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 domingo, 01 de febrero de 2004

La salida de los boliches es un caos: alcohol, peleas e inseguridad
El microcentro se convierte en tierra de nadie los fines de semana a la madrugada
Los vecinos apuntan a los locales de Sarmiento al 600, Tucumán al 1100 y Roca al 700. ¿Quién los controla?

"Zona Calma", reza un poste de señalización ubicado en la esquina de Sarmiento y San Lorenzo. Si hay algo que no reina a la madrugada en ese sector es precisamente la "calma". Los incidentes y desórdenes entre los grupos de jóvenes a la salida de los bares y boliches convierten al centro de la ciudad en un verdadero caos. Los ruidos y la música por encima de los decibeles permitidos por las ordenanzas ya dejaron de ser la máxima preocupación de los vecinos. Hoy por hoy, lo que desvela a la gente que habita estos lugares es la inseguridad que se apodera del área durante la noche. El descontrol hace que los taxistas no sólo hayan abandonado por esas horas las paradas del centro, sino que además circulen con la banderita baja para evitar que algún pasajero violento aborde el vehículo. "Así no se puede seguir", aseguran los habitantes del microcentro.

"A las 2 de la mañana, escuchamos gritos y risas de los chicos. A las 3, ya se insultan y algunas veces vemos chicas llorando porque tienen una curda triste. A las 4, empiezan a salir y se va calentando el ambiente. A las 5, hay pedradas contra autos, vidrieras rotas y ladrillazos entre los mismos jóvenes. A las 6, se ven corridas, algunos heridos, pibes tirados durmiendo la mona en el umbral de algún edificio, orines y vómitos decorando las veredas". Esa es la descripción que repiten vecinos y porteros de edificios de la zona céntrica de Rosario.

Algunas de las quejas que sonaron más fuertes fueron por los boliches ubicados en Sarmiento al 600, Tucumán al 1100 y Presidente Roca al 700. Claro que no son las únicas zonas afectadas por este fenómeno.

La Capital recorrió ayer a la madrugada la zona de boliches del centro para verificar las reiteradas denuncias recibidas en la redacción.

En todos los casos, los vecinos pidieron estricta reserva de identidad por temor a las represalias. "Son todos muy pesados y nosotros tenemos que seguir viviendo en estos lugares", repitieron más de una vez.

Reclamaron más control por parte de la Municipalidad y de la policía, pero aclararon que son necesarios "operativos en serio". Según relatan los habitantes de la zona, los inspectores municipales de Registración e Inspección, y de Control Urbano van a los boliches, pero llamativamente no verifican que cumplan con las ordenanzas.

"Acá los negocios están habilitados como bares o como restobar, pero funcionan como disco", dijo el propietario de un comercio de la zona de Tucumán al 1100, antes de apuntar que tal situación sería la de Urban, instalado en esa cuadra. "A la madrugada, frente a ese boliche se estaciona un patrullero de la comisaría 3ª y todos saben que los policías vienen a cobrar la coima", denunciaron vecinos de la zona.

Ayer a la madrugada, La Capital pudo comprobar justamente la presencia del móvil 2249 de la comisaría 3ª, estacionado en doble fila frente a Urban. El vehículo policial permaneció en el lugar entre las 3.40 y las 3.55. Luego el coche continuó con su recorrida por la zona y volvió en reiteradas oportunidades al boliche.

Los vecinos también apuntaron a los habitués del bar Lobby, de Sarmiento 676. "Los que vienen a la noche son muy pesados. Se agarran a trompadas todos los días y terminan dados vuelta, borrachos y tirados en la vereda", puntualizaron habitantes de los edificios de la cuadra.

Las quejas fueron además contra los concurrentes del boliche Gitana, de Presidente Roca al 700. "Los chicos vienen a bailar, y a la salida se arman los líos. Salen todos muy borrachos después de las 4 de la mañana, pero los controles de alcoholemia -cuando se hacen- son entre las 23 y las 2. Es una joda", remarcó un comerciante de calle Santa Fe.

Ese sector presenta un condimento especial: la presencia de pancheros. "Dejan una mugre bárbara, se juntan los pibes en la esquina, gritan, vomitan, orinan y se pelean todo el tiempo", apuntó una vecina de España y Santa Fe.

Tampoco les va mejor a los de Sarmiento y Tucumán, donde hay apostados dos pancheros por falta de uno.

Los vecinos y administraciones de edificios de la zona céntrica presentaron reiteradas quejas a la Municipalidad, pero la respuesta brilló por su ausencia.

"El centro es tierra de nadie entre las 4 y las 7 de la mañana", aseguró el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, quien indicó que "la mayoría de los chicos salen alcoholizados o drogados. Son agresivos y violentos".

Por ese motivo, los tacheros abandonaron las paradas de Corrientes y Tucumán; San Martín y el bajo, Maipú y San Juan; Corrientes y Catamarca, Mitre y Tucumán, Sarmiento y San Lorenzo, entre otras.

"Tratamos de no circular por esas zonas para evitar que nos pateen y nos rompan los autos", indicó Boix y confesó que muchas veces circulan con la banderita baja para evitar que suban al coche jóvenes borrachos. "Elegimos a los pasajeros que subimos al taxi porque esa es la única forma de protegernos", admitió el dirigente gremial antes de reclamar más presencia policial entre las 4 y las 7 de la mañana.

La Capital comprobó que hay presencia policial en el centro. Tres efectivos están, por ejemplo, apostados en la esquina de Tucumán y Mitre. Durante gran parte de la madrugada los uniformados permanecieron sentados en las ventanas del local de un supermercado abandonado.

También se verificó la presencia de policías durmiendo dentro del móvil 2165 del Comando, estacionado durante horas en la estación de servicio de Corrientes y Tucumán. Lo mismo podría decirse de la pick up 2257 de la Unidad Regional II que estuvo estacionada durante horas en Sarmiento casi esquina Tucumán, con dos de sus efectivos dormitando o leyendo.

Y así podría continuarse con la enumeración. "Lo que no hay es una actitud de control. Los policías están pintados", dijo un vecino de la zona de Tucumán al 1100.

"Esperamos que el intendente (Miguel) Lifschitz y los jefes de policía nuevos hagan algo para que esto cambie porque así no se puede seguir", indicaron los habitantes del centro.

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Un móvil policial, ayer, en la puerta del boliche Urban.

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