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 domingo, 15 de febrero de 2004

Lecturas. El capital y el agro pampeano
El gran motor argentino

Alvaro Torriglia / La Capital

Las visiones tradicionales no pueden despegar su mirada de la posesión de la tierra y ello les impide comprender las formas específicas en que se ha construido el agro pampeano". La definición de Osvaldo Barsky se ajusta al programa que pone en marcha con la dirección de "Historia del capitalismo agrario pampeano", una obra que promete describir en ocho tomos la evolución del principal sector económico del país, desde el inicio de su expansión hasta la década menemista.

Tamaña obra, desarrollada en el marco de un proyecto de trabajo de la Universidad de Belgrano, se construye en base a un programa, que es recurrente en la obra de Barsky: comprender la evolución del agro pampeano en toda su complejidad, tomando distancia de las visiones tradicionales "tanto liberales como supuestamente marxistas" que durante décadas "fueron atraídas fetichistamente por los mitológicos latifundios pampeanos". En definitiva, se trata de una reivindicación. De enfatizar que la producción agropecuaria de la pampa húmeda es tan o más capitalista que cualquier otro rubro, con burgueses y movilidad económica y social derivada de la penetración del capital en el sector, y no una estructura feudal, inmóvil y atrasada, que mantiene en el tiempo los mismos rasgos originados en la época de la colonia.

Concebida al modo de la historia total, la colección sobre el devenir del agro pampeano pone en juego estudios y autores del campo de la historia, la geografía, la economía, la sociología y la antropología rural, además de estar apoyada en un profuso anexo estadístico. La evolución del agro pampeano es abordada, en ese sentido, desde los más diversos procesos y factores: el transporte, las migraciones internas y externas, el sistema comercial y financiero, las vanguardias de productores líderes, las formas de acceso a la tierra, el marco institucional, etcétera.

El trabajo, anticipa el propio autor, está estrechamente vinculado con la maduración de interpretaciones sobre el agro pampeano, reunidas en distintos estudios a partir de la década del 60. Esta nueva corriente, a través de estudios dispersos, fue "desmontando la visión tradicional" para poner en escena "diversos estratos de mediana y gran burguesía propietaria o arrendataria". Así, "emergió con toda su importancia el arrendamiento y la aparcería en la ganadería, se fue relevando el gran dinamismo del mercado de tierras y fue quedando en evidencia el papel de la herencia en la continua división de las unidades de mayor tamaño que se formaron en la segunda mitad del siglo pasado".

Es a la luz de estos estudios que se acomete una obra ambiciosa: contar la historia del capitalismo agrario pampeano desde el inicio de su expansión hasta la última década del siglo XX. En ocho volúmenes, se ocupa de las condiciones generales que posibilitaron la expansión agropecuaria (particularmente la ganadera) entre 1850 y 1895, los cambios producidos en la agricultura pampeana hacia el fin del siglo XIX y un estudio de la evolución del pensamiento sobre el agro; la dinámica expansiva entre 1895 y 1914, el impacto de la guerra mundial, la crisis del 30, la caída de la producción agrícola en los 40, la recuperación desde los 70 y, por último, un análisis de los más recientes 90.

El primer tomo, escrito por Barsky y Julio Djenderedjian, se ocupa de la expansión ganadera hasta 1895. Fecha que no es elegida casualmente, sino que marca el último año de expansión de las exportaciones de tasajo, el comienzo del declive del ovino y el inicio del boom de la irrupción explosiva de la Argentina en el mercado internacional de carne.

La idea que sobrevuela en todo el tomo es que la notable y rápida expansión de la ganadería a partir del último cuarto del siglo XIX se apoyó en la acumulación de "pequeñas" innovaciones tecnológicas generadas desde principios de siglo. En este contexto, el tasajo aparece como un símbolo de este desarrollo ya que, aunque de importancia menor en las exportaciones (orientadas sobre todo a los cueros), impulsó una serie de innovaciones técnicas en los saladeros que incentivaron a su vez mejoras "que explotarán muchos años después", como la domesticación del ganado en rodeos o la aparición de la invernada.


