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 miércoles, 08 de octubre de 2003

En su viaje a Pompeya el Papa condenó las guerras en el mundo
Juan Pablo II rezó el rosario ante 30 mil fieles en el santuario de la Virgen

Juan Pablo II oró ayer por la paz en el mundo, en particular en Medio Oriente, en el curso de un peregrinaje al santuario de la Virgen del Rosario en las ruinas de Pompeya, al sur de Italia, en donde fue acogido cariñosamente por los fieles que temen sea su último vi aje.

El anciano Papa, de 83 años, rezó el rosario junto con 30.000 peregrinos, orando por la paz en el planeta "en este inicio de milenio afectado por los vientos de guerra y los rastros de sangre en tantas regiones del mundo".

Juan Pablo II, que sufre la enfermedad de Parkinson y cuya salud se ha deteriorado en los últimos meses, hizo un gran esfuerzo para pronunciar su discurso, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos y las ovaciones.

En nombre de los presentes, el obispo de Pompeya, monseñor Domenico Sorrentino, deseó al Pontífice que el Señor "lo mantenga en vida por mucho tiempo como testigo de paz".

"Quise que este peregrinaje fuera un llamado en favor de la paz. Oremos para que la luz de Cristo ilumine los conflictos, las tensiones y los dramas", declaró el Jefe de la Iglesia Católica, quien apareció en relativa buena forma y sonriente al inicio de la ceremonia.

El Papa recordó que Pompeya, con su santuario y su parque arqueológico (la ciudad fue cubierta por la erupción del Vesubio en el año 70 después de Cristo), "rememora el compromiso de los cristianos y de los hombres de buena voluntad, para bautizarse y ser testigos de paz". Durante la ceremonia, que duró más de dos horas, presidió las oraciones consagradas a la paz en los cinco continentes.

En la llamada súplica a la Virgen rogó por la paz en América. "Que reconozca el don del Evangelio para que encuentre a través de él el principio inspirador de su camino de paz en plena libertad y con justicia social", dijo. También habló del conflicto en Medio Oriente al pedir al continente asiático "que sus antiguas culturas y religiones se abran a la tolerancia y estima recíproca, en particular la tierra de Jesús, para que encuentre la suspirada paz".

Deseó que Africa "apoyada por la solidaridad del mundo, logre superar la lógica de los conflictos e inicien un progreso económico y social".

También agradeció repetidamente el "entusiasmo" y afecto que recibió y pidió: "oren por mi".

"Gracias Pompeya, gracias a todos los peregrinos por esta cálida y bellísima acogida. Gracias a los cardenales y obispos presentes, a las autoridades del país, de la región, de la ciudad. Gracias por el entusiasmo de los jóvenes y de todos. Oren por mi en este santuario", dijo improvisando.

Unas 30.000 personas lo esperaban desde primera hora de la mañana con la esperanza de poder verlo de cerca, ya que muchos consideran que podría ser su último viaje.

El próximo 16 festejará 25 años de pontificado, uno de los más largos de la historia. El 19 presidirá en el Vaticano la beatificación de la madre Teresa de Calcuta y el 21 convocó un Consistorio, asamblea de cardenales, para designar a 31 nuevos purpurados. (AFP)

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El Papa visitó el Santuario de Pompeya.

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