Cartas de lectores
 
Año CXXXVI Nº 48202
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 08/11
Campo 08/11
Salud 05/11
Autos 05/11


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 09 de noviembre de 2003

Bienestar para los de siempre

Hoy me siento invadida por la nostalgia. No significa necesariamente rechazar o desdeñar el presente, sino que él con sus realidades, ya elaborando pacientemente un forzoso impulso en el que predominan conductas, acontecimientos y circunstancias que difieren de épocas pasadas, y entonces entro en el túnel del tiempo que me traslada a la época ¿remotísima? en la cual no faltaba el trabajo y las demandas laborales eran plenamente satisfechas. Cuando el trabajador estaba protegido por leyes, y en la actualidad otras sancionadas en su reemplazo lo han convertido en instrumento maleable de su empleador. Cuando tenía acceso a líneas de créditos a través del Banco Hipotecario para construir su propia casa, hasta que llegaron a administrar la institución Aníbal Reynaldo y Adelina de Viola -ésta con negociados oscuros en las islas Caymán- quienes, alternativamente, provocaron su vaciamiento. Cuando la pobreza se exhibía con dignidad porque no había descendido a niveles de miseria como acontece en la actualidad; cuando el jubilado vivía dignamente de sus haberes y con sus pequeños ahorros, porque el dinero valía, podía realizar un viaje a Europa y volver con regalos para sus nietitos. Nuestra Argentina de hoy los ha condenado a todo tipo de privaciones y a recurrir a la asistencia de sus hijos, que también hacen esfuerzos para mantener a su familia. Cuando no se conocía la deuda externa y hoy se han hipotecado el presente y el futuro del país y el de todos los jóvenes que se ven obligados a emigrar; cuando no se conocía la corrupción y hoy se la puede considerar devastadora e incorporada a los cargos públicos; cuando adolescentes de 12 o 14 años vivían en familia junto a sus padres y hoy, a esa edad, no sólo consumen drogas sino que son violentos y candidatos potenciales para incursionar en el campo del delito; cuando las escuelas públicas eran un orgullo, sin preocupantes deterioros edilicios, sin derrumbes poniendo en peligro la vida de niños y maestros. ¡Ay!, parafraseando al poeta "todo está como era entonces, todo está...nada ha cambiado". Luis Prémoli, en un hermoso poema que publicara hace unos años La Nación, decía: "Salí a explorar la vida esta mañana; al no tener respuesta a mis preguntas, me da curiosidad por alimento...¡Para volver a andar otra mañana!.

Olga Ponce



enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados