Somos incorregibles

Desde hace bastante tiempo se ha hecho costumbre estacionar vehículos los días jueves, viernes y sábados por la noche y domingos al mediodía arriba de la vereda central entre avenida Illia y avenida Wheelwright desde calle Dorrego a calle España (Casa del Tango). Parecería que esa practica incentivada por los acomodadores de turno que operan en la zona, por una módica suma de dos pesos por auto, no encuentra fin. A ese hecho, además, vemos los vecinos de la zona (por cierto revalorizada en la actualidad), cómo se sigue depredando el parque de las Colectividades a esa altura de la avenida, soportando una mezcla de basural, chiquero y estacionamiento indiscriminado invadido por más de un centenar de vehículos. Estamos convencidos y confiados en la buena voluntad de las actuales autoridades municipales, pero hasta el día de hoy sólo podemos ver buenas intenciones de diciplinar y emprolijar el muy desordenado y trasgresor comportamiento de algunos ciudadanos. A los que tienen la responsabilidad de mantener los parques públicos, sería importante que se acordaran del parque de las Colectividades. A los que tienen la responsabilidad de controlar el comportamiento urbano (Control Urbano y Dirección de Tránsito), que las veredas no tendrían que estar invadidas de autos como si fueran playas de estacionamiento no habilitadas, a menos que ya sea un derecho adquirido después de tanto tiempo. Y a los que tienen la responsabilidad de organizar el tan importante Congreso Internacional de la Lengua Española, decirles que si a estos temas no se les da pronta solución no haremos otra cosa que mostrarles a los visitantes de tan importante acontecimiento un escenario que sólo demuestra la cara trasgresora urbana de los rosarinos y que nos convierte (como diría Jorge Luis Borges) en incorregibles.

Omar Guillermo Parola