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 sábado, 19 de junio de 2004

Ganadería. Especialistas vaticinan mejores precios para los próximos años
Las vacas tienen futuro garantizado
Preocupa la falta de terneros para abastecer el mercado externo. La cría bovina intensiva aporta soluciones

Leonardo Stringaro

El sector de ganados y carnes tiene un futuro promisorio a mediano plazo. Así parecen demostrarlo tres elementos determinantes en el futuro de la ganadería como son el aumento de la masa salarial de la Argentina y que motoriza el consumo interno de carne, la apertura del mercado chileno y la reciente declaración del país como libre del mal de la vaca loca (BSE).

Por los ingresos extras provenientes de la reactivación económica, el consumo de carne en el mercado doméstico creció y ya supera supera los dos kilos por encima de las estadísticas del año pasado (62 kilos por habitante / año).

Por otra parte, Chile le compra a la Argentina alrededor de 100 millones de dólares por año, y por último, el reconocimiento del país como libre de BSE la reciente declaración y reconocimiento como país libre de BSE abre un amplio circuito de posibilidades en el mercado cárnico mundial.

Sin embargo, hay un factor que puede entorpecer este crecimiento y se trata de la baja tasa de extracción que mantienen los rodeos argentinos -en rigor la falta de terneros- que si se mantiene así "se hará muy difícil satisfacer nuevos mercados a partir de 2005".

A estas conclusiones arribaron la semana pasada los panelistas que dieron cierre a las IV Jornadas Nacionales de Cría Bovina Intensiva que se realizaron en la Sociedad Rural de Venado Tuerto.

Según Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria Cárnica y Derivados de la Argentina (Ciccra), la situación actual y sus tendencias indican también que la Argentina logrará ante la OIE que se equipare el status de país libre de aftosa con y sin vacunación, permitiéndonos así el ingreso al circuito no aftósico, el cual -en no más de tres años- se transformará en el segmento de mayores precios para las carnes.

"Hay que decirle al productor que se vienen buenos años para la ganadería y explicarle que en dos años vamos a tener mayores precios", dijo el dirigente.

Aunque se trate de una tarea difícil, el problema pasa por hacerle entender a los ganaderos que más allá del tiempo que represente el aumento de la demanda, la cría debe empezar de inmediato a seleccionar las vaquillonas para no caer en los viejos problemas de siempre.

Una forma de revertirlos pasa por los objetivos fijados entre los 16 productores del grupo Cría Bovina Intensiva (CBI) del Inta Venado Tuerto que trabajan buscando una mejor complementación entre las actividades agrícolas y ganaderas, así como la mejora en los ambientes productivos para maximizar la carga animal, aumentar la producción de terneros por vaca y hectárea a bajo costo y lograr una mayor producción en el tiempo.


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En la mayoría de los países con historia en la agricultura intensiva y condiciones similares a las de Argentina (EEUU, Australia), la ganadería y la cría no se ha retirado de las áreas de alta producción agrícola. Es más, el engorde de bovinos en esas regiones se viene especializando en base a un esquema de confinamiento (a corral) por ser una alternativa que no compite con la tierra y utiliza el producto que la agricultura genera por medio de los granos como la soja y el maíz.

Algunos especialistas afirman que el sector, lejos de discutir quién justifica a quién, debe comenzar a observar como en otras regiones la presencia del feedlot o sistemas de cría bovina intensiva (CBI), justifica la retención de vacas y contribuye a la producción de terneros sobre rastrojos y suelos marginales (quebrados, bajos salinos o inundables, muy livianos).

Al mismo tiempo, constituye una forma de obtener un producto secundario distinto a los granos, que diversifica la oferta y genera -a su vez- un usuario de granos, sin competir de manera significativa con la agricultura de cosecha.

Por eso, los grupos CBI hablan de la intensificación ganadera más allá del evidente retraso con respecto a la producción de granos.

Un dato interesante es que de una participación despreciable en el mercado de la carne bovina hace ocho años, la faena anual procedente de feedlot ocupa más del 15% del total (año 2004).

Además de todos los beneficios económicos que puede traer la ganadería, desde el Inta Anguil se sabe que la cría bovina en ambientes húmedos, combinada con una agricultura de cosecha, ofrece una muy buena oportunidad para aportar sustentabilidad ambiental y ahorro de recursos a través de una actividad de baja demanda de energía exógena y alta estabilidad. Una forma de maximizar esos ambientes con sentido práctico.


Acuerdos carnales
Es probable que en pocos años, la Cuota Hilton pierda un poco de preponderancia, ya que de concretarse las negociaciones entre la Unión Europea con el Mercosur se generarán exportaciones para la Argentina cercanas a las 30 mil toneladas con un precio mucho mejor que el estipulado para los conocidos cortes de valor (Hilton), que actualmente significan el 60% de monto de las exportaciones argentinas.

La diferencia pasaría por la quita del pago conocido como tasa de importación (20%), principal condición de la negociación iniciada que intenta -antes de fin de año- que las ventas se canalicen mediante un formato libre de todo tipo de impuestos.

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En la jornada se analizó el panorama sectorial.

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