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 martes, 22 de junio de 2004

Insisten en crear una junta de seguridad en Casilda
Un edil radical presentó un nuevo proyecto, luego de varios intentos que nunca llegaron a concretarse

Casilda.- Luego de varias iniciativas que quedaron en el camino, el Concejo estudia un nuevo proyecto de ordenanza para crear una junta comunitaria de seguridad. Si bien en la ciudad no se producen habitualmente delitos de magnitud la comunidad está preocupada por los robos menores.

En síntesis, la propuesta tiene como objetivo "colaborar en el mejoramiento de las condiciones de seguridad urbana y rural desde la participación de las autoridades municipales y la comunidad, centrando su accionar en la prevención del delito y absteniéndose de asumir roles que son de estricta competencia policial y judicial".

Asimismo, se pretende "ejercer un control social sobre el desempeño de las fuerzas policiales y los funcionarios judiciales, manteniendo un contacto directo y fluido con ellos, y trabajando para procurar una mejor administración de los recursos".

La nueva iniciativa es impulsada por el radical Juan José Sarasola. De prosperar, funcionarios municipales y concejales convocaran a vecinales, asociaciones de profesionales y demás entidades para formar la junta.

También serán invitados representantes de la policía del departamento Caseros, quienes tendrían facultad para "diseñar, formular y evaluar alcances, objetivos particulares y actividades destinadas a la instrumentación de un programa permanente de prevención comunitaria de delitos".

"La responsabilidad de brindar seguridad es del gobierno provincial, pero los crecientes índices delictivos exigen al Estado municipal y la sociedad civil colaborar", sostuvo Sarasola.

El edil reconoció que "la Unidad Regional IV de policía demostró su intención de brindar un mejor servicio, pero la eficacia y suficiencia de los recursos es puesta en duda por los vecinos que diariamente conviven con robos".


Un intento frustrado
Hace unos años el Concejo hizo una convocatoria para formar una junta comunitaria de seguridad, pero no prosperó. Sin embargo, la causa de la frustración no estuvo en falta de participación sino en la idea del entonces jefe de policía de enviar a la reunión a oficiales uniformados y armados, lo cual ahuyentó a los vecinos.

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