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 miércoles, 05 de enero de 2005  
El Mini convertible ya está en Argentina
El modelo se presenta en una única versión Cooper S, con motorización 1.6 de 170 caballos y perfil de equipamiento "Chili". Cuesta 40.900 dólares

Jorge Kaplan / La Capital

Decidida a aprovechar el verano, BMW presentó en Argentina la versión convertible del Mini Cooper S que estará entrando a las concesionarias criollas durante el mes de enero. El auto posee el particular estilo de este legendario modelo, con el lujoso equipamiento de BMW -que es propietaria de la marca británica- y el plus de ser un cabriolet tradicional con capota.

La casa alemana realizó una reunión de despedida de año con la prensa especializada vernácula en un bucólico country de la localidad bonaerense de Pilar, y en ese marco presentó una media docena de modelos que ampliarán la gama de productos a lo largo de 2005. Entre ellos se contaron el Serie 6 Cabrio, los nuevos X3 y X5, y el Mini Cooper, ya en el mercado local, además del Serie 1 que llegará en marzo y el nuevo Serie 3 que será lanzado mundialmente en marzo en el Salón de Ginebra y que arribará al país a mediados de 2005.

El Mini cabrio se presentó mundialmente en el Salón de Ginebra realizado en marzo del año pasado, y ya está en el país para completar la gama del pequeño modelo. El primer Mini con techo duro desembarcó en Argentina en marzo pasado y se presentó en dos versiones: Cooper y Cooper S. Para el Mini cabrio, la compañía eligió importar una de las versiones más deportivas y de estilo más moderno: el motor es el 1.6 de 170 caballos de potencia (idéntico al del Cooper S) y perfil de equipamiento "Chili" que le otorga un carácter juvenil.

Este Mini adopta una capota de accionamiento eléctrico, que está disponible en tres colores diferentes (negro, verde y azul), para combinar a gusto de cada cliente con la pintura de la carrocería.

La apertura se realiza en dos fases: la primera desliza el techo hacia atrás y la segunda repliega totalmente la capota en el sector trasero. A diferencia de otros convertibles modernos, la capota no queda cubierta por ningún elemento, y lo que se buscó con eso fue darle un toque old fashioned, más clásico y en homenaje a los viejos tiempos.

El interior es prácticamente idéntico al de la versión con techo, con dos butacas delanteras cómodas y dos traseras bastante reducidas, mientras que la capacidad del baúl no se vio muy afectada ya que la capota no se esconde.


Motorización
La motorización es la conocida en la versión de techo rígido: un 1.6 litro naftero, potenciado con turboalimentador, que entrega 170 CV a 6.000 rpm, y con un interesante torque de 220 Nm a 4.000 rpm que le otorga cualidades dinámicas de neto corte deportivo.

La caja de cambios es manual de seis marchas -igual que el Cooper S de techo duro- y cuenta, como equipo de serie, con suspensión deportiva Plus.

La velocidad máxima que alcanza este Mini cabrio -según datos del fabricante- es de 222 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h es de 7,2 segundos.

El perfil de equipamiento de toda la gama Mini arranca con la denominación "Salt" (sal), sigue con la intermedia "Chili" (ají), y culmina con el Hot Pepper (pimienta caliente). Los nombres hablan por sí solos del carácter deportivo que le quieren dar al Mini.

En el caso del Cooper S cabrio, se eligió el nivel "Chili" que incluye de serie control de tracción, frenos con antibloqueo ABS, distribuidor electrónico del par frenante EBD y bloqueo de diferencial CBC. Viene con airbags frontales y laterales, y arcos de protección antivuelco fijos detrás de los asientos traseros.

Entre los opcionales se cuentan cambiador de seis CD, sensor de lluvia y climatizador, y además una serie de posibilidades estéticas como franjas blancas o negras.

El modelo descapotable se comercializará en Argentina a 40.900 dólares, unos 6 mil más que la versión de techo duro Cooper S con las mismas características. El cabrio será el modelo más caro de la serie Mini, que arranca en 25.900 dólares para el Cooper con equipamiento "Salt" y motor de 115 caballos.

El precio y las características del Mini, y sobre todo de la versión cabrio, lo hacen un producto destinado a un reducido y selecto público, pero que seguramente será aceptado y admirado en un país tuerca como la Argentina.
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