayores inversiones en el mercado interno, parece que con suerte el superávit comercial se ubicará en los 7.000 millones de dólares y se entrará a un mercado cambiario más apretado.


Cómo tentar inversores
El BCRA deberá tentar a que los inversores en primer lugar dejen de fugar dólares, en segundo lugar, que tampoco dolaricen los portafolios y en tercer lugar, que pesifiquen sus carteras. Para que alguien se pase del dólar al peso sólo hace falta una gran zanahoria, y esta es la tasa de interés, con tasas del 5,9% anual que rinden las letras del BCRA y la tasa pasiva del 4% anual que pagan los bancos por grandes suman nadie piensa en pesificar carteras, una vez más de manual la tasa en Argentina tiene a futuro un recorrido alcista.

Así con más inflación que -se espera se ubique entre el 10% y 12% anual-, con tasas de corto plazo en Estados Unidos que para fines del año 2005 se ubicarían en el 4% anual, es imposible que en el país los bancos paguen tasas pasivas del 4% anual. Claramente esta tasa se deberá ubicar en niveles similares o por encima de la inflación si las autoridades monetarias desean que se pesifiquen portafolios.

Como todos saben, la tasa es el peor enemigo de la Bolsa, pero aquí hay que hacer dos consideraciones. Una para el mercado de bonos y otra, para el de acciones. En materia de bonos, todo suba en la tasa de corto plazo en Estados Unidos atenta contra el éxito de la reestructuración de la deuda pública. Hoy es vox populi que el canje tendrá una aceptación del 70%, en esta nota poco se puede hablar del canje porque no hay noticias ciertas, todos son comentarios informales cuando se está a tres días de la presentación oficial de la oferta, por lo que desde esta columna calificamos a esta operación como mínimo de improvisada y no creemos que llegue al 70% de aceptación debido a que hasta que culmine el canje la tasa en el exterior subirá y muchos se jugaran a una segunda vuelta o reapertura del canje a futuro.

Por otra parte, los bonos que cotizan actualmente están sobrevaluados si esperamos que la tasa a nivel mundial o local esta por mostrar un fuerte aumento.


El clima en la Bolsa
En lo que respecta a la Bolsa, parece que en enero el volumen lo dice todo, en la medida que no se observe un fuerte ingreso de capitales el Merval irá lentamente decantando a la baja porque en febrero vence el mercado de futuros y opciones y con los volúmenes actuales es imposible digerir la oferta de acciones a los precios de hoy. Por ende, el volumen será determinante para saber si finalmente el Merval busca nuevos máximos o se recuesta por debajo de los 1.300 puntos.

En la Bolsa perlas hay muchas, por ejemplo Petrobrás que termino de vender su petróleo a precios de 24 dólares el barril para renovar la venta futura a precios por encima de los 36 dólares, sin embargo el mercado parece estar peleado con esta acción que tiene un gran potencial pero hasta tanto no ver un volumen importante abstenerse, algunos dicen que el papel solo subirá cuando Lula y Kirchner tengan mejor onda, por el momento se mira y no se compra.

Conclusión: El 2005 empezó predecible, no hay que comerse los amagues del mercado. La Argentina, por el momento, no es una buena plaza para invertir producto de la gran incertidumbre que desata el canje. Lo mejor es desensillar hasta que aclare.
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