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 sábado, 10 de enero de 2004

La fragmentación y la falta de prólogos impiden el acercamiento analítico
Leer fotocopias en la universidad dificulta la comprensión de los textos
Un trabajo de Nora Elichiry, especialista de la Universidad Nacional de Buenos Aires analiza las incidencias

Una queja que suele escucharse en los docentes de los ámbitos universitarios es acerca de las dificultades que se observan en los alumnos para la comprensión de los textos. Para Nora Elichiry, docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), en esta dificultad mucho tiene que ver el uso permanente de la fotocopias a lo largo de la formación en el ciclo superior. "Las formas de pensamiento son determinadas por las formas de práctica", asegura la especialista en un trabajo donde plantea distintos aspectos de esta problemática.

Los lecturas universitarias son extensas, variadas y de diversos niveles de complejidad. Poseen características particulares que las diferencian de las que se realizan en otros ámbitos -ya sea escolares o extraescolares- y supone el acercamiento a textos diversos y complejos en forma analítica.

En el ámbito universitario, lo más común es que circulen las fotocopias de capítulos o fragmentos de un texto mayor, e inclusive, apuntes fotocopiados, donde en general no poseen ni índice, ni prólogo ni introducciones. "De esta manera se promueve una lectura parcial y sin contexto", señala Elichiry en su estudio denominado "Aprender a leer...¿en la universidad?".

En ese sentido, la especialista especificó que las formas materiales contribuyen a generar anticipaciones del lector con respecto al texto. "En la fotocopia el lector se enfrenta con textos abstractos, ideas separadas de toda materialidad, lo cual dificulta la comprensión de lo leído".

Precisamente uno de los requisitos implícitos en la lectura universitaria es que los estudiantes puedan establecer relaciones entre diversos sistemas conceptuales y según la autora del trabajo, esta cuestión rara vez se lo enseña.

Por otra parte, de acuerdo a otras investigaciones, los alumnos suelen leer la bibliografía indicada desde las cátedras, de modo distinto al esperado.


Fragmentos
"Esto ocurre porque no se les explicita el modo en el que se espera que lean. En sus lecturas tienden a reproducir las formas en que se leído en sus experiencias previas. En general hay una marcada tendencia hacia la lectura de fragmentos y no de textos completos. Atienden casi exclusivamente al tema y casi no prestan atención a la relación del enunciador con el enunciado", indicó Elichiry y agregó: "Ese modo de leer hace que el alumno no realice determinadas operaciones favorecedoras de una lectura reflexiva".

La especialista destaca la importancia de los procesos de anticipación y por eso hace hincapié en los denominado paratexto (en un libro la tapa, la contratapa, las ilustraciones, etcétera) que es un disparador a esos procesos, siendo otros de los elementos, que al estar ausentes en las fotocopias, dificultan la comprensión de las relaciones entre el texto y el contexto, elementos indispensables para una lectura crítica.

Otro aspecto que se desdibuja en los textos fotocopiados son los distintos géneros discursivos, ya que se fragmentan los contenidos y producciones específicas del ámbito universitario como son los ensayos, ponencias, monografías e informes, entre otros, géneros que deben ser aprendidos. "El conocimiento sobre las características propias de los géneros académicos se ve favorecido por la interacción con la variedad de libros", apunta Elichiry.

También observa que en la circulación de fotocopias se pierde la secuencia, noción que según sea su tipo, demanda operaciones cognitivas diferentes y modalidades específicas de organización de la información.

Y en el marco de las dificultades que implica la lectura de textos duplicados, la especialista resaltó la escasa fiabilidad de la información que suelen tener las mismas.

Para la autora, el orden en un libro contribuye a resolver el problema del conocimiento circulante y el establecimiento de un sistema operante de demarcaciones y mediaciones. El acto y la práctica de la lectura se apoya en textos claramente delimitados y estables.

Desde su perspectiva "los libros seguirán siendo indispensables no sólo para la literatura sino para cualquier circunstancia en la que uno deba leer con atención, no sólo recibir información sino también especular y reflexionar sobre ella", sintetizó.

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Integran lo leído a través de fotocopias tiene mayores dificultades.

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