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 domingo, 28 de marzo de 2004

Educación: Más valor a los textos escolares

Marcela Isaías / La Capital

"No puedo entender que un papá le dé prioridad a la compra de la mochila de moda antes que a la de un libro para la escuela". El comentario pertenece a Isabel Arboleda, gerenta educativa de editorial Kapelusz para toda Latinoamérica. Isabel es ingeniera en diseño industrial, licenciada especialista en literatura y ha recorrido varios países americanos -aunque es muy joven, tiene 28 años- evaluando el mercado de los textos escolares.

La opinión de la especialista confirma una discusión que por estos tiempos se reabre en cada escuela: la compra y utilización de los textos escolares. O, mejor dicho, cuánto se valora el uso de libros en la escuela por parte de padres y maestros. Bastaría dejar correr la mirada sobre el uso abusivo y extendido de las fotocopias para comprender la dimensión del problema.

Isabel se sorprendió con la Argentina. Dice que "es muy baja la utilización de los libros de textos", si se compara ese dato con el nivel cultural y educativo que muestra del país. Y a esa afirmación le pone cifras: "De 9 millones -aproximadamente- de alumnos sólo 3 millones compran al menos un texto en la Argentina; es decir el 33% de la población escolar". Y hay más: la responsable del área educativa de Kapelusz compara las cifras con las de Colombia: "Con casi la misma población estudiantil, el doble (es decir, unos 6 millones) compran libros de textos". También establece la diferencia con otros países como Chile, México o Venezuela, con similares cifras.

Para la colombiana, radicada por tres años en la Argentina para estudiar el mercado editorial, es muy importante el impulso que desde el gobierno se le dé a la utilización de libros en la escuela. De allí que resalta el acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Educación de la Nación y la Cámara del Libro para no aumentar el precio máximo de los textos para este ciclo lectivo.

Además de la importancia que el gobierno le brinde a la capacitación de los maestros y a la utilización de textos para estudiar en las aulas, también son necesarias -añade- las campañas de promoción de la lectura. "Sirven y mucho, porque quienes se involucran en ellas luego leen más", comenta.

Antes de llegar a la Argentina, Isabel recorrió -siempre investigando- el mercado de los libros escolares en Perú, Ecuador y Puerto Rico, entre otros países. La conclusión es la de pensar en nuevos enfoques en los que "se priorice la adquisición de competencias y aprendizajes significativos". Esto es, agrega, que "el chico sepa hacer en contexto"; y para ser más explícita pone como ejemplo que los alumnos no conozcan sólo el nombre de un río, sino también su utilidad y cómo aprovecharlo.


Calidad educativa
Según explica Arboleda, hay una preocupación que comparten todas las editoriales dedicadas a la población escolar y es la atención a la calidad educativa. "Podrán decir que yo me ocupo de la venta de libros, pero también es necesario saber que las editoriales apostamos a la educación, a mejorarla con buenos productos", agrega al respecto.

Cuando se le pregunta qué preocupación en común ve en todos los países que ha visitado, vuelve a la afirmación inicial: "La desvalorización que se ha dado del texto escolar". Aclara que el tema es "preocupación compartida por todos los que trabajan en educación". Y si se trata de explicar por dónde se evalúa la desvalorización del texto, menciona el reemplazo que se ha hecho de los libros por las fotocopias.

"Cuando un docente, un directivo o un papá las reclama es porque hay una desvalorización del libro", dice sin vueltas. La especialista colombiana no descarta -por el contrario, la cita en primer lugar- la situación socioeconómica que ha vivido y vive el país al momento de pensar en las causas que inciden en el presupuesto familiar dedicado a los textos.

Pero, insiste, "los libros no son reemplazables" y de su uso dependerán los buenos resultados de los alumnos en los distintos niveles de la educación. Quizás sea necesaria una revisión de la escala de prioridades y cómo en ella se ubican las marcas de zapatillas, las mochilas de moda y los libros de lectura.

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Isabel Arboleda, experta en el mercado de libros de estudio.

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