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 domingo, 16 de mayo de 2004

Formosa: Con onda verde
Recorrido por los senderos del Parque Nacional Río Pilcomayo

Pájaros carpinteros, loros, cotorras, garzas, monos y carpinchos habitan en el Parque Nacional Río Pilcomayo, un predio de 47.754 hectáreas ubicado en el noroeste de la provincia de Formosa a orillas del río homónimo. La reserva fue creada en 1951 para proteger los pastizales, esteros, cañadas, lagunas y selvas en galería que pertenecen a la eco-región "Chaco húmedo".

El parque -incluido en la lista de humedales de importancia internacional- es un ambiente de espacios abiertos en el que habitan ñandúes y grupos de chuñas de patas rojas. Está situado en una zona de escasos declives, con esteros y lagunas, donde alternan períodos de inundaciones y épocas de sequía.

En el noroeste formoseño crecen pastizales y palmares de caranday. Y en los recorridos por el parque el visitante se sorprende ante la aparición repentina de pájaros carpinteros, loros ñenday y cotorras.

Los montes de quebracho colorado, lapacho y urunday y las selvas del río Pilcomayo son el hábitat natural de tres especies de monos: el caí, carayá y mirikiná o mono de noche. Este último es de tamaño mediano y se caracteriza por tener grandes ojos que se adaptan a la vida nocturna.

Otros ejemplares que se desplazan por el bosque son el oso melero o kaaguaré, que se alimenta de avisperos y termiteros de los árboles, y los coatíes, que realizan recorridas en grupos.

La laguna Blanca, la mayor superficie de agua del parque, tiene una extensión de 800 hectáreas. Allí habitan dos especies de yacaré (overo y negro), la boa curiyú y culebras acuáticas. En las costas se observan carpinchos y nutrias.

El área estuvo habitada hace miles de años por grupos indígenas que explotaban los recursos del ambiente ribereño. La estrategia de supervivencia combinaba la caza -carpinchos, tapires, monos, armadillos y vizcachas-, pesca y recolección de vegetales. En la actualidad la región está habitada por comunidades tobas, descendientes de aquellos grupos.


Senderos imperdibles
* Laguna Blanca: se accede por pasarelas, desde donde se observan carpinchos y yacarés. En el espejo de agua se puede realizar navegación sin motor.

* Los secretos del monte: en los 1.200 metros de recorrido, el sendero permite observar las especies vegetales que crecen en el predio.

* Sendero vehicular interpretativo: desde la seccional guardaparque Ricardo Fonzo, recorre en 5.000 metros, sabanas con palmeras, bañados, isletas de monte y selva en galería.

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