Año CXXXVII Nº 48539
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 10/10
Mujer 10/10
Economía 10/10
Señales 10/10
Educación 09/10
Campo 09/10
Salud 06/10
Autos 06/10


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 13 de octubre de 2004

Estudian nuevas formas para el tratamiento del mal de Chagas
Por primera vez en el país, investigadores rosarinos, a través de un subsidio, prueban una fórmula para administrar fármacos en niños y lactantes

María Laura Favarel / La Capital

El mal de Chagas es una enfermedad incurable que afecta a 3 millones de argentinos, según datos de la Fundación Argentina de Lucha contra la enfermedad. Entre un 15 y un 30% presentan lesiones cardíacas irreversibles. Si bien el parásito afectó a principios de siglo mayormente a las provincias de Santiago del Estero y Chaco, hoy luego de las migraciones, más de un millón de afectados vive en zonas marginales del conurbano bonaerense. Esto lo ha convertido en uno de los principales problemas de la salud pública del país. El vector del parásito es la vinchuca y se transmite en forma congénita, atacando principalmente a los niños. No existen vacunas para prevenirla, pero sí drogas que alivian los síntomas. Sin embargo, los medicamentos se presentan únicamente en forma de comprimidos por lo cual se torna muy difícil de administrar a lactantes o niños de corta edad. Un equipo de investigadores de la Facultad de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de Rosario estudia fórmulas líquidas para lograr una solución que permita administrar el medicamento en forma de jarabe, gotas o inyectable. El equipo, dirigido por el doctor en farmacia y docente Claudio Salomon, es el único que realiza este trabajo en el país y acaba de recibir un subsidio de la Fundación Bunge y Born para continuar con la investigación.


Sólo dos drogas
Para el tratamiento del Chagas sólo existen dos drogas: benznidazol, que se produce únicamente en Brasil, y nifurtimox, que proviene de Centroamérica, lo que demuestra el escaso interés por investigar una cura a pesar de la cantidad de afectados en el mundo. Las drogas se distribuyen a través de los ministerios de salud y se entregan únicamente en los hospitales públicos (no se adquieren en la farmacia).

Luego de haber trabajado en el exterior, Salomon, quien es profesor adjunto del departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, regresó al país para dedicarse a la investigación. Actualmente estudia las distintas posibilidades de solubilizar drogas en agua, que mayoritariamente son poco solubles por tratarse de sustancias orgánicas. Debido a estas características, en muchas ocasiones, no pueden ser administradas en jarabes, gotas o inyectables y tienen que ser formuladas en comprimidos.

"Para el caso particular de la enfermedad de Chagas, en algunos casos se logra una suspensión pediátrica de benznidazol, explicó el especialista. Esto es posible por medio de un polvo finamente dividido de la droga, al que se le adiciona agua en el momento de prepararlo, se agita y se lo administra. En estos casos no está disuelta sino suspendida en el agua", aclaró.


Macromoléculas
Una de las líneas de investigación que dirige Salomon apunta al empleo de macromoléculas (moléculas de gran tamaño), naturales o sintéticas, que al combinarse con la droga pueden aumentar su solubilidad en agua.

Además de usar moléculas especiales, se utilizan surfactantes, sustancias que son hidrofílicas e hidrofóbicas que se emplean, por ejemplo en los detergentes. Estas sustancias aumentan la solubilidad de los agentes antichagásicos en agua.

"Trabajamos en forma conjunta con el departamento de microbiología de la facultad. Ellos plantearon la inquietud de obtener soluciones acuosas de drogas antichagásicas para los ensayos que realizan con animales vivos", explicó Salomon. Hasta el momento las solubilizaciones se realizan con alcoholes, y otros solventes orgánicos, pero éstos no pueden utilizarse en ensayos biológicos con las células.

El grupo de investigadores liderado por Salomon conformado por dos doctores en farmacia, un estudiante del doctorado y tres alumnos de la licenciatura en biotecnología comenzó a trabajar con la droga benznidazol a fines de 2001.

El primer logro fue usar un solvente no acuoso que lograba solubilizar la droga. Pero, el solvente presentaba cierta toxicidad para los estudios in vitro y eliminaba las células.

Luego se ensayaron otros solventes. "Logramos hacer tres soluciones hidroalcohólicas de agua con distintos alcoholes que fisiológicamente podrían ser empleados en humanos. Aún no se sabe la respuesta en humanos porque no se ha pasado del estudio en ratas", aclaró Salomon. Sin embargo, los investigadores utilizaron sustancias que ya fueron probadas con otras drogas en humanos. "Esto da la pauta de que es factible esta alternativa", agregó.

Los resultados obtenidos hasta el momento permiten avizorar que la droga podría ser administrada en forma de jarabe o gotas a lactantes y niños. En cuanto a la posibilidad de hacerlo inyectable, los investigadores analizan además si podría aplicarse a otro tipo de enfermedades.

Además de las ventajas en la administración del medicamento estudian si se requerirá la misma dosis en gotas y jarabe que en los comprimidos. La investigación local fue presentada en congresos internacionales donde mereció el reconocimiento de los científicos intervinientes.


Otro grupo de investigación
Además del equipo rosarino, un grupo de investigadores de la Universidad de Quilmes trabaja con la misma droga (benznidazol). Ellos ya han formulado liposomas de administración parenteral (vesículas de fosfolípido), que poseen la capacidad de poder incluir la droga dentro de esas vesículas. Actualmente este grupo está trabajando por encontrar una manera de solubilizar la droga para incluirla en el liposoma. "En este punto nos podemos complementar", indicó Salomon.


Subsidio necesario
El proyecto que dirige Salomon fue seleccionado entre 30 de todo el país y obtuvo un subsidio de la Fundación Bunge y Born. La organización no gubernamental hizo una convocatoria a presentar trabajos de investigación en Chagas, preferentemente de aplicación en pediatría.

El grupo de trabajo subsidiado deberá presentar resultados el año próximo para recibir el segundo tramo del subsidio. Al término de dos años los investigadores deben presentar un informe final.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Investigadores de la Facultad de Bioquímica y Farmacia.

Notas Relacionadas
Posible patente nacional


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados