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 domingo, 02 de mayo de 2004

Sudán: Pirámides junto al Nilo

Opheera McDoom

Si usted piensa en pirámides antiguas, seguro se acuerda de Egipto. Pero en Sudán, unos 1.300 kilómetros al sur de El Cairo y sobre la ribera este del río Nilo, una decena de picos de pirámides sobresalen en el horizonte, completamente intactas por la comercialización.

Sudán es más conocida como el escenario de la guerra civil más larga de Africa que por destino turístico, pero con un acuerdo de paz a la vista en el sur, más turistas están visitando sus monumentos.

A diferencia de sus similares en Giza, Egipto, donde un caudal de vendedores ambulantes saludan a los visitantes y cadenas de comidas rápidas están frente a la esfinge, los visitantes se encuentran solos frente a las pirámides reales de Meroe. A mediados del siglo VI a.C Meroe se convirtió en la ciudad central de la antigua dinastía Nubia Cushita, los faraones negros, que reinaron hace unos 2.500 años en el área que comprende Aswan, en el sur de Egipto, hasta lo que hoy es Jartum.

Los nubios eran por momentos aliados y enemigos del antiguo Egipto y adoptaron muchas de las prácticas de sus vecinos del norte, incluido el entierro de miembros de la familia real en tumbas con forma de pirámide.

Al sur de Meroe se encuentra al-Musawwarat, una impresionante serie de templos empapelados con antiguos dibujos de animales, y la antigua ciudad de Naga, con sitios que aún no han sido investigados. Pero allí no hay recorridos con guías, ni espectáculos de luces y sonidos.

Eso no ha desalentado a algunos visitantes aventureros que no se intimidan por la historia de guerra de Sudán, sanciones y multitud de radicales buscados por Estados Unidos. La cantidad de turistas en 2003 llegó a 55.000, de unos 44.000 que hubo en 2001.

Pero atraer viajeros es un gran desafío para las autoridades sudanesas. Viajar por el país más grande de Africa es complicado debido a que los extranjeros necesitan permisos del gobierno para sacar fotos o trasladarse, que sólo se entregan en Jartum. Se debe alquilar un vehículo doble tracción para moverse por Sudán. Sólo hay cinco o seis caminos principales asfaltados en un país de 2,6 millones de kilómetros cuadrados de territorio.

Sudán también tiene un parque nacional, Dinder, en el sureste, que en su apogeo ostentaba manadas de elefantes, gamas y leones sin las muchedumbres de sus similares de Kenia.

El pintoresco mercado Omdurman en Jartum ofrece a los viajeros perfumes, artesanías y como un testimonio de una industria del turismo sin regulación, los negocios están llenos de productos de marfil. (Reuters)

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