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 domingo, 17 de octubre de 2004

Entrevista
Julio Gambina: "El modelo permanece funcional a la concentración económica"
El especialista dice que en 2001 se perdió una oportunidad históricapara cambiar el rumbo

Claudio Beron / La Capital

El economista Julio Gambina, ligado a los movimientos sociales y alineado en las corrientes económicas izquierdistas que postulan la idea de que "otra economía es posible, otra América es posible" por fuera del neoliberalismo, presenta una óptica distinta en la manera de afrontar las distintas variantes de la economía argentina. Crecimiento, deuda y reformas bancaria fueron desarrollados por el economista, que ofrece una visión alternativa para los viejos temas que en estos momentos preocupan a la administración Kirchner.

-¿Cómo se resuelve la negociación de la deuda externa?

-La Argentina perdió una oportunidad histórica en el 2001. Después de una serie de políticas neo liberales, enmarcadas en una teoría que no es ni nueva ni liberal y se aplicó con terrorismo de Estado en el Cono Sur, era momento de plantar bandera. Sin embargo se volvió a priorizar a los acreedores externos, que tienen su base en los países capitalistas desarrollados, con el Grupo de los 7 a la cabeza.

-¿En este tablero, cuál debería ser la estrategia?

-Volviendo sobre la oportunidad perdida, creo que en el 2001, con una alta movilización social, la Argentina debía plantearse como un país deudor asociado a otros países deudores y plantear a nivel global el grave asunto del endeudamiento externo.

-¿Cuál sería un plan posible?

-Así hizo Brasil con el tema del hambre. Lo planteó como un caso de humanidad. La deuda debería haber sido tratada de esa forma, como un problema global, hay países excesivamente endeudados. Todo el sur del mundo debe en conjunto al Fondo Monetario Internacional, 2,5 billones de dólares. Nuestro país tuvo esa opción de patear el tablero y ponerse en una posición dura. Pero recién ahora el país muestra esta posición, ya es tarde y es sólo aparente. La idea de una quita del 75% en realidad es sólo del 60%, igualmente, la deuda no es un problema económico sino político.

-¿La resolución es política?

-La potencia más grande, Estados Unidos, debe 7,5 billones de dólares, pero como manejan la economía mundial no se preocupan. Se podía solucionar políticamente por medio de una fuerte oposición global, pero lo que está ocurriendo es que al fin y al cabo, Argentina arregla los pagos por medio de tres carriles y cumple puntualmente.

-¿De que manera?

Un primer carril; el pago al FMI y acreedores privilegiados, se les paga el 100% de la deuda, en los últimos tres años el país erogó 10 mil millones de dólares, nunca se pagó tanto. Segundo carril; la nueva deuda externa post default, deuda comprometida en el presupuesto y que se volcó a cubrir la crisis bancaria y sirvió como un subsidio que el conjunto de la sociedad cedió a los grandes deudores del sistema, a quienes se les pesificó uno a uno. Cómo tercer carril; la negociación actual. A partir de que se acepte el canje el país comenzará a pagar y eso es comprometer el futuro.

-¿Se sale del endeudamiento en algún momento?

-La hipótesis de Lavagna (Roberto) es que el FMI reembolsará lo pagado de capital hasta ahora a partir del año entrante, pero es sólo una hipótesis, el FMI está interesado en dejar su exposición en Argentina. La negociación general se extenderá hasta el 2014 y el Fondo querrá auditar las condiciones de pago del país, tal vez saquen nuevamente el proyecto de privatización de la banca pública.

-¿En este marco, se puede crecer?

-El problema es que el país viene de una recesión muy fuerte del 98 al 2002, el proceso de salida de la convertibilidad generó una recuperación económica, pero nada más que de una parte, la mitad de la población está bajo la línea de pobreza. Algunos datos, en el 2002 había un 57% de pobreza, en el 2003; 47% y 44% en el 2004, bajó el índice pero si se leen bien las cifras el ritmo se disminuye en el tiempo. La pobreza está en un piso superior al desempleo y la crisis es peor a la del pico de la crisis en los sectores más desprotegidos.

-Pero el progreso se evidenció.

-Por supuesto; luego de la devaluación la Argentina se recuperó 8,8% en el 2003, y se calcula el 7% para el 2004, el presupuesto dice que va a ser del 4% para el 2005, pese a eso la recuperación llega a un núcleo muy reducido. La distribución del ingreso y la riqueza es muy parcial, Argentina es uno de los países más desiguales del mundo y la pobreza es estructural. Hasta el peso promedio de los recién nacidos disminuyó, y el país es pobre por bolsones, por región.

-¿Que cambió con la administración Kirchner?

-Los modelos se definen por quienes pierden y quienes ganan, mientras se beneficie al mismo grupo de sectores económicos dominantes, que estuvieron muy bien antes y ahora, el modelo no cambia. Se identifican cuatro sectores: los acreedores externos, las privatizadas, la banca transnacional y los exportadores tanto agropecuarios como industriales. Privatizadas y banca son los mejores posicionadados después de la devaluación, y a esos se suma el sector exportador fabril, que son los generadores de negocios. Kirchner no resuelve la pobreza, pero sí resolvió un modelo funcional a la concentración económica.

-¿La economía de bolsillo que percibirá de esto a mediano plazo?

-Esa es una economía en dos tiempos; por un lado se percibe una mejoría, pero la economía en negro y la supervivencia es lo que funciona. Hay un nivel de evasión impositiva de 30 mil millones de pesos anuales, una proporción mínima de la población que cambia autos y, por otro lado, una gran parte que sobrevive cobrando sueldos en negro. Esto genera problemas políticos y sociales casi insalvables. Pero por otra parte hay formas económicas que no se veían antes y ahora subsisten, como las cooperativas de cartoneros o las fábricas recuperadas.

-¿Cómo ve la reestructuración de la banca?

-El tema de la banca fue el gran detonante de la crisis. Ahora no hay crédito de ningún tipo. Si comparamos, sólo el 9% del PBI es lo que hay de crédito, pero sin crédito no funciona la economía y la mayoría de la población no tiene acceso al mismo. El problema es muy serio y la reestructuración será fundamental. Si se hace por la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz, que viene de la dictadura, se producirán los mismos efectos nefastos que produjo en su momento.

-¿Entre el modelo Cavallo y Lavagna hay diferencias?

-Evidentemente no, se siguen beneficiando los mismos grupos. El problema del desempleo viene de antes. En los 90 había más especulación y hoy se nota más capitalismo industrial, sólo hubo una variación entre los mismos beneficiados, entre Menem y Kirchner no cambió el grupo de los que se benefician, sólo cambiaron los negocios que se hacen.

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Para Gambina la Argentina debería resolver la deuda políticamente.

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