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 domingo, 12 de octubre de 2003

Los móviles, no económicos, de Schwarzenegger para disputar California
¿Qué es lo que lleva a los actores de Hollywood a incursionar en la política?
Arnold debería gobernar por 175 años para ganar los u$s30 millones que obtuvo por Terminator III

María Lorente / La Capital

Los Angeles. - Por ambición o como protesta, nunca por dinero. La victoria del actor Arnold Schwarzenegger en unas elecciones que lo pusieron al frente de California despertó un gran interrogante: ¿qué hace que una estrella abandone Hollywood para ingresar en la vida política? En el caso de Schwarzenegger, obviamente no fue el dinero. El gobernador electo recaudó tan sólo por su última película Terminator 3 la suma de 30 millones de dólares. En su calidad de gobernador de California ganará 175.000 dólares anuales (unos 14.000 dólares mensuales). De manera que para obtener el mismo dinero que ganó en una sola película deberá gobernar California durante más de 170 años.

Además en Sacramento (capital de California) los funcionarios que tendrá bajo su cargo no serán tan condescendientes con los «gustos» del actor como lo son en un típico escenario de Hollywood. La casa destinada al gobernador en la tranquila Sacramento es bastante menos lujosa que la mansión que el ex Mister Universo tiene en el exclusivo barrio de Beverly Hills, en el corazón de Los Angeles.

Pocos días antes de su aplastante victoria en las elecciones del 7 de octubre que lo pusieron al frente del estado dorado, Terminator debió hacer un "mea culpa" ante una avalancha de explosivas acusaciones de abuso sexual, debió demostrar que no era un neonazi y que lejos había quedado la vida "disipada" de su época de fisicoculturista. Todos en California discuten si se operó la mandíbula, comentan su vestuario, muestran fotos y videos de su variada carrera: su vida pasada y presente salió como nunca antes a la palestra pública. "Hoy en día la vida de un político y de una estrella no es tan diferente como antes. Antes para ser un político debías ser una persona seria, tener una carrera. Hoy puedes moverte de un terreno al otro con total facilidad. Quizá (el ex presidente Bill) Clinton decida en el futuro ser una estrella de Hollywood", dijo Leo Braudy de la Universidad del Sur de California. "Pero al ingresar en política (una estrella) está haciendo un impacto en la historia. Esa es la diferencia", dijo. "Tienes que tener deseos de estar en la boca de la gente 24 horas al día", añadió.

En un nivel de responsabilidad menor, Clint Eastwood, también entró en la arena política en 1986 convirtiéndose en el alcalde de la ciudad de Carmel, al norte de Los Angeles, por un magro salario mensual. Según Eastwood, él decidió lanzarse a esa elección para protestar especialmente contra los fuertes impuestos de su ciudad. "Cuando empezó este proceso de revocar al gobernador (de California Gray Davis, destituido en las pasadas elecciones) la gente me dijo ¿por qué tú no, Clint?", confesó el actor a la cadena de televisión CNN. Pero Eastwood se negó a presentarse como candidato a las elecciones de California, según él por que no tiene ambiciones políticas.


El caso Reagan
El ex actor Ronald Reagan, electo gobernador de California en 1967, hizo la carrera política más sorprendente en el caso de estrellas de cine al convertirse en el único actor en ocupar la Casa Blanca, entre 1981 y 1989. Pero muchos analistas atribuyeron el ingreso de Reagan a la política debido a que su carrera como actor de películas clase B había declinado en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. "Por qué la vocación política nunca se le despertó a estrellas más aclamadas de la industria cinematográfica", se preguntó el experto Michael Medvev, crítico de cine, en el periódico USA Today.

"Eso es por que esas estrellas reciben abundantes demostraciones de que su trabajo es significativo, valioso y de gran influencia. No necesitan una victoria electoral para confirmar que desempeñan un papel importante en el mundo", dijo. (AFP)

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Schwarzenegger y su esposa, Maria Shriver.

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