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 domingo, 01 de febrero de 2004

Patagonia: Colgados del aire
Vuelos de bautismo y cursos de parapente en la zona cordillerana de Bariloche y El Bolsón

La zona cordillerana de Río Negro es un escenario deslumbrante para los amantes del vuelo en parapente, una actividad que en este verano deleita a turistas debutantes y aumenta la experiencia de pilotos de todo el mundo.

Por un lado, Bariloche ofrece paisajes ideales para el pasajero de un parapente y, por el otro, El Bolsón, 120 kilómetros al sur, goza de las mejores condiciones climáticas del país para la práctica de este deporte, que cada día gana tanto en adeptos como en condiciones de seguridad.

Martín Vallmitjana, uno de los principales instructores de parapente de la región, dijo que los servicios básicos ofrecidos en la zona son los vuelos de bautismo en biplaza y los cursos de vuelo.

El vuelo de bautismo es el de mayor demanda, debido a que el visitante no necesita conocimientos previos para vivir una experiencia emocionante y disfrutar de los paisajes cordilleranos desde un escenario incomparable.

Desde el Centro de Vuelo del cerro Piltriquitrón, en El Bolsón, Vallmitjana explicó que para el vuelo de bautismo el visitante recibe todo lo necesario: un casco, un enterito, guantes y, por supuesto, la vela, que será conducida por el instructor o piloto.


Vela al viento
En función de las condiciones del clima, el vuelo comienza a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar con una breve carrerita o al inflarse la vela con el viento.

Si las corrientes térmicas son las mejores, enseguida el piloto y el acompañante ascienden a más de 2.300 metros de altitud y, con el solo sonido del viento al desplazarse, ambos flotan sobre la inmensidad del paisaje.

En ese sitio pueden apreciarse, entre otras bellezas, la localidad de El Bolsón enmarcada por el valle del río Quemquentreu; la cordillera en la que se destacan el cerro Tres Picos y el Tronador; el cajón del Azul, y el lago Puelo.

El curso tiene una duración de entre 15 y 20 días, en los que el aprendiz recibe clases teóricas y prácticas (con numerosos vuelos incluidos). También incluye alojamiento, además del equipo completo.

Antoine Mercier, avezado piloto de la localidad francesa de Anesi, ratificó la excelencia del lugar y el servicio. "Es un placer volar en este sitio y los instructores están muy bien preparados", dijo mientras acondicionaba su vela.


Otto, Catedral y Valle Encantado
En Bariloche, la misma oferta de vuelos de bautismo y cursos se ofrece mayormente desde el Centro de Vuelo del cerro Otto, aunque también se hace en el cerro Catedral y el Valle Encantado (en el río Limay) si las condiciones climáticas lo permiten.

Desde el Otto el vuelo asoma a un paisaje maravilloso, en el que reina el lago Nahuel Huapi de un extremo al otro, rodeado por los cerros López, Capilla, Tronador y el cordón montañoso del Cuyín Manzano y el Lanín, en el sur de Neuquén. Si las condiciones lo permiten, el vuelo se orienta hacia el centro de Bariloche para aterrizar en el puerto San Carlos, lo que posibilita la observación de la meseta patagónica rionegrina hacia el este.

Los precios son iguales en El Bolsón y Bariloche. El vuelo de bautismo cuesta 130 pesos, y el curso entre un básico de 1.000 y 1.500 pesos (con pernocte).

Para aprender existe la posibilidad de armar distintos paquetes, incluyendo diferentes tipos de alojamiento y excursiones a distintos lugares de la región. Todos los servicios están homologados por la Federación Argentina de Vuelo a Vela y autorizados por la Fuerza Aérea. (Télam)

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Vuelo en parapente sobre el lago Nahuel Huapi.

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