La Capital
edición especial
      martes, 16 de noviembre de 2004  
De puño y letra
Capital de la lengua
El Congreso

Reportaje
Rafael Bielsa: "Rosario tiene una propuesta de contenido humano"
Tuvo una intervencion decisiva en la eleccion de la ciudad como sede del Congreso. "Hay que construir la identidad Rosario", dijo el canciller

Rodolfo Montes

El sol apenas se deja ver sobre Buenos Aires, pero alcanza y sobra para inundar de luz el despacho gigantesco de Rafael Bielsa. Es el piso 13 de un edificio de Arenales y Esmeralda. El canciller se levanta, afable, y saluda desde la altura de su estampa.

Lleva veinticinco años viviendo en Buenos Aires. En sólo dieciocho meses de andar por el mundo -actuando como canciller- reacomodó con altísima productividad las relaciones de la Argentina con el planeta. Pero nació en Rosario, y nunca cierra un ojo atento que vigila su ciudad de origen. Mantiene una fervorosa y detallada vocación por defender el capital humano de esta tierra.

Para el canciller de la Argentina, en el Congreso de la Lengua Española "Rosario tiene que dejar claro que su propuesta es de contenido humano. Espero que se multipliquen las relaciones interpersonales entre visitantes y huéspedes. Y que todos los que lleguen se vayan con un compromiso afectivo con Rosario, aunque la ciudad no ofrezca una habitación como tiene el (famosísimo hotel de Nueva York) Waldorf Astoria".

Bielsa le contó a La Capital cómo fue que Rosario se confirmó como sede del III Congreso en un almuerzo ofrecido por Víctor García de la Concha, presidente de la Real Academia Española. Fue en Madrid, en julio de 2003. Para terminar de darle el sí a Rosario, por entonces una posibilidad no confirmada, resultó determinante la opinión de dos comensales: la del propio canciller Rafael Bielsa y la de Jesús Silva, ex cónsul de España en Rosario. A su modo, son dos enamorados de la ciudad, Bielsa por nativo, y Silva porque la adoptó como propia en sus años de cónsul.

"A la hora de cerrar el tema de la sede del Congreso, García de la Concha me pregunta «¿Rosario se confirma o no?». Yo le dije que sí, que la sede era Rosario. Ya lo había hablado con el presidente Néstor Kirchner y tenía su opinión favorable. También tenía la buena predisposición de Cristina Fernández", recordó Rafael Bielsa.

-La aprobación del presidente a la sede Rosario se concretó sin problemas. ¿Hubo que convencer a los españoles?

-Los españoles aceptaron que la Argentina eligiera a Rosario como sede. Yo no tuve dudas en ningún momento. La ciudad ofrece muchas condiciones para un congreso como este: tiene escala humana, proporcionada y amable. Tiene un población de poetas importante, mucha música, mucha gente joven produciendo arte. Por lo demás, los escritores que vengan a Rosario estarán más interesados en lograr contactos personales, vincularse con los hablantes de su misma lengua, que en descubrir la mejor suite hotelera o alguna maravilla gastronómica.

-Rosario como sede de un congreso de esta magnitud, ¿puede entenderse como un intento del gobierno nacional por descentralizar al país?

-En Cancillería tenemos un programa, "Cancillería al interior", que consiste en visitar distintos lugares del país. Por ejemplo, mientras nosotros abrimos ventanas para el comercio exterior, el país tiene que ocuparse de ofrecer los productos para esas ventanas. Y si no salimos a explicar nuestro trabajo, en el interior no lo saben. Es una obligación del poder federal cargar de sentido a la función central, incorporando al interior. Rosario, con el Congreso de la Lengua, recoge una tradición gloriosa del interior del país. La Constitución de 1853 -a modo de ejemplo- y la reforma de 1994 se hicieron lejos de Buenos Aires. Sin embargo, los vasos comunicantes Interior-Capital Federal son muy débiles, y tienen un solo sentido. Por ejemplo, en Salta se puede comprar el diario Clarín y saber qué está pasando en Buenos Aires, pero el diario El Tribuno de Salta no se vende en los kioscos de Buenos Aires. En España, por ejemplo, se puede leer La Vanguardia de Barcelona en Madrid, y por supuesto, El País de Madrid en Barcelona.

