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 miércoles, 14 de enero de 2004

Charlas en el Café del Bajo

—"El amor de pareja es el placer de encontrarse junto a otra persona con alegría, es trabajar por su bienestar. Es sufrir cuando no está bien y sentir satisfacción en cuidarla y protegerla. Es la decisión de respetarla durante toda la vida así se presenten circunstancias adversas como discusiones, desencuentros, etcétera. De esta manera se puede encontrar la felicidad junto a ese ser querido y construir una excelente familia reflejando y trasmitiendo ese sentimiento a los hijos y demás". Este escrito sobre el amor lo envió ayer Luis Marcelo Vincent. Y como venimos anunciando desde hace unos días, Inocencio, debemos dar a conocer el texto que nos pareció más bonito.

—Tarea muy difícil, porque todas las palabras que nos enviaron los amigos lectores desde que comenzamos con este tema del amor en pareja, días antes de la Navidad, fueron en realidad muy lindas. Ciertamente, que todo aquel que ama o que desea amar no puede sino tener expresiones hermosas, sensibles, románticas y sublimes.

—"Amar es dejar de pertenecerse", dijo Marcelo Mondino, y añadió: "Tan sólo cuatro letras hicieron posible ríos de tinta y palabras al viento para agitar las aspas de los molinos y banderas flameantes, conmover las pasiones, y en su ausencia ensayar su muerte. El amor dado por el sentir del alma no debe traicionar nuestra conciencia y creer que nos pertenece. El amor no es una moneda de cambio, no es para sufrirlo, es para gozarlo, no es efímero y siempre ocupa, aun después de trascender, un espacio en el alma. Se ama la naturaleza, se ama la vida, se ama a una mujer como también a un amigo. En memoria de mi amigo, incondicional en todas las circunstancias de nuestras vidas que llenó un espacio y desparramó, su alegría quiero brindar su homenaje al amor, aunque sólo era un perro: Puppy. Lealtad, fidelidad, pureza, perdurabilidad hasta el último suspiro de su vida, si lo encuentras en un ser humano descubrís el amor".

—Ivana definió al amor así: "El amor es la comprensión serena y la aceptación madura de las imperfecciones. Es real, nos fortalece. Crece más allá de nosotros para apoyar a las personas que amamos. Nos alienta, nos exalta, nos hace erguir la frente, nos convierte en mejores personas". Estos dos textos últimos, el de Marcelo y el de Ivana, fueron los elegidos. Como se puede apreciar los dos tienen un mensaje muy claro: el amor no puede ser egoísta. El ser que ama no piensa en su propio bien, sino en el del amado y precisamente en esta virtud encuentra la felicidad. El amor no puede pertenecernos, dice Marcelo, y puso como ejemplo a un ser no humano (prefiero llamarlo ser, porque es más sublime y está más vinculado a la creación de ese modo que por el nombre de su especie). Ser no humano que a pesar de su falta de racionalidad da prioridad al dar, increíblemente. Y añadió que en ningún caso el amor es para sufrirlo, sino para gozarlo. Esto el hombre no lo ha comprendido aún cabalmente y muchos problemas sobrevienen a partir de aquí. Es frecuente sufrir por amor, pero aquel que sufre por amor debe revisar si en rigor de verdad cierto egoísmo no está contaminando la pura esencia del amor.

—Ivana también dejó un mensaje parecido: el amor no es egoísta, "es la aceptación madura de las imperfecciones", y dijo algo simple, pero impactante: "El amor crece más allá de nosotros".

—Sí, el amor debe crecer más allá de nosotros, sin ninguna dudas. Y debe crecer sin que el dador de amor espere recibir la recompensa. Con frecuencia me encuentro con muchas mujeres y hombres en soledad que luego de haber fracasado en relaciones de pareja siguen por el mismo camino que tiene carteles que dicen: "Sigue por este camino dando, pero esperando recibir". Pues ese camino los llevará irremediablemente a una nueva frustración. Ya una vez les regalé el concepto más hermoso que yo haya encontrado escrito sobre el amor. Le pertenece a Saulo de Tarso, San Pablo, el discípulo de Jesús. Puedo dar fe de que ciertas personas que lo pusieron en práctica más tarde o más temprano recibieron su recompensa aun cuando no la buscaran: "El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra en la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".

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