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 miércoles, 20 de octubre de 2004

Eva García aseguró ser inocente y se negó a declarar
La viuda negra rosarina que cayó en La Plata por un crimen fue traída ayer a Rosario, donde tiene varias causas

Fue una excursión breve y casi muda. En un par de horas la mujer pasó por cuatro juzgados y apenas si abrió la boca. Lo más relevante lo dijo frente a un juez que la indagó como sospechosa de un homicidio ocurrido en abril de 2000 en Rosario: se declaró inocente y luego hizo saber que haría uso del derecho que le permite no aceptar el interrogatorio del magistrado. Todo lo demás fue casi una formalidad: recorrió pasillos que deben haberle resultado familiares, hizo por algunos trámites y luego emprendió el regreso a la cárcel de Ezeiza custodiada por una brigada de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la policía.

Así fue el fugaz regreso de la viuda Eva Leonor García, ayer, a los tribunales provinciales. Recorrió el edificio esposada y celosamente custodiada. García está detenida en Ezeiza y acusada del homicidio del ferretero Omar Manti en la Capital Federal, hecho ocurrido en julio de este año. La Policía Federal la atrapó el 24 de septiembre en La Plata. Alguien la había reconocido a través de una foto pese a su extraordinaria capacidad para cambiar de aspecto y escabullirse. Aquí tenía viejas cuentas pendientes con la justicia: dos causas en la que están a punto de dictarle un veredicto por varios delitos, otro proceso en el que aparece como imputada del crimen del italiano Luis Gino Ianotti y un último expediente que le abrieron por haberse fugado de la cárcel de mujeres de 2002 junto a Fanny Rosell, otra conocida delincuente.

En los dos últimos casos existen además ciertas sospechas de cierta complicidad de García con funcionarios policiales. Es más: una conversación telefónica que mantuvo con la comisaría 14ª el mismo día que mataron a Iannotti obligó al ahora comisario principal Carlos Alberto Vanelli a dar explicaciones en el juzgado a través de una declaración informativa. Por entonces Vanelli era el subjefe de la comisaría en cuya jurisdicción se produjo el crimen.

Respecto a la evasión que protagonizó junto con Rosell, nadie cree seriamente que hayan podido escapar sin una caída de sus custodios policiales. La sospecha, en este caso, es que García pagó la fuga que la convirtió en prófuga de cuatro jueces rosarinos.

Frente a ellos desfiló ayer la viuda negra. Al juez de Instrucción Juan José Pazos le dijo que no participó del crimen de Ianotti y luego se abstuvo de declarar. Con los magistrados de Sentencia Ernesto Genesio y Julio César García mantuvo el visu, la audiencia previa al dictado del veredicto. Y ante un juez correccional declaró por la increíble fuga de la cárcel de mujeres.

Genesio y García ahora le levantaron el pedido de captura. También quedaron técnicamente en condiciones de dictar los fallos en los que García aparece como acusada de robos, estafas y otros delitos. Voceros de sus juzgados deslizaron ayer que eso ocurrirá "pronto".

Pazos, en tanto, debe resolver su situación procesal. Fuentes consultadas ayer por este diario dijeron que no contaría con evidencia clara sobre la presunta participación de la mujer en el crimen a golpes del jubilado Ianotti. En la Capital Federal, en tanto, su situación es mucho más compleja. Allí la jueza Alicia Iermini le dictó la prisión preventiva y el procesamiento por el homicidio del ferretero Manti.

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Ultima foto del prontuario de García.

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