Año CXXXVII Nº 48297
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Educación 14/02
Campo 14/02
Salud 11/02
Autos 11/02


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 15 de febrero de 2004

Punto de vista: Por más noches con mosquitos

U.G. Mauro / La Capital

Alguien lo imaginó y propuso hacerlo allá por 1949 y casi diez años debieron pasar para que otros empezaran a sacar los yuyos. Doce almanaques caducaron hasta que, en el verano de 1971, la gente se pudo sentar en sus gradas a disfrutar de lo que se le ofrecía desde el escenario.

Ahí está el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito. Hasta sin nombre nació, el pobre, pero ahí está. Por su escenario, ahora pintado, limpio y reacondicionado, al igual que sus camarines y otras instalaciones internas, pasaron celebridades eternas, famas fugaces, dioses del caradurismo, perros callejeros, monos sabios y gente sencilla y bien intencionada. De todo, como en la cultura.

Alguien dijo: ¿no se lo podría agrandar haciendo más gradas sobre la barranca? ¿No se le podría poner un moderno, automático, costoso, japonés e inalcanzable sistema de techo movible? Se debe poder, pero, ¿se imagina?, si para pensarlo, pedirlo, hacerlo y ponerlo en marcha como está tardaron 22 años...

No hacen falta grandes proyectos arquitectónicos, Si llegan y se concretan mejor, pero sería como cuidar el envase y no lo que lleva adentro. La gran decisión debería ser volver a darle un uso gratuito mucho más intensivo, de septiembre a marzo, todas las noches de sábado posibles. Lo bueno sería que se lo siga cediendo a quien lo solicite, para generar recursos económicos, pero criteriosamente.

Lindo el Anfiteatro. O mejor dicho: lindo cuando se llena, cuando es centro de reunión popular y entrevero con entrada gratis, termo, choripán, baile y pogo.

El nene que llora, el panchero que te anula a gritos un goce o un recuerdo recién removido por una canción y los mosquitos, que son males menores y hasta entrañables. Lo grave es cuando aparece el mono sabio que dice orgulloso "¡qué viejo aburrido!", mientras en el escenario Yupanqui siembra sabiduría desde su sillita y escondido tras su guitarraƒ (¿Se acuerdan?)

Lindo el Anfiteatro. Lindo lugar de todos y para todos. Como para pedir más.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

cartelera
  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados