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 jueves, 01 de abril de 2004

Central Córdoba goleó a Colegiales

Mariano Bereznicki / La Capital

Volvió una tarde plomiza y lluviosa. El más guapo de la zona sur reapareció entre su fieles seguidores a fuerza de goles y continúa siendo uno de los protagonistas de la divisional del ascenso. Tal vez haya quienes sostendrán que Central Córdoba no exhibió una producción al mejor estilo. Pero lo que no podrán poner en tela de juicio, es que el Matador revirtió el resultado en el momento justo y liquidó a Colegiales por mérito propio. El 4 a 2 fue la resultante de la entrega y capacidad para saber obstaculizar a su rival sin desesperarse.

No tuvo un buen inicio pero poco a poco fue cimentando el triunfo merced al temple de sus mediocampistas Cristian Vella, Fabián Pérez y Gabriel Santos. También hay que mencionar que con el ingreso de Petrovelli se vio otro equipo.

Antes de comenzar la jornada, Central Córdoba tenía que superar un karma: ganar de local. Y lo consiguió después de varios minutos de meditación. Los charrúas, que se encontraron en desventaja vía Sandoval, pudieron nivelar las acciones a través de un centro de Emiliano Yocco que terminó en el ángulo.

Mientras una fina lluvia de desplomaba con toda su furia sobre el verde césped de Gabino, los protagonistas no le daban respiro a la pelota. Y así fue que llegó el tercer grito de la tarde y el segundo para la alegría de los visitantes por intermedio de Cols, quien aprovechó la mala y apresurada salida de De Lemos.

Luego del tirón de orejas en los vestuarios, Lito Isabella mandó a la cancha a Petrovelli y Silvio Díaz. Y ahí se vio el equipo que pretende la gente. Y de inmediato llegó el empate por obra, cuando no, del goleador casildense Armani.

Córdoba comenzó a ganar confianza y terreno ajeno. Los laterales Yocco y Vella se sumaban al ataque constantemente. Encima, Colegiales ya no podía aguantar el ritmo que les imponían los hombres de Isabella.

Y en una de las jugadas de riesgo llegó el tercero. Del Bono sacó un misil de afuera del área y Vella alcanzó a conectar el balón y desviar su rumbo, dejando en ridículo a Regules.

El buen manejo de mitad de campo hacia adelante de los anfitriones marcaba la diferencia. Caía de maduro que en cualquier momento llegaba el cuarto. Y llegó luego de una serie de rebotes en el área tricolor por intermedio de Ezequiel Petrovelli, quien definió suave ante la pasividad de toda la defensa.

Reapareció el Matador. Como lo pedía su gente. Y sigue ahí prendido en el lote de los protagonistas. Por algo es el más guapo de la zona sur.

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Armani sale a festejar el empate parcial de los charrúas.

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