Año CXXXVII Nº 48396
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Autos 19/05
Turismo 16/05
Mujer 16/05
Señales 16/05


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 23 de mayo de 2004

Infraestructura. Empresarios rosarinos se trasladan al cordón industrial para desarrollar planes de expansión. El costo de los terrenos, un factor clave
Para crecer, las industrias se van de Rosario
Un grupo de empresarios cuenta sus experiencias, cuales fueron las complicaciones y nuevas perspectivas. La logística y el medioambiente

Marcos Cicchirillo / La Capital

Rosario les queda chica. Algunas de las industrias más dinámicas que nacieron y crecieron en Rosario se están mudando hacia las poblaciones del conurbano. Es por fruto de su propio desarrollo y también por la urbanización de la ciudad, con las consiguientes falta de espacios y suba de costos de los terrenos que invitan a levantar campamento. En esta nota se exponen media docena de casos en los cuales los empresarios explican sus experiencias. El gobierno municipal lo analiza como el desarrollo lógico de una metrópoli y por eso apunta a establecer políticas conjuntas con los municipios de la región, pero desde el sector privado puntualizan críticas sobre la gestión municipal en materia de radicaciones industriales, por las trabas burocráticas a la hora de tomar decisiones.

La mayoría de estas empresas nacieron décadas atrás como pequeños emprendimientos familiares, pero hoy cuentan con plantillas de más de cien empleados, colocan sus productos en otros puntos del país y aumentan los volúmenes de venta fronteras afuera.

La mayor escala movilizó a los empresarios a buscar soluciones de más largo plazo para los problemas físicos, logísticos y de impacto social que les generó la expansión de sus negocios, y la emigración de Rosario fue la consecuencia.

En este lote se encuentran industrias como Fundemap (metalmecánica), que completará para fin de año su traslado a San Lorenzo; Gemplast (plásticos), que se instaló en Pérez; Causer (insumos de caucho) y Kretz (balanzas electrónicas), que estrenaron a comienzos de año plantas en Alvear; Yomo (helados), que en menos de 90 días terminará de trasladarse a General Lagos; e Ingeniería Plástica, que está definiendo los detalles de su mudanza al predio industrial de Alvear.

Por lo general estas firmas a lo largo de su vida llevaron adelante ampliaciones y fueron sorteando inconvenientes de infraestructura y operativos, pero aún así se encontraron con que esas metamorfosis tenían límites.

"Estábamos rodeados de viviendas, además la idea, cuando se adquirió el predio era, que existiera la posibilidad de seguir creciendo en el futuro", señaló Sergio Peimer, coordinador de proyectos de Causer.

Consultados por La Capital , los hombres de negocios reconocieron que posiblemente el fenómeno sería mayor si hubiera crédito para financiar proyectos. Uno de ellos se ríe al recordar un reciente encuentro empresario donde varios gerentes de bancos le "ofrecieron" financiación a tasas por encima del 10% después de casi haber terminado el traslado de la fábrica a San Lorenzo.

Una crítica que no sólo se cierne sobre las altas tasas que ofertan sino también al cero riesgo que asumen los bancos con el sector industrial. "Acabo de venir de Italia y allí además de ofrecerte plata a tasas del 3 ó 4%, te dicen que sólo te preocupes de comprar las máquinas o los insumos que después ellos se encargan de todos los trámites del pago", relató Bernardo Basílico, titular de Fundemap y directivo de Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM).

Otro caso: el proyecto de Yomo se inició hace siete años, en un terreno sobre la autopista a Buenos Aires a la altura de General Lagos (cuatro kilómetros después de la General Motors), donde además del predio debieron encarar la toda la inversión de infraestructura (luz, planta de tratamiento de efluentes, etcétera) con fondos propios.


Salir a buscar
La urbanización de Rosario produjo que estas industrias quedaran emplazadas en zonas donde el uso residencial terminó ganando la partida. Entonces, las dificultades para avanzar sobre los terrenos linderos y el mayor impacto social que les representaba crecer en el predio original, rodeados de viviendas, hicieron que los empresarios tuvieran que salir a buscar nuevas locaciones.

