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 domingo, 21 de noviembre de 2004  
Vínculos
Revalorización de la figura paterna

Varios psicólogos y psicopedagogos coincidieron en que la presencia de la figura paterna durante la infancia y la adolescencia es vital para el desarrollo de las personas.

Nada de lo que hacen los papás pasa desapercibido para sus hijos, sobre todo durante la primera infancia que define, en buena medida, el desarrollo posterior de los niños como jóvenes y como adultos.

"La manera en cómo mirás al bebé, cómo lo llevás en brazos, cómo le enseñás a caminar, si valorás los pequeños esfuerzos que hace: todo eso constituye modelos de enseñanza, matrices para los futuros aprendizajes en la vida", explicó la psicopedagoga Alejandra Libenson.

Autora del libro "Criando hijos, creando personas. Preguntas frecuentes y respuestas diferentes sobre bebés y niños pequeños" y poseedora de una vasta experiencia en jardines maternales, Libenson afirmó que "el lugar de un padre es tan importante en la vida del niño como el de la madre" pese a que el primer vínculo, desde el momento de la gestación es materno.

"Cuando el bebé nace está totalmente fusionado con la mamá y muchos papás se sienten desplazados y no entienden que, al principio, el vínculo con los hijos se construye a través de la madre, sosteniéndola y acompañándola para que esté bien con su bebé que la necesita en todo", detalló la psicopedagoga.

A medida que pasan los meses, los papás se incorporan a la relación mamá bebé y ya desde la primera infancia, simbolizan el mundo externo y ofrecen un modelo distinto al de la mamá.

"Muchas veces las madres tienden a mantener a los hijos en la casa y son los papás los que los impulsan a salir", comentó Libenson.

Los psicólogos sostienen que los papás que durante la infancia fueron compañeros de la mamá y del bebé, y como contrafigura de un modelo femenino que tienden a la sobreprotección, también tienen una influencia clave en la pubertad.

"La figura paterna es importante durante la adolescencia si lo fue durante la infancia", especificó la psicóloga Diana Guelar, especialista en el tema y co-autora, junto a Rosina Crispo, de "Tiempos de padres, tiempo de hijos. Manual de supervivencia para el adolescente".

Según la especialista si fue un padre presente, amado y respetado, es una figura central que puede poner límites y ser escuchado.

"La función de los padres es dejarlos hacer, pero observarlos -alertó Guelar-. Es una etapa de peleas constantes y de negociación, de confianza y de alerta, en la que tiene que haber mucha flexibilidad para negociar".

"Ser padre hoy es un desafío bastante más difícil que para los padres tradicionales", observó como padre y como psicólogo Jorge Garaventa, especialista en niños.

Para el experto, el rol del padre clásico, protector, representante de lo externo, autoritario y disciplinado, cayó y dio lugar a un nuevo rol en construcción de padres más tiernos, más afectivos, menos distantes y más involucrados con cuestiones de los hijos y las tareas domésticas.

En sintonía con sus colegas femeninas, Garaventa está convencido de que en la actualidad hay una revalorización de la figura paterna, a partir de nuevas concepciones de lo que es la familia y la pareja.

Mujeres que salen al mercado laboral, hijos que crecen a la par de las nuevas tecnologías, altos índices de desocupación que desplazan a muchos jefes de hogar del lugar tradicional de "proveedores", son algunos de los elementos que los especialistas mencionaron a la hora de buscar algunos elementos que modifican antiguos roles.
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