-¿ Está planteando que la ciudad tiene una potencialidad identitaria que no se desplegó, latente, que reclama una oportunidad?

-Ocurre algo muy curioso con Rosario. Somos cuna de grandes escritores, músicos, pintores, futbolistas, pero por alguna razón es necesario triunfar en otro lado y luego volver, y recién entonces obtener reconocimiento. Fontanarrosa, Baglietto y Fito Páez tuvieron que triunfar primero afuera. Sin embargo Rosario tiene una camada de pibes de 20 y pico de años, poetas, narradores, de excepcional valor, que son publicados en Buenos Aires y desconocidos en Rosario.

-¿Es por aquel prejuicio del pago chico que dice "cómo va a ser bueno se vive a la vuelta de mi casa"?

-No se si tanto ese aspecto, más diría, en Rosario, los medios de comunicación -radios, televisión y diarios- otorgan un espacio marginal, acotado, pequeño, poco flexible, tradicional. No se animan a generar una cosa provocativa con los artistas locales que canalice toda esa potencia creativa. Entonces los artistas se van de Rosario, y en algunos casos se van y tienen que volver con una tremenda frustración.

-¿A quiénes nombraría, entre esos artistas opacados?

-No quisiera ser injusto, pero pienso en Jorge Fandermole, una especie de Caetano Veloso que los rosarinos tenemos ahí, sin darle demasiada relevancia. Yo creo que la Argentina debería conocerlo más. O la misma Ethel Koffman, una voz increíble que debería ser nuestra Gal Costa. Pero ocurre que Rosario sigue premiando más al tipo que le va bien económicamente y no al tipo que le va bien intelectualmente. Tal vez se deba a nuestros ancestros genoveses o a nuestro carácter de puerto cerealero.

-¿Cree que el Congreso de la Lengua viene a devolver una mirada propia, y a cuestionar esa lógica economicista?

-Ojalá. Otras provincias dan otro tratamiento a sus activos culturales. Por ejemplo, Salta con el Cuchi Leguizamón. Sacando el cartel que dice "Son de acá", de dudosa resolución estética, no cuidamos nuestro patrimonio. De Rosario es El Tomi, que anda por España, o David Leiva, fallecido hace poco. Tipos de primer nivel. Yo creo que mucha gente no sabe que existen Martín Prieto, Alberto Callacci, Carlos Pagura, Héctor De Benedictis, Jorge Riestra, Hugo Diz, Angélica Gorodischer, y desde ya me disculpo por muchos que no estoy nombrando. Todos artistas que si hubiesen tenido un multiplicador de su trabajo hubiesen sido personajes de la ciudad. Como lo son Eusebio Leal, Pablo Milanés o Silvio Rodríguez en La Habana, o como lo fue Cavafys en Alejandría.

- ¿Quién y cómo podría concretar este viraje en la valorización del patrimonio cultural?

-Hay rosarinos que hoy están pensando en Rosario como una ciudad con identidad, profesionales del urbanismo, sociólogos y políticos. Ya no una ciudad como una especie de seudópodo porteño. Rosario tiene fisonomía propia, fútbol y arte propios. Y por supuesto la marca Rosario hay que construirla. Hoy decís Barcelona, decís Freddy Mercury (por la canción "Barcelona", de 1987), decís Forum Barcelona 2004 y sabemos de qué estamos hablando. Pero eso fue una tarea, un proceso. La identidad y la marca Rosario hay que construirla.

-¿La búsqueda de esta identidad viene asociada a una expectativa económica en ascenso?

-Hay que mirar los índices económicos de Rosario, de inversión y construcción. Hay un boom. Una extraordinaria potencialidad. Cuando se empiecen a levantar las zonas francas frente al río quedará una espacio verde integrado realmente bellísimo. Necesitamos quince tipos pensando en Rosario como una identidad, la materia prima está de sobra.

-Pero muchos no la conocen

-Claro, la gente conoce más a Jardel, que jugó un partido en Newell’s y ahora se peleó con el Tolo (Américo Rubén) Gallego, que a Martín Prieto o a un pibe como Marcelo Scalona, un gran narrador. Rosario tiene un ecosistema propio, como un invernadero, distinto al de Buenos Aires.


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