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 domingo, 05 de octubre de 2003

Rosario desconocida
Mural de autor en Arroyito

Desde la más recóndita historia, los seres humanos dejaron íconos, mensajes y creencias en pisos, muros y techos como soportes de su arte. A la manera de citas sin pretensiones de ser únicas, las cuevas de Altamira, la Capilla Sixtina, la restauración de Soldi en el Teatro Colón, o las alegorías de Carmignani y la obra de Zaino ambas en "El Círculo" local, forman un arco a través de siglos y ejemplifican intenciones, con las debidas diferencias de autores, temas, motivos y escalas.

Se debieran agregar intervenciones en residencias de nuestra ciudad o mensajes publicitarios en medianeras, como la desaparecida "Gioconda" de siete pisos de alto en Pellegrini 1200. Esto involucra artesanías y técnicas variadas según modalidades y épocas. Y están las acciones "populares" que fijan sentimientos, protestas y expresiones varias en muros y tapiales de cualquier parte del mundo, determinando focos de atención.

Lo que pareciera ser natural y corriente toma otro cariz cuando por sorpresa inesperada lo conocemos a través de nuestra hija: "Papá, en casa de una amiga, trabaja alguien que tiene un mural de autor famoso". Averiguación, certificación y confirmación fueron una sola cosa y con sorpresa no habitual, nació el tema para esta nota, alimentado en la generosidad que la ciudad guarda y ofrece en sus íntimos secretos.


Ciudadano ilustre
Juan Grela, ciudadano ilustre de Rosario, nacido en 1914 en Tucumán, se estableció aquí a los 10 años. Se interesó en el arte y fueron sus maestros Antonio Berni, Gustavo Cochet y José Planas Casas. Actuó en grupos y en 1934, con sólo 20 años ingresó a "La Mutualidad" dirigido por Berni, sumado a hombres de posición política conscientes de una vanguardia como artistas revolucionarios en la forma y en los temas. Esto motivó el ser llamados "de izquierda" o "comunistas". Les interesaba trabajar "para el pueblo" y no "para un público". En una acción valiente, Hilarión Hernández Larguía, arquitecto proyectista y primer director del Museo Juan B. Castagnino apoyó la obra de "La Mutualidad" y sus jóvenes progresistas. Hacia 1942 se constituyó la "Agrupación de Plásticos Independientes" con los que aquí quedaron, unidos también a Vanzo, Uriarte y otros.

Finalmente, el "Grupo Litoral" se forma a partir de aquéllos, nucleando a Zerva, Pedrotti, Gambartes, Herrero Miranda, Ottman, Warecki, García Carrera, Gutiérrez Almada, y Grela incluido entre quienes persisten en la figuración. El grupo, de gran calidad y preocupación por las temáticas y pasión por la realidad social y herencia de lo indígena, habla a través de lo que Grela llama "crónica del presente y épica de la vida cotidiana". Es bueno indagar en estas ideas en la obra de Guillermo Fantoni "Una mirada sobre arte y política-Conversaciones con Juan Grela", con capítulos de una vida apasionante en el camino de búsqueda hacia las cimas más altas del arte.


Mural de Arroyito
El sol baña Arroyito, entramos en Juan B. Justo 983 y la amabilidad de Ana Mujica, su dueña, nos permite gozar del mural de 1,20 metro de alto y 3,60 de largo en el hall de entrada, realizado por Grela y su esposa Aid en 1957, tratando un tema de aquella "épica de la vida cotidiana". En un planismo total de rigurosa síntesis formal y cromática expresa una visión de barrio: allí está la casa, la puerta, el hombre, el perro, la mujer, el árbol, el aljibe, las macetas floridas. ¿Qué más para simbolizar la vida corriente, de un momento, de un lugar en el mundo?

Grela pintó en su carrera tres murales: uno en Alberdi y otro en el Sanatorio Laprida, ambos desaparecidos. Según informan la dueña de casa y Dante Grela, hijo de Juan, éste es hoy el único en la ciudad, concebido como regalo para la casa nueva al padre de Ana Mujica, a su vez prima de Aid Herrera y ambas hijas de dos hermanas.

La dulce mujer que fue Aid ayudó a Juan en su tarea, según reza en el ángulo inferior izquierdo de la obra: "Juan Grela G. y Haydée-1957". Ella también fue exquisita pintora de deliciosas creaciones y se acompañaron durante toda la vida. Recordamos una exposición de ambos en la galería de arte de Fantoni, en Córdoba 844, donde hablaron cristalinamente de su vida y de su obra con una dulzura inolvidable.

Tanto o más como cuando conocimos a Grela en Alberdi ejerciendo su labor de peluquero y nos explicó pintura surrealista para cumplir con un examen, o lo escuchamos en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia en dos jornadas de dos horas cada una, disertando sobre la concepción, realización y significado del "Guernica" de Picasso de manera atrapante y con la sencillez de la gente sabia.

Ese mismo Grela que caminaba el barrio juntando maderitas, alambres, cartoncitos tirados en las calles de Alberdi, prácticamente basuritas que por las noches disponía inspiradamente sobre base rígida, les agregaba color, y culminaban en composiciones equilibradas de belleza extrema, producidas por la inventiva y el oficio de un artista superlativo.

Cuando la luna baña el barrio en noches tranquilas y el vecino Paraná se derrama hacia el sur, el recuerdo de Aid y Juan anda por el Alberdi que plasmaron en sus obras, la brisa corre por las calles y la presencia de estos artistas se siente en el aire, como deseando continuar en la concepción pictórica de "una crónica para este presente", volviendo a la lucha que los incluyó en aquella época de afirmaciones y esperanzas.

(*) Arquitecto

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Grela pintó tres murales y sólo se conserva uno.

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