Ideas y progreso
Barsky y Djenderedjian citan a Hobsbawm para dimensionar el valor de estos cambios, al advertir que progresos mínimos en la producción adquieren otra importancia en épocas de un lento desarrollo de fuerzas productivas. De la misma forma, destacan el papel que cumplió la expansión del ovino en la pampa húmeda, como modelo de innovación de la ganadería vacuna, toda vez que con la expansión del mercado textil a nivel mundial, fue en la respuesta de los ganaderos locales a esa demanda que se empezó a traer reproductores para mejorar los planteles, se incorporó el alambrado, se mejoraron las aguadas, y se generaron conocimientos e infraestructuras que apoyarían años después el salto de la ganadería vacuna, para seguir al mercado internacional.

En este último punto aparece la madre del borrego: se trata de destacar la adaptabilidad del productor pampeano a las señales del mercado internacional, cambiando productos y arriesgando capital para captar oportunidades, con una movilidad que incluye cambios en los productores líderes. En ese punto, los autores asocian varios apellidos que suelen aparecer vinculados al "poder terrateniente", al núcleo de "productores de vanguardia" que impulsaron innovaciones determinantes para que en muy pocos años, sobre el final del siglo XIX, los ganaderos locales conquistaran el mercado internacional de carnes, en competencia con países como Estados Unidos y Australia.


Posesión y concentración
Si esta relectura que lleva bruscamente a los tiranos de ayer a convertirse en próceres de hoy (tentación que domina gran parte del primer tomo) incomoda, los autores hacen las aclaraciones del caso. No se trata, por ejemplo, de negar la concentración del agro pampeano sino de ubicarla en el contexto del capitalismo y no de la simple posesión de la tierra. "El error básico de estos enfoques parte de no comprender que los procesos de concentración a nivel productivo, como los que actualmente se están operando en el sector, obedecen a la utilización de masas crecientes de capital por unidad de explotación, lo que provoca la eliminación de las unidades más pequeñas pero siempre en términos de disponibilidad de capital".

Es decir, el campo se concentra por capital y no por tierra. Barsky incluso señala que la tierra no era en la economía poscolonial un bien de mayor valor que la cantidad de ganado, habla de valores decrecientes de las propiedades hasta entrado el siglo y de la existencia de un mercado inmobiliario activo. Por otra parte, destaca la antigüedad del arrendamiento y de su uso por parte de estancieros propietarios para acumular capital en vacunos sin necesidad de adquirir más tierras. "Más que lograr el acceso a la propiedad de la tierra, a los productores agropecuarios les interesaba el acceso a su producción a través de distintas formas de arrendamiento".

Pensar de esta forma indica pensar en una movilidad distinta en materia de acceso a la tierra. Y en esto los autores destacan la expansión permanente de la frontera agrícola como una característica particular del capitalismo pampeano, con su influencia en las migraciones internas y las oportunidades que brindaba de acceso a la tierra a actores con menor capital.

El primer tomo de la "Historia del..." presenta las condiciones generales de expansión del agro pampeano, durante la cual las huellas entre pasado y presente son frecuentes, como el impacto de las crisis económicas, con ciclos de estabilidad asociados a la inversión y devaluaciones asociadas a la licuación de deudas, a la vez de remarcar el papel del sector como motor de rápidas recuperaciones en situaciones de crisis.

Al final del día, según el propio Barsky, el ambicioso trabajo encarado con su dirección, podría permitir que "el péndulo interpretativo seguramente se mueva hacia un equilibrio más integrado, que mientras rescate el valor de la agricultura colonial no omita el peso ganadero dominante en el agro, que mientras muestre la complejidad de la estructura agraria no deje de apreciar el peso relativo de los sectores de mayor tamaño y sus estrategias en ciertos períodos históricos, que mientras no acepte la concentración forzada de la propiedad del suelo no descuide la investigación de nuevas formas productivas, donde se dan en la esfera de capital procesos concentración que impactan en la formas de producir y en las características actuales de la estructura agraria".

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Labranza. La colección quiere destacar la adaptabilidad del productor pampeano a las señales del mercado internacional.

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