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 domingo, 01 de febrero de 2004

El gobierno intenta evitar el pánico de quienes tienen bienes en el exterior
Lavagna descartó embargos y se propone resistir las presiones
El ministro de Economía minimizó la amenaza de embargos internacionales y atacó a los especuladores

El gobierno aseguró ayer que Argentina "está preparada para soportar las presiones" que surjan en el proceso de reestructuración de la deuda, como la amenaza de embargos, a la que minimizó por provenir de "especuladores" que intentan "desviar la atención".

El Poder Ejecutivo salió a través del ministro de Economía, Roberto Lavagna, y del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a descomprimir el alarmismo que reflejaron los principales diarios acerca de la posibilidad que ayer se abrió en los tribunales de Estados Unidos de embargar bienes y giros argentinos al exterior para el cobro de la deuda en default.

Al mismo tiempo, los ministros insistieron con la advertencia de que la mejor alternativa para los tenedores de bonos es la negociación directa con el gobierno, cuya propuesta de quita del 75 por ciento no será modificada, según dijeron, y volvieron a argumentar los motivos de dicha oferta.

Fernández aseguró que la Argentina está "absolutamente preparada para soportar las presiones y tensiones" que puedan surgir en el marco de la discusión de la reestructuración de la deuda privada.

En una conferencia de prensa ofrecida al regresar al país después de la visita oficial a España que el presidente Néstor Kirchner realizó durante cuatro días, Fernández señaló que, "en materia de embargos", el gobierno tiene "la confianza y la seguridad de que son medidas que no van a afectar a la Argentina"

"El gobierno está discutiendo una deuda que es muy importante y ha propuesto una única salida que es la que supone una quita significativa", aseveró el funcionario.

En este sentido, sostuvo que "una discusión de esta naturaleza va a generar presiones y tensiones" que el gobierno y el país están "absolutamente preparados para soportar" y sugirió que la posibilidad de que bienes del Estado argentino sean embargados estaba dentro de lo que el gobierno esperaba.

"Defenderemos los derechos de Argentina como es parte de la lógica que supone esta discusión, máxime cuando aparecen algunos fondos de naturaleza claramente especulativa que están tratando de hacer valer su inversión de un modo mucho más veloz de lo que la lógica financiera supone", agregó.

En igual sentido, el ministro Lavagna sostuvo que quienes iniciaron juicios "intentan desviar la atención para que las acciones sean contra el gobierno argentino", debido a que "en algunos casos se trata de gente que trabaja para bancos internacionales y que también está siendo demandada porque colocaron bonos en el 99 o 2000 cuando era obvio que íbamos camino a la crisis".


Río revuelto
Por ello, recordó que el gobierno también les pidió a los acreedores que "actúen de buena fe", porque "en esto hay muchos pescadores a río revuelto, muchos intermediarios y sumas en juego muy elevadas, así que "aparece una infinidad de gente que viene detrás de grandes comisiones y figuran a veces como acreedores cuando no lo son".

Lavagna agregó, además, que los juicios para que los organismos de crédito sean colocados en la misma situación que un acreedor privado no lo puede resolver el gobierno porque el hecho de dejar fuera de la quita a las entidades multilaterales fue una "decisión internacional, tomada en conjunto con los países del G-7 para preservar el sistema financiero" en el mundo.

En cuanto a la insistencia desde distintos frentes internacionales y locales para una mejora de la propuesta de renegociación, Lavagna insistió en que "si decidiéramos cambiar la oferta, cosa que no va a suceder, no va a ser el gobierno, que no tiene fondos propios y funciona con la recaudación impositiva el que va a pagar más, sino la sociedad".

En ese sentido, Lavagna calificó de "ser idiotas útiles" o de "manipuladores de intereses en el exterior" a quienes "desaprensivamente dicen «mejoren la oferta»" y resaltó que en realidad "lo que le están diciendo al resto de sus compatriotas es «prepárense para pagar más impuestos»".

En otro orden, el titular del Palacio de Hacienda, descartó que el voto dividido de los países del G-7 en la reunión en la que directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la primera revisión del acuerdo vigente con Argentina sea "una advertencia para lo que se viene".

"Mucha gente trabajó muy fuerte en contra de Argentina para que no se aprobara o que hubiera una postergación (de la revisión), un poco frustrada porque el Fondo y nosotros hicimos lo que teníamos que hacer", explicó.

El ministro admitió que esa reunión del directorio del FMI fue "complicada" y aclaró que de los países del G-7, sólo Gran Bretaña e Italia cambiaron su voto en relación a otras sesiones.

"El caso de Italia nos llega a todos. Es malo que los intereses económicos de corto plazo pesen por encima de lazos históricos, de lo que Argentina le ha dado a nuestros ancestros italianos" cuando vinieron al país, disparó.

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"Hay gente que figura como falso acreedor", advirtió Lavagna.

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