| martes, 22 de junio de 2004 | Tengamos memoria El 16 de junio de 1955, el odio demencial de algunos militares cobró más de 300 víctimas inocentes, niños que salían de la escuela acompañados por sus madres, obreros que volvían de su trabajo y transeúntes ocasionales que quedaron tendidos. Murieron en Plaza de Mayo, como consecuencia del tremendo bombardeo que sobre la Casa de Gobierno lanzaron aviones argentinos, comandados por oficiales argentinos. El objetivo de esos criminales era matar, por ese medio, al entonces presidente Perón. No lo lograron, pero sí cobró centenares de vidas inocentes. Esos criminales de "lesa humanidad", en lugar de ser condenados, fueron, en septiembre del 55, premiados y honrados por los gobernantes. Y en ese mismo mes derrocaron al gobierno de Perón. Tengamos memoria.
Américo Tanno, DNI 5.995.421 enviar nota por e-mail | | |