Ciudadano argentino

Como ciudadano argentino, ya veterano, jubilado, fiel cumplidor de los deberes y obligaciones que dictan las leyes y/o normas vigentes, no abusando nunca de mis derechos, tomando solamente lo que me corresponde y sin ninguna deuda pendiente, a los 66 años creo tener derecho a emitir una opinión sobre la situación del país. No tengo dudas de que estamos inmersos en un clima donde prevalece el más alto nivel de hipocresía, lo que podemos comprobar a cada instante si escuchamos radio, vemos televisión o leemos los diarios, con las excepciones del caso, lógicamente, aunque muy pocas por cierto. Digo que vivimos en una casi total hipocresía porque ya estoy cansado de escuchar de "crisis" cuando en el país no tuvimos grandes desastres naturales desde hace mucho tiempo. No obstante, gran parte del periodismo nos tortura a cada momento con esto de la crisis. En realidad el mal de la Argentina radica en que se robaron y se siguen robando todo, con el agravante de que pretenden tomarnos por tontos al querer lavarnos el cerebro con lo de la deuda externa que si pagamos o no pagamos. En realidad, lo que corresponde hacer es buscar a los culpables que generaron la deuda; sin embargo, quienes deberían hablar de esto no lo hacen, y el periodismo calla por respeto. En estos momentos nos apabullan con lo de la crisis energética: más hipocresía aún. ¿Qué crisis energética pretenden imponernos cuando sabemos que el país está lleno de fábricas y talleres cerrados, al igual que innumerables negocios chicos y grandes? Si todos estuvieran funcionando, eso sí que generaría una verdadera crisis. El martes 2 de junio escuché algo que me generó más bronca aún: "La Municipalidad de Rosario va a cambiar las lámparas de las luminarias del alumbrado público de la ciudad". Por favor, dejen de tomarnos por tontos, eso no es más que un buen negocio para algún funcionario. Resulta inadmisible que en un país inmensamente rico exista gente que pasa hambre. Eso se podría justificar en lugares que no tengan recursos naturales, pero en Argentina sólo necesitamos ser gobernados por gente honesta. No nos hablen más de crisis, pues de lo único que padecemos es de moral; ésa es la única crisis que tenemos ya que riquezas de toda índole nos sobran. Necesitamos de políticos y periodistas honestos, que digan la verdad, desenmascarando la corrupción que nos domina y abriendo los ojos de quienes no quieren ver la realidad. Falta solamente una buena administración, honesta y capaz, que piense en bajar la pesada carga impositiva, gravada por gente que cobra sueldos innecesarios y elevados. Es absolutamente necesario crear fuentes de trabajo en serio, bajar los impuestos para abaratar costos y de esa manera competir con las importaciones. Tenemos óptima mano de obra, excelentes materias prima, pero altos costos, y esto es muy fácil de solucionar. No nos hagamos los distraídos, bajemos los impuestos, y conseguiremos más y mejores mercados en todo el mundo y, lo que es más importante, generemos innumerables fuentes de trabajo digno para todos los que hoy viven en la mendicidad.

DNI 6.028.484