El municipio cuenta con varias zonas calificadas para el uso industrial, sin embargo la mayoría de los nuevos emprendimientos se fueron instalando en otros distritos del denominado cordón industrial. ¿Por qué? La especulación inmobiliaria aparece como el principal argumento, seguido por las trabas burocráticas y exigencias, por lo general de tipo ambiental, sobre las cuales otras localidades son más "flexibles". (ver aparte)

El secretario de la Producción municipal, Oscar Madoery, quien asumió hace un mes, reconoció falencias en la política industrial pero que está trabajando para revertir esta situación, y puso como ejemplo la búsqueda de un espacio definitivo para la radicación de un parque empresarial en Rosario.

El mismo desarrollo urbanístico generó que el precio del suelo en la ciudad esté, en promedio, por encima de los valores que se ofertan en las localidades del cordón industrial. Marcelo Marietta, de Ingeniería Plástica, estimó que la diferencia en el precio por metro cuadrado de terrenos similares en la ciudad es del 40%.

Edgardo Geminelli, propietario de Gemplast, relató que cuando compró el predio de 20 hectáreas en Pérez, en Rosario le alcanzaba sólo para cinco. Aún teniendo que instalar todos los servicios, el saldo les arrojó positivo.

Geminelli, al igual que el resto de los industriales consultados, plantea que el precio es sólo una de las barreras. Los problemas logísticos derivados del crecimiento también tornaban inviable la infraestructura existente a su alrededor, costos que con la mudanza por el contrario se reducían, al instalarse cerca de las principales arterias de comunicación, al tiempo que les permitió desarrollar estrategias a mayor escala.

"La logística es más simple, la planta actual está mejor ubicada para la entrada y salida de insumos y productos", coincide Peimer, de Causer.

En la balanza de la toma de decisiones, la mayoría de los empresarios también agregaron el impacto social y medioambiental. Vislumbraron que las ampliaciones en los terrenos que los vieron nacer generarían o aumentarían la conflictividad con los vecinos y esto repercutiría en la imagen de la firma y en sus marcas (por el aumento la contaminación sonora, ambiental, el incremento del tránsito, etcétera, por más tratamientos o paliativos que las empresas buscaran aplicar).

El tema todavía es más sensible cuando los productos que salen una planta son de consumo masivo. La responsabilidad social (hoy tan en boga) fue uno de los puntos que condujo a los propietarios de Yomo a decidirse casi una década atrás a trasladarse del macrocentro de Rosario sobre la autopista a Buenos Aires.

Otras industrias, de rubros que utilizan muchos productos altamente tóxicos, como por ejemplo la galvanoplastía (tratamiento de superficie metálicas), decidieron mudarse justamente por lo contrario: contaminar sin ser controladas.

Por otra parte, la mudanza sobre las principales rutas de acceso les brinda a las industrias una mayor visibilidad, un valor adicional al posicionamiento de la empresa y de sus marcas.


Los nuevos inconvenientes
Pero como en toda mudanza los problemas a resolver son muchos y la movilidad de los recursos humanos de Rosario hacia zonas despobladas no es un tema menor. Los empresarios relevados reconocieron que este punto les generó varios quebraderos de cabeza.

Es en el transporte, junto con los de temas de infraestructura de todo tipo, donde los empresarios acuerdan en que se debe pensar a Rosario más en función de centro metropolitano que como ciudad aislada que compite con municipios vecinos por la radicación de nuevos emprendimientos.

Por el momento, algunas de las industrias que se trasladaron y de las que lo están haciendo actualmente resolvieron afrontar los costos de transporte mediante la implementación de combis privadas o pagando algún plus que cubra la diferencia. En otros casos, con más suerte, el transporte público llega a las cercanías de la planta.

Respecto a los terrenos a donde estaban emplazadas las "antiguas" plantas industriales, en su mayoría fueron vendidos o están en proceso de venta. En menor medida fueron readaptados por los propios industriales para nuevos emprendimientos o unidades de negocios específicas.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Yomo se muda a su fábrica de General Lagos.

Notas Relacionadas
"El municipio no pone trabas a las radicaciones"

La flexibilidad de los controles


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados