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 domingo, 15 de febrero de 2004

Desastre ecológico. El fenómeno despertó viejos temores en la población
Atribuyen a causas naturales la gran mortandad de peces en Villa Cañás
Un análisis del agua descartó elementos nocivos pero se halló poco oxígeno y un alto grado de alcalinidad

Miguel A. Mancini / La Capital (Enviado especial)

Villa Cañás. - La mortandad de peces en la laguna Quirno habría sido causada por factores naturales, según un primer análisis particular que reveló que el agua no tiene elementos nocivos pero sí una importante falta de oxígeno y un alto grado de alcalinidad. El caso comenzó a registrarse hace quince días, cuando aparecieron los primeros pejerreyes muertos, pero recién trascendió esta semana a raíz de una denuncia sobre un avión que habría arrojado un líquido sobre el espejo de agua.

La presentación realizada en la seccional 6ª despertó viejos temores en la población y hasta una polémica sobre la situación de la laguna. Algunos recordaron un envenenamiento de las aguas hace unos 20 años y otros revelaron discrepancias en torno a las proyectadas obras para un canal regulador que haga retroceder la superficie anegada a su tamaño histórico.

En ese marco, varias fueron las voces que procuran bajar los decibeles para evitar una falsa alarma. El intendente Alberto Romagnoli explicó que la mortandad de peces es algo bastante común en las lagunas de esta zona. "Todos los años se producen casos similares, en mayor o menor medida. Pero nunca significó un problema sanitario para la población", remarcó.

En ese sentido, Ariel Brahím, un productor agropecuario convertido en pescador comercial, descartó de plano que haya un problema de contaminación, "salvo por la denuncia de que vieron a un avión arrojar un líquido en la laguna", dijo.

"Sostengo que es un problema natural que se dio por la conjunción de distintos factores: hubo varios días de alta temperatura y sin viento, el agua estuvo "planchada" y hay superpoblación de peces", afirmó.

Brahím también señaló que "el caso de la mortandad de pejerreyes es algo frecuente en verano, porque la especie no aguanta el calor. En todas estas lagunas mueren gran cantidad de peces cada temporada. Es algo que vemos venir con varios días de anticipación. Para nosotros no es preocupante".

"En este caso la alarma de la gente se justifica porque se recordó el envenenamiento de hace 20 años, un hecho que nunca se aclaró debidamente", apuntó. "En los casos ocurridos en otras lagunas sólo se enteraron los pescadores, pero ahora por la denuncia lo supieron todos. Pero contaminar una laguna con algún producto tiene que ser algo muy específico. Ahora, si hay una doble intención, como se comenta, no lo podemos saber. Esta fue una mortandad que sabíamos que iba a ocurrir porque en los bañados, donde hay poca profundidad, estaban buscando oxigeno en la superficie. Esa era una señal de que había problemas", explicó Brahím.

"En la laguna Quirno murió un determinado tamaño de pejerrey, no fueron los de más de un kilo ni los alevinos que se refugian en el medio. Se trata del orillero, del que hay más cantidad. Esto a mí me resulta de lo más normal, en estas condiciones climáticas", subrayó.

En ese sentido, Luis Enrique Rovea, el otro pescador comercial del lugar, explicó que en aquella época "se incendió un depósito con pesticidas en un campo cercano. Después que se apagó el fuego, el agua de los bomberos y las lluvias posteriores hicieron que el producto llegara hasta la laguna y exterminara incluso a las aves".

"Pero esta vez es distinto, porque la laguna está llena de vida. No hay un solo pájaro muerto, y eso que se alimentan con pescado vivo. Las plantas están llenas de biguás, y la costa está repleta de garzas, gallaretas y hasta nutrias. Eso demuestra que el agua no está envenenada", insistió Rovea, quien de sus 790 hectáreas sólo le quedan dos fuera del agua.

Un ingrediente que hizo crecer los comentarios sobre el episodio de la laguna fue el proyecto de construcción de un canal regulador rumbo a la localidad de Teodelina, una obra que divide aguas entre los productores rurales afectados por el desborde que viene registrando la superficie líquida, que sólo retrocede un poco por efecto de la evaporación.

Los propietarios involucrados no rechazan la iniciativa, pero algunos plantean cierto tipo de compensación, mientras otros cuestionan su recorrido a través de tierras productivas y las consecuencias ambientales que su realización puede acarrear.



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Los pescadores aseguran que "se veía venir".

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