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 martes, 22 de junio de 2004

Fallo judicial permite a ancianos indigentes negarse a recibir ayuda
Viven en un carro, en una calle de Baigorria, y rechazan la atención del municipio

Marcelo Abram / La Capital

Granadero Baigorria.- Un fallo judicial impidió que una pareja de ancianos indigentes que vive en un carro en la calle recibiera atención médica en forma compulsiva. Ocurrió días atrás, cuando la Municipalidad envió un servicio de emergencias con la intención de resolver la situación de las dos personas, pero éstas se negaron a ser trasladadas a un centro asistencial. Y como hay una causa en torno a ellas, el Tribunal Colegiado de Familia 4 determinó, basado en un informe médico, que no había razones para obligar a los ancianos a recibir atención.

La curiosa historia, que no parece haber terminado acá, tiene como protagonistas a Teresa Gálvez y Avelino Peralta, quienes viven en la calle desde hace varios años. Su improvisada vivienda es un viejo y destruido carrito de tracción humana que tiene por todo techo unas lonas muy deterioradas. Los ancianos subsisten gracias a la solidaridad de los vecinos y no pudo establecerse que tengan contacto con algún familiar.

Muchos afirman, y así consta en la causa judicial, que el hombre suele ser agresivo y violento si alguien intenta acercarse demasiado: "Es muy difícil llegar a ellos. Hace un tiempo se escaparon de un geriátrico y cuando les ofrecimos hacerles una casa se negaron. Lo único que pidió el señor es que le hagamos un carro nuevo, pero así no pueden seguir viviendo", dijo la secretaria de Promoción Comunitaria del municipio baigorriense, María Rosa Tignirello, y agregó que el hombre "no deja que nadie se acerque y enseguida amenaza con agredir".

En marzo del año pasado una asistente social del municipio, María Luisa Papinuti, se presentó ante la Defensoría General 3 a cargo de Marta Cantero y elevó un informe sobre la situación de emergencia sanitaria y alimentaria de los ancianos. La defensoría presentó la causa en el Tribunal de Familia a cargo de Lidia Bustamante, quien dispuso la intervención de un médico forense para constatar el estado de la pareja. "No hay alteración psíquica y los ancianos manifestaron que vivían en el lugar por propia decisión", decía el informe elaborado por Alberto Gagliardi, que habría sido determinante a la hora de impedir el traslado compulsivo de la pareja a un centro asistencial.

Desde el año pasado hasta hace pocos días se fueron sucediendo planteos para una intervención por parte del Estado que resuelva la situación de los ancianos. Es por eso que tanto en la comisaría 24ª como en el Centro de Asistencia a la Víctima dependiente de la Defensoría del Pueblo llegaron distintos tipos de pedidos.

Lo cierto es que más allá de este cuadro de situación todavía no se puede avanzar sobre la propia voluntad de los ancianos de no ser trasladados a un centro asistencial.

"Seguiremos insistiendo ante la Justicia para que estas personas puedan recibir ayuda", añadió Tignirello, y acotó que el informe sobre el cual se basa el fallo judicial "es del año pasado, pero ahora la situación de los ancianos lamentablemente ha empeorado".

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Los ancianos viven desde hace años en un carro.

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