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 sábado, 27 de diciembre de 2003

En una jornada realizada en Rosario pidieron un cambio de política
Agroecólogos proponen otro modelo productivo
Especialistas argentinos y europeos señalaron que es posible una agricultura distinta

Leonardo Stringaro

Desde hace un tiempo, en Europa, las políticas de subsidios acompañan el desarrollo agroecológico y se presentan como una alternativa que permite producir de manera rentable, conservando los recursos naturales y promoviendo el desarrollo local de las regiones.

Así lo cuenta el Eduardo Sevilla Guzmán, director del Programa de Agroecología, Sociología y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Córdoba (España), que llegó a la Argentina con el objetivo de promover el manejo ecológico de los recursos naturales con una fuerte dimensión social, basada en métodos que -desde la agricultura, ganadería y recursos forestales- pueden generar diseños de crecimiento que busquen incrementar el nivel de vida de la población ó familias de pequeños y medianos productores agropecuarios, que actualmente se encuentran excluidos de este sistema productivo de gran escala.

Algo así como potenciar en nuestro país el sistema para el desarrollo ecológico de la agricultura de Río Grande do Sul (Brasil), donde las asociaciones de productores y consumidores de productos ecológicos le vienen dando un fuerte dinamismo a una economía emergente, pero que ha logrado la inclusión de muchas familias de productores por medio de la venta directa en ferias y mercados concentradores.

Suena difícil y complicado, pero Guzmán afirma que "la agroecología es una alternativa actual al manejo de los recursos naturales, ya que la corta sostenibilidad de la agricultura industrializada convertirá en menos de 150 años a la Pampa Húmeda Argentina en un verdadero desierto, con una absoluta pérdida de suelo por disminución de nutrientes que intentan ser repuestos en forma sintética, con altos riesgos y daños al ecosistema".

El especialista y master en el análisis de la agroecología como herramienta ante la crisis, presentó durante una reunión organizada por el Cepar en el centro cultural Bernardino Rivadavia la experiencia que viene realizando en Latinoamérica con el aval de la Universidad Nacional de Andalucía. Advirtió que "el hecho de la aplicación de un monocultivo en forma sistemática y continuada, está determinado en toda Sudamérica la pérdida de aptitud agraria de los suelos; y es necesario comenzar a pensar en una reposición como elemento central en la búsqueda de mantener la fertilidad natural de los sistemas".

Socialmente, el planteo se aproxima a encontrar una mayor equidad bajo la responsabilidad y la compresión de que los recursos naturales deben dejar de verse como una propiedad privada, exenta de cumplir una función social, como permitir que sean aprovechados por generaciones futuras y logren terminar con el hambre que en 50 años no pudo apaciguar la agricultura o modelo productivo vigente.


Deuda Ecológica
Para los ecologistas existe otra deuda, no tan conocida como la "externa". Según Alberto Pengue (UBA) esa deuda es la principal responsable del estado en que se encuentra la pampa húmeda. Desde hace un tiempo y con la voz un poco más alzada, se ha empezado a escuchar como reclamo, la utilización de los recursos naturales del país de una manera más sostenible y un uso racional, la implementación de un sistema que ayude a reorientar la producción de los agricultores, el fortalecimiento de los mercados locales y, sobre todo, el aggiornamiento de un sector que produzca para compartir sus frutos con los ciudadanos y no solo apunte a un mercado exportador y altamente concentrado en muy pocos productos.

Una de las principales preocupaciones del Gepama (Grupo del paisaje y medio ambiente), son los impactos económicos, sociales y ecológicos del uso actual sistema productivo, que muestra la alta tasa de caída de productores agrícolas, las dependencias monoproductivas de un cultivo (sea transgénico o no) y la falta de apunte hacia una política de biodiversidad productiva.

Al mismo tiempo, recientemente el Inta y la FAA giraron su pensamiento y ya no opinan sobre sustentabilidad de la misma forma que en la década pasada. Sin ser alarmistas sobre los riesgos, todos dicen que aún no es tarde y de la soja se puede volver. Pero tanto Pengue como muchos actores del sector agropecuario piensan que "algunos productores juegan a la timba de la explotación de la tierra y los que hacen soja transgénica, más allá de los fundamentos ecológicos, ya no son productores agropecuarios, por la simplicidad y la exclusión que marca la forma en que se siembra y cosecha".

La agroecología aparece como una fuente de soluciones sencillas inspiradas en el reemplazo de una tecnología inteligente por la vieja "idea" de proceso. Se habla de un modelo productivo que incluya a todos los productores y rescate a los que están en el camino, como consecuencia de la concentración que llevó a la pérdida de un 30% de los establecimientos agrícolas del país (Indec 2002).

Ante esto, Pengue reclama una economía ecológica basada en el apoyo de políticas estatales que definan hacia donde deben ir los enormes ingresos de capital que se generan con las retenciones. Asimismo, el investigador aprueba las políticas de subsidios y apoyo a la multifuncionalidad de la agricultura para reestablecer el desarrollo local de cada región.

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Los agroecólogos advierten sobre el monocultivo.

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