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 miércoles, 31 de marzo de 2004

El acompañamiento familiar en el parto disminuye complicaciones
Una iniciativa del gobierno nacional y otra de un médico rosarino buscan asegurar el acompañamiento de las parturienta

Belén Travesaro / La Capital

Estudios científicos internacionales revelan que el hecho que la mujer embarazada esté acompañada durante el parto mejora su ánimo y disminuye las complicaciones obstétricas. A pesar de ello, esto no se traduce en la práctica cotidiana de los hospitales argentinos. Por ello, recientemente el gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de ley de parto humanitario para garantizar el derecho de la mujer de estar acompañada por la persona que elija durante su internación y en el momento del alumbramiento. El proyecto se enmarca en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.

La presencia del padre u otro acompañante suele ser habitual en los centros de salud privados, pero no siempre está asegurado para los sectores más desprotegidos que generalmente concurren a los efectores públicos.

Los alcances de la futura ley alcanzarán a todos los centros de salud públicos, por lo que el gobierno nacional invitará a las administraciones provinciales y de la ciudad de Buenos Aires a adherirse a la medida.

Una norma similar ya fue elevada en el 2002 a la Legislatura santafesina por el obstetra rosarino Eduardo Elizalde. La propuesta ya recibió la aprobación de los diputados y ahora espera la promulgación de los senadores.

Consultado por la La Capital, Elizalde dijo que presentó el proyecto impulsado por su propia experiencia como obstetra, ya que en muchas ocasiones tuvo que impedir que la pareja de la embarazada entrara en la sala de parto, con el consiguiente perjuicio afectivo de la parturienta y su pareja. "El hecho que la mujer permanezca sola durante el parto lleva a que se exponga al maltrato, ya que por sus condiciones puede verse imposibilitada de manifestar alguna necesidad; que sí puede ser dicha por el acompañante. Además, debido a la sensación de dolor, miedo, incertidumbre -porque está en un sitio para ella desconocido- y exposición necesita de la contención del ser querido que ella elija", destacó el profesional.

Según indicó el médico, en muchos hospitales públicos de Rosario no se permite la compañía de la embarazada durante el alumbramiento. "Esto se debe, entre otras causas, a una cuestión edilicia, ya que algunas salas de parto al ser pequeñas y colectivas no están preparadas para alojar a muchas personas".

Sin embargo, para Elizalde la cuestión edilicia no es tan importante como la concientización de los médicos y del equipo de salud. "En primer lugar habría que informar sobre los fundamentos de esta ley a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas, a quienes estén realizando su especialización y también a los profesionales en actividad", opinó el especialista, quien además es docente universitario.

El proyecto de ley provincial está basado en estudios internacionales que demuestran los innumerables beneficios que conlleva el hecho que la parturienta esté acompañada por su pareja, familiar u otro ser querido.

De acuerdo a la Biblioteca de Salud Reproductiva (BSR) de la Organización Mundial de la Salud algunas de las ventajas del acompañamiento durante el parto son la disminución de la mortalidad materno-infantil; reducción del uso de medicamentos para aliviar el dolor; menos aplicaciones de forceps; menos cesáreas; y en ocasiones, hasta se acorta el tiempo del parto.


Parto humanizado
Para Elizalde, asegurar la compañía de la mujer durante el alumbramiento es uno de los aspectos que hacen a un parto más humanizado, pero no el único. "También habría que ofrecer un tratamiento más particularizado, en lugar de utilizar medicamentos o prácticas generalizadas, sin prestar atención a la necesidad de cada mujer".

Al respecto citó como ejemplo el aconsejar que todas las embarazadas permanezcan en la cama antes de dar a luz, mientras que quizás prefieran caminar, o cuando falta dilatación acelerar el proceso del parto mediante la rotura de la bolsa, sin respetar el tiempo fisiológico de cada mujer, o el uso de medicamentos para acelerar las contracciones; el rasurado del vello púbico y el enema. Otro aspecto que para el profesional habría que revisar es el hecho de separar en forma brusca e inmediata al recién nacido de la madre, evitando el contacto piel a piel en los momentos iniciales de la vida extrauterina.

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La ley garantizará el acompañamiento de familiares